Que manía de hacer inventario tiene esta inteligencia artificial (o la becaria de turno) ya no sé qué pensar…esto parece un interrogatorio donde me juego la coherencia.
Mi objeto más valorado son mis gafas que están partidas por la mitad y debería tirar a la basura sin contemplaciones.
Soy tímida y es una barrera estupenda con el mundo, como antifaz ficticio, me permite inventarme otra.
Mis zapatillas de deporte, que son marca blanca de Maruja fetén, con las que cada día con los perros surco montañas inexploradas (eso me creo y ni de broma).
Mi coche, que más que coche ya es tractor, quizás para tirar por el barranco.
Mi cazuela de vapor, con la que cada día me cocino que cada vez se asemeja más a una marmita de bruja.
Pienso y pienso y quizás debería poner otras cosas heredadas más vistosas, para quedar mejor con el respetable.
Mi vida se resume en poco y mejor, invisible al sistema y me recuerda al Beatus Ille, que hereda Juan Luis de León:
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con solo Dios se compasa
y a solas su vida pasa
ni envidiado ni envidioso
Menos es más.
Un abrazo
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