Averroes

 

Paris, Oxford, Cambridge y Bolonia, beben de las fuentes de Averroes.

Es un filósofo, medico cordobés musulmán, maestro de filosofía y leyes islámicas, matemáticas, astronomía y medicina.

Es el protagonista de la historia La busca de Averroes en El Aleph, de Jorge Luis Borges. Averroes, como Ibn Rushd, es uno de los personajes de la novela Dos años, ocho meses y veintiocho noches de Salman Rushdie.

También es mencionado en el cuarto canto de La divina comedia de Dante. Averroes forma parte de una novela de la autora Ikram Antaki en su libro El espíritu de Córdoba, la cuál en conjunto con otro filósofo cordobés, discuten temas sobre matemáticas, religión y humanismo.

La fama del sabio cordobés en el mundo arabo-islámico se debe a su labor como jurista; si bien no llegó a ejercer como filósofo, sí lo hace como médico, dentro de la tradición de la escuela hipocrático-galénica.

El nombre de Averroes está ligado al de Aristóteles, quien penetra en Occidente a través de los comentarios de Averroes.

Hay una gran influencia del filósofo andalusí en el pensamiento medieval cristiano y el primer Renacimiento, entre cuyos continuadores destacan el dominico Alberto Magno y su discípulo Tomás de Aquino, y los averroístas latinos, con la figura prominente de Marsilio de Padua.

El cordobés Averroes vive en el siglo XII y ejerce como juez mayor en al-Andalus. Su fama a lo largo de la historia está ligada, sin embargo, a la filosofía en la que destaca como excelente comentador de Aristóteles y autor de importantes obras originales.

Prestigioso en el mundo islámico solo como jurista, es el Occidente cristiano el que difunde su pensamiento filosófico, primero en la Baja Edad Media y después en el Renacimiento.

Dante lo elogia en conocidos versos, Rafael lo sitúa junto a Platón y Aristóteles entre los grandes sabios griegos en su famosa pintura La escuela de Atenas.

Con Averroes el pensamiento medieval recupera el racionalismo de Aristóteles y el naturalismo de la ciencia griega.

 Entre sus innovadoras teorías destaca la eternidad del mundo, crítica a la teología, separación entre religión y filosofía cuya autonomía reconoce, elaboración de una psicología inmanentista centrada en el papel creativo del intelecto, defensa de los derechos de las mujeres.

Los grandes teólogos del medievo cristiano Alberto Magno y Tomás de Aquino son los verdaderos receptores de Averroes.

 No solo aceptan su novedosa hermenéutica sino que incorporan el aristotelismo a su pensamiento filosófico-teológico, incluyendo en él algunas doctrinas psicológicas y éticas de inspiración averroísta que son consideradas heterodoxas por la jerarquía eclesiástica de la época.

Por su parte, los maestros de la Facultad de Artes de París se adhieren en el siglo XIII a un averroísmo radical que trae como consecuencia la persecución y el abandono de sus cátedras. La mayor contribución de los llamados averroístas latinos es en el terreno político con Marsilio de Padua (1278-1343), el primer pensador cristiano que elabora una concepción laica del Estado al afirmar que el poder no es sagrado, alejándose así del tradicional servilismo al derecho canónico y a la teología…

Averroes proviene de una familia de estudiosos de derecho. Su abuelo es cadi principal de Córdoba bajo el régimen de los almoravides y su padre mantuvo el mismo cargo hasta la llegada de la dinastía almohade en 1146. El propio Averroes es nombrado cadí de Sevilla y sirvió en las cortes de Sevilla, Córdoba y Marruecos durante su carrera.

Además de elaborar una enciclopedia médica, escribe comentarios sobre la obra de Aristótoteles de ahí que es conocido como «el Comentador». En su obra Refutacion de la Refutacion (Tahafut al-tahafut) defiende la filosofía aristotélica frente a las afirmaciones de Al.Ghazali de que la filosofía estaría en contradicción con la religión y sería, por lo tanto una afrenta a las enseñanzas del Islam. Jacob Anatoli traduce sus obras del árabe al hebreo durante el siglo XIII.

A finales del siglo XII una ola de fanatismo integrista islámico invadió Al-Andalus después de la conquista de los almohades y Averroes fue desterrado y aislado en Lucena y en Cabra, cerca de Cordoba, y se prohíben sus obras.

Meses antes de su muerte, sin embargo, es reivindicado y llamado a la corte en Marruecos. Muchas de sus obras de lógica y de metafísica se han perdido definitivamente como consecuencia de la censura. Gran parte de su obra solo ha podido sobrevivir a través de traducciones en hebreo y latín, y no solo en su original árabe. Su principal discípulo es Ibn Tumlus, quien le sucede como médico de cámara del quinto califa almohade Al-Nasir.

En Occidente, Averroes es conocido por sus extensos comentarios sobre Aristóteles. Sus pensamientos generaron controversias en la cristiandad latina y desencadenaron un movimiento filosófico llamado averroísmo basado en sus escritos. La teoría de Averroes sobre la unidad del intelecto se convirtió en una de las doctrinas averroístas más conocidas y controvertidas. Sus obras fueron condenadas por la Iglesia Católica en 1270 y 1277. Aunque debilitado por las refutaciones de santo Tomas de Aquino, el averroísmo latino continua atrayendo seguidores hasta el siglo xvi.

Averroes crece en una familia conocida por su servicio público, sobre todo en leyes y religión.Su abuelo Abu al-Walid Muhammad fue cadí principal de Córdoba e imán de la mezquita aljama bajo el gobierno de los almoravides. Su padre, Abu al-Qasim Ahmad, no fue tan conocido como su abuelo, pero también fue cadí hasta el control almohade de la ciudad en 1146.​

La educación de Averroes es esmerada, comenzando sus estudios en hadiz (tradiciones del profeta Mahoma) jurisprudencia, medicina y teología. Aprende jurisprudencia malikí de mano de al-Hafiz Abu Muhammad ibn Rizq y hadiz con Ibn Bashkuwal, un pupilo de su abuelo. Su padre también le proporciona conocimientos de jurisprudencia. El campo de la medicina le es instruido por Abu Jafar Jarim al-Tajail, quien le enseñara además filosofía. Del mismo modo, conoce las escrituras del filósofo Ibn Bajjah, más conocido como Avenpace y quizás incluso lo conociera y tutorizara personalmente. Acudía a reuniones regulares de filósofos, médicos y poetas en Sevilla, concurridos por filósofos como Ibn TufaylIbn Zuhr o el futuro califa Abu Yusuf Yaqub. Asimismo, estudió la teología kalam de la escuela Ashariyyah, que más adelante él mismo critica. Su biógrafo del siglo xiii, Ibn al-Abbar, escribió que estaba más interesado en el estudio de las leyes y sus principios que en el hadiz, especialmente el khilaf, disputas y controversias de la jurisprudencia islámica. Ibn al-Abbar también menciona su dedicación a las «ciencias de los antiguos», en referencia a la filosofía y ciencia de la antigua Grecia.34

En 1153 Averroes esta en Marrakech, la capital del califato almohade, para realizar observaciones astronómicas y para apoyar el proyecto almohade de construir nuevas instituciones educativas. Espera encontrar algún tipo de leyes físicas sobre los movimientos astronómicos en lugar de las leyes matemáticas que eran las únicas conocidas en la época, aunque su investigación no da sus frutos. Durante su estancia en Marrakech, conoce a Ibn Tufayl, un filósofo, autor de Hayy ibn Yaqdhan, quien también es médico en la corte califal. Averroes e Ibn Tufayl inician una amistad a pesar de sus diferencias filosóficas.

En 1169, Ibn Tufayl presenta a Averroes ante el califa almohade Abu Yaqub Yusuf. Según las crónicas del historiador Abdelwahid al-Marrakushi, el califa le pregunta a Averroes si el cielo había existido desde siempre o había sido creado. Preocupado por la respuesta que pudiera dar, ya que podría dar pie a una controversia y ponerlo en peligro, decide no contestar. El califa entonces desarrolla las ideas de PlatónAristóteles y otros filósofos musulmanes relacionadas con el tema y las discute con Ibn Tufayl. Esta muestra de conocimiento tranquiliza a Averroes, explicando sus ideas sobre el asunto, lo que impresiona al califa. Averroes también queda impresionado por el mismo, relatando que el califa tenía unas «grandes ganas de aprender, cosa que no imaginaba».

Tras este primer encuentro, Averroes queda bajo protección del califa hasta su muerte en 1184. Cuando el califa se queja a Ibn Tufayl de la complejidad para comprender las obras de Aristóteles, Ibn Tufayl le recomienda que inste a Averroes a escribir sobre ello; este es el principio de los voluminosos comentarios del filósofo sobre Aristóteles, cuyos primeros comentarios son escritos en 1169, lo que le llevó a ser conocido como el Comentador.​

Ese mismo año, Averroes es nombrado cadí de Sevilla y en 1171 lo fue de su ciudad natal, Córdoba. Como cadí resuelve casos y realizaría fetuas (opiniones legales) basadas en la ley islámica, la sharia. La producción de sus escritos creció de manera exponencial durante esta época, a pesar de sus muchas obligaciones y sus viajes dentro del Imperio almohade, recorridos que aprovecha para investigar de nuevo sobre astronomía. En 1179 es nombrado de nuevo cadí de Sevilla. En 1182 sucedió a su amigo Ibn Tufayl como médico de la corte y ese mismo año es nombrado cadí jefe de Córdoba, un puesto prestigioso que ocupó previamente su abuelo.

En 1182 el califa Abu Yaqub murió y fue sucedido por Abu Yusuf Yaqub al-Mansur. Al principio, Averroes esta bajo el favor real, aunque finalmente en 1195 su fortuna cambia. Se le adjudican varios delitos y es acusado por un tribunal en Córdoba. Dicho tribunal condena sus obras y ordena la quema de las mismas y exilió a Averroes de la ciudad hasta la cercana Lucena y Cabra. Algunos biógrafos achacan este cambio a un posible insulto al califa en sus escritos, aunque investigaciones más recientes lo relacionan con motivos políticos. La Enciclopedia del Islam explica que el califa se distanció de Averroes y se acercó a posturas más ortodoxas de los ulema que se oponen a Averroes y cuyo apoyo era necesario para el califa con el objeto de combatir a los reinos cristianos.

Después de unos años, Averroes regresa a la corte de Marrakech y vuelve a gozar del favor califal. Muere poco después, el 11 de diciembre de 1198.

La noética de Averroes, formulada en su obra conocida como Gran comentario, parte de la distinción aristotélica entre dos intelectos, el nous pathetikós (intelecto receptivo) y el nous poietikós (intelecto agente), que permitió desligar la reflexión filosófica de las especulaciones míticas y políticas.

Averroes se esfuerza en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es posible la formulación de verdades universales y eternas por parte de seres perecederos.

El filósofo cordobés se distancia de Aristóteles al subrayar la función sensorial de los nervios y al reconocer en el cerebro la localización de algunas facultades intelectivas (imaginaciónmemoria…).

Averroes sitúa el origen de la intelección en la percepción sensible de los objetos individuales y concreta su fin en la universalización, que no existe fuera del alma (el principio de los animales): el proceso consiste en sentir, imaginar y, finalmente, captar el universal.

Ese universal tiene, por lo demás, existencia en cuanto que lo es por aquello que es particular. En cualquier caso, es el intelecto o entendimiento el que proporciona la universalidad a lo que parte de las cosas sensibles.

Así las cosas, en su obra Tahâfut expone la necesidad de que la ciencia se adecue a la realidad concreta y particular, pues no puede existir conocimiento directo de los universales.

La concepción del intelecto en Averroes es cambiante, pero en su formulación más amplia distingue cuatro tipos de intelecto, es decir, las cuatro fases que atraviesa el entendimiento en la génesis del conocimiento: material (receptivo), habitual (que permite concebirlo todo), agente (causa eficiente y formal de nuestro conocimiento, intrínseco al hombre y que existe en el alma) y adquirido (unión del hombre con el intelecto).

Averroes distingue, además, entre dos sujetos del conocimiento (más propiamente: los sujetos de los inteligibles en acto): el sujeto mediante el cual esos inteligibles son verdaderos (las formas que son imágenes verdaderas) y el sujeto mediante el que los inteligibles son un ente en el mundo (intelecto material). Consecuentemente, el sujeto de la sensación (por el cual es verdadera) existe fuera del alma y el sujeto del intelecto (por el cual este es verdadero), dentro.

A pesar de la condena de 219 tesis averroístas por parte del obispo parisino Étienne Tempier en 1277 a causa de su incompatibilidad con la doctrina católica, muchas de estas sobrevivieron en la literatura posterior de mano de autores como Giordano Bruno o Giovanni Pico della Mirandola. Así, encontramos en estos autores una defensa de la superioridad de la vida contemplativa-teórica frente a la vida práctica (en línea con lo defendido por Aristóteles en su Ética Nicomáquea, X o en y una reivindicación del carácter instrumental-político de la religión como una doctrina destinada al gobierno de las masas incapaces de darse una ley a sí mismas por medio de la razón. La ley religiosa, había dicho Averroes en su Tahafut al-tahafut (تهافت التهافت), proporciona la misma verdad que el filósofo alcanza indagando en la causa y la naturaleza de las cosas; sin embargo, ello no implica que la filosofía actúe en modo alguno en los hombres cultos como sustituto de la religión: «los filósofos creen que las religiones son construcciones necesarias para la civilización (…)». La existencia de la religión es también necesaria para la integración del filósofo en la sociedad civil.

Otras tesis que encontramos en Averroes son:

Que el mundo es eterno.

Que el alma está dividida en dos partes, una individual perecedera (intelecto pasivo) y otra divina y eterna (intelecto activo).

El intelecto activo es común a todos los hombres.

El intelecto activo se convierte en intelecto pasivo cuando se halla unido al alma humana. Cuando la facultad imaginativa del hombre recibe las imágenes que le proporciona la actividad de los sentidos, las transmite al intelecto pasivo. Las formas, que existen en potencia en tales imágenes, son actualizadas por el intelecto activo, convirtiéndose en conceptos y juicios. Por ello fue combatido por teólogos cristianos.

A fin de salvar la incompatibilidad de las tesis averroístas con la doctrina cristiana, Siger de Brabant propone la doctrina de la doble verdad, según la cual hay una verdad religiosa y una verdad filosófica y científica. Esta doctrina sería adoptada por la mayoría de defensores europeos del averroísmo.

Tahafut al-tahafut (تهافت التهافت, Refutación de la refutación o La destrucción de la destrucciónDestructio destructionis en latín)

Kitab fasl al-maqal (Sobre la armonía entre Religión y Filosofía)

Bidayat al-Mujtahid (Distinguido jurista)

Los comentarios al «Corpus aristotelicum», que comprenden:

Los comentarios menores (Yawami) a la Isagoge de Porfirio, al OrganonRetóricaPoéticaFísica, De Coelo et Mundo, De generatione et corruptioneMeteorológicosDe AnimaMetafísicaDe partibus animaliumDe generatione animalium y Parva Naturalia, de Aristóteles.

Comentarios medios (Taljisat) a la Isagoge de Porfirio. el Organon, Retórica, Poética, Física, De Coelo et Mundo, De generatione et corruptione, Meteorológicos, De Anima, Metafísica y Ética nicomaquea, de Aristóteles.

Comentarios mayores y menores (Tafasir) a los Segundos Analíticos, Física, De Coelo et Mundo, de Anima y Metafísica de Aristóteles.

Exposición de la República de Platón

Los Comentarios a PtolomeoAlejandro de AfrodisiasNicolás de DamascoGalenoal-FarabiAvicena y Avempace

El tratado De Substantia Orbis

Tres importantes escritos teológicos: Fasl al-MaqalKasf´al-Manahiy y Damima

Medicina

Averroes, que sirve como médico de la corte almohade, escribe varios tratados de medicina. El más célebre es Kitab al-kulliyyat al-Tibb (Libro de las generalidades de la medicina), latinizado en Occidente como el Colliget, escrito sobre 1162, antes de su nombramiento en la corte. El título de este libro es contrario al al-Juz’iyyat fi al-Tibb (Las particularidades de la medicina), escrito por su amigo Ibn Zuhr, ya que ambos colaboran a propósito para que sus obras se complementen. La traducción latina del Colliget se convierte en un libro de referencia sobre medicina en Europa durante siglos. Otros títulos que han sobrevivido son Sobre sentimentalismoLas diferencias de temperamento y Hierbas medicinales. Además, escribió resúmenes de las obras del médico griego Galeno y un comentario sobre el Poema de la medicina de Avicena.

Resumen del Kitab fasl al-maqal

Tratado decisivo que determina la naturaleza de la relación entre religión y filosofía

La ley obliga a hacer estudios de filosofía

Si los estudios teológicos del mundo son filosóficos, y la ley obliga a realizar dichos estudios, entonces la ley obliga a hacer filosofía.

La ley obliga a realizar estos estudios.

Estos estudios deben realizarse de la mejor manera, a través del razonamiento demostrativo.

Para dominar este instrumento, el pensador religioso debe llevar a cabo un estudio preliminar de lógica, de la misma manera que un abogado tiene que estudiar el razonamiento legal. Esto no es más herético en un caso que en el otro. Y la lógica tiene que ser aprendida de los maestros de la antigüedad, independientemente del hecho de que no sean musulmanes.

Después de la lógica debemos proceder a filosofar correctamente. También acá debemos aprender de nuestros predecesores, igual que en matemáticas y en leyes. Por lo tanto está mal prohibir el estudio de la filosofía antigua. El peligro que pueda presentar es accidental, tal como el peligro de tomar medicina, tomar agua o estudiar leyes.

Para cada hombre la ley ha previsto un camino hacia la verdad de acuerdo a su naturaleza, a través de métodos demostrativos, dialécticos o retóricos.

La filosofía no contiene nada que se oponga al islam

La verdad demostrativa y la verdad de las escrituras no pueden estar en conflicto.

Si el aparente significado de las Escrituras está en conflicto con las conclusiones de la demostración, entonces deben ser interpretadas alegóricamente, es decir, metafóricamente.

Con respecto a estas cuestiones tan difíciles, el error cometido por un juez calificado en la materia es perdonado por Dios, mientras que el error por parte de una persona no entendida en la materia no es perdonado.

Las interpretaciones filosóficas de las Escrituras no deberían ser enseñadas a las mayorías. La ley provee otros métodos para enseñarles.

El propósito de las Escrituras es enseñar las ciencias teóricas y prácticas y la práctica y las actitudes correctas.

Cuando se usan símbolos, cada tipo de personas, demostrativas, dialécticas o retóricas deben tratar de entender el sentido interior simbolizado o el restarle al contenido con el aparente sentido, de acuerdo a sus capacidades.

Explicarle el sentido interno a personas que no están capacitadas para entender, es destruir su fe en el sentido aparente sin reemplazarlo por otra cosa. El resultado es descreencia en alumnos y profesores. Es mejor para el estudioso profesar la ignorancia, citando el Corán sobre los límites del entendimiento humano.

Los métodos apropiados para enseñar a la gente están indicados en el Corán, como sabían los primeros musulmanes. Las partes populares del Libro son maravillosas al responder a las necesidades de todo tipo de mentes.

Es un filósofo, medico cordobés musulmán, maestro de filosofía y leyes islámicas, matemáticas, astronomía y medicina.

Su fama en el mundo arabo-islámico se debe a su labor como jurista; si bien no llega a ejercer como filósofo, sí lo hace como médico, dentro de la tradición de la escuela hipocrático-galénica. El nombre de Averroes está ligado al de Aristóteles, quien penetra en Occidente a través de los comentarios de Averroes.

Hay una gran influencia del filósofo andalusí en el pensamiento medieval cristiano y el primer Renacimiento, entre cuyos continuadores destacan el dominico Alberto Magno y su discípulo Tomás de Aquino, y los averroístas latinos, con la figura prominente de Marsilio de Padua.

El cordobés Averroes vive en el siglo XII y ejerce como juez mayor en al-Andalus. Su fama a lo largo de la historia está ligada, sin embargo, a la filosofía en la que destaca como excelente comentador de Aristóteles y autor de importantes obras originales. Prestigioso en el mundo islámico solo como jurista, es el Occidente cristiano el que difunde su pensamiento filosófico, primero en la Baja Edad Media y después en el Renacimiento.

Dante lo elogia en conocidos versos, Rafael lo sitúa junto a Platón y Aristóteles entre los grandes sabios griegos en su famosa pintura La escuela de Atenas.

Con Averroes el pensamiento medieval recupera el racionalismo de Aristóteles y el naturalismo de la ciencia griega.

 Entre sus innovadoras teorías destaca la eternidad del mundo, crítica a la teología, separación entre religión y filosofía cuya autonomía reconoce, elaboración de una psicología inmanentista centrada en el papel creativo del intelecto, defensa de los derechos de las mujeres.

Los grandes teólogos del medievo cristiano Alberto Magno y Tomás de Aquino son los verdaderos receptores de Averroes.

 No solo aceptan su novedosa hermenéutica sino que incorporan el aristotelismo a su pensamiento filosófico-teológico, incluyendo en él algunas doctrinas psicológicas y éticas de inspiración averroísta que son consideradas heterodoxas por la jerarquía eclesiástica de la época.

Por su parte, los maestros de la Facultad de Artes de París se adhieren en el siglo XIII a un averroísmo radical que trae como consecuencia la persecución y el abandono de sus cátedras. La mayor contribución de los llamados averroístas latinos es en el terreno político con Marsilio de Padua (1278-1343), el primer pensador cristiano que elabora una concepción laica del Estado al afirmar que el poder no es sagrado, alejándose así del tradicional servilismo al derecho canónico y a la teología…

Averroes proviene de una familia de estudiosos de derecho. Su abuelo es cadi principal de Córdoba bajo el régimen de los almoravides y su padre mantuvo el mismo cargo hasta la llegada de la dinastía almohade en 1146. El propio Averroes es nombrado cadí de Sevilla y sirvió en las cortes de Sevilla, Córdoba y Marruecos durante su carrera.

Además de elaborar una enciclopedia médica, escribe comentarios sobre la obra de Aristótoteles de ahí que es conocido como «el Comentador». En su obra Refutacion de la Refutacion (Tahafut al-tahafut) defiende la filosofía aristotélica frente a las afirmaciones de Al.Ghazali de que la filosofía estaría en contradicción con la religión y sería, por lo tanto una afrenta a las enseñanzas del Islam. Jacob Anatoli traduce sus obras del árabe al hebreo durante el siglo XIII.

A finales del siglo XII una ola de fanatismo integrista islámico invadió Al-Andalus después de la conquista de los almohades y Averroes fue desterrado y aislado en Lucena y en Cabra, cerca de Cordoba, y se prohíben sus obras.

Meses antes de su muerte, sin embargo, es reivindicado y llamado a la corte en Marruecos. Muchas de sus obras de lógica y de metafísica se han perdido definitivamente como consecuencia de la censura. Gran parte de su obra solo ha podido sobrevivir a través de traducciones en hebreo y latín, y no solo en su original árabe. Su principal discípulo es Ibn Tumlus, quien le sucede como médico de cámara del quinto califa almohade Al-Nasir.

En Occidente, Averroes es conocido por sus extensos comentarios sobre Aristóteles. Sus pensamientos generaron controversias en la cristiandad latina y desencadenaron un movimiento filosófico llamado averroísmo basado en sus escritos. La teoría de Averroes sobre la unidad del intelecto se convirtió en una de las doctrinas averroístas más conocidas y controvertidas. Sus obras fueron condenadas por la Iglesia Católica en 1270 y 1277. Aunque debilitado por las refutaciones de santo Tomas de Aquino, el averroísmo latino continua atrayendo seguidores hasta el siglo xvi.

Averroes crece en una familia conocida por su servicio público, sobre todo en leyes y religión.Su abuelo Abu al-Walid Muhammad fue cadí principal de Córdoba e imán de la mezquita aljama bajo el gobierno de los almoravides. Su padre, Abu al-Qasim Ahmad, no fue tan conocido como su abuelo, pero también fue cadí hasta el control almohade de la ciudad en 1146.​

La educación de Averroes es esmerada, comenzando sus estudios en hadiz (tradiciones del profeta Mahoma) jurisprudencia, medicina y teología. Aprende jurisprudencia malikí de mano de al-Hafiz Abu Muhammad ibn Rizq y hadiz con Ibn Bashkuwal, un pupilo de su abuelo. Su padre también le proporciona conocimientos de jurisprudencia. El campo de la medicina le es instruido por Abu Jafar Jarim al-Tajail, quien le enseñara además filosofía. Del mismo modo, conoce las escrituras del filósofo Ibn Bajjah, más conocido como Avenpace y quizás incluso lo conociera y tutorizara personalmente. Acudía a reuniones regulares de filósofos, médicos y poetas en Sevilla, concurridos por filósofos como Ibn TufaylIbn Zuhr o el futuro califa Abu Yusuf Yaqub. Asimismo, estudió la teología kalam de la escuela Ashariyyah, que más adelante él mismo critica. Su biógrafo del siglo xiii, Ibn al-Abbar, escribió que estaba más interesado en el estudio de las leyes y sus principios que en el hadiz, especialmente el khilaf, disputas y controversias de la jurisprudencia islámica. Ibn al-Abbar también menciona su dedicación a las «ciencias de los antiguos», en referencia a la filosofía y ciencia de la antigua Grecia.34

En 1153 Averroes esta en Marrakech, la capital del califato almohade, para realizar observaciones astronómicas y para apoyar el proyecto almohade de construir nuevas instituciones educativas. Espera encontrar algún tipo de leyes físicas sobre los movimientos astronómicos en lugar de las leyes matemáticas que eran las únicas conocidas en la época, aunque su investigación no da sus frutos. Durante su estancia en Marrakech, conoce a Ibn Tufayl, un filósofo, autor de Hayy ibn Yaqdhan, quien también es médico en la corte califal. Averroes e Ibn Tufayl inician una amistad a pesar de sus diferencias filosóficas.

En 1169, Ibn Tufayl presenta a Averroes ante el califa almohade Abu Yaqub Yusuf. Según las crónicas del historiador Abdelwahid al-Marrakushi, el califa le pregunta a Averroes si el cielo había existido desde siempre o había sido creado. Preocupado por la respuesta que pudiera dar, ya que podría dar pie a una controversia y ponerlo en peligro, decide no contestar. El califa entonces desarrolla las ideas de PlatónAristóteles y otros filósofos musulmanes relacionadas con el tema y las discute con Ibn Tufayl. Esta muestra de conocimiento tranquiliza a Averroes, explicando sus ideas sobre el asunto, lo que impresiona al califa. Averroes también queda impresionado por el mismo, relatando que el califa tenía unas «grandes ganas de aprender, cosa que no imaginaba».

Tras este primer encuentro, Averroes queda bajo protección del califa hasta su muerte en 1184. Cuando el califa se queja a Ibn Tufayl de la complejidad para comprender las obras de Aristóteles, Ibn Tufayl le recomienda que inste a Averroes a escribir sobre ello; este es el principio de los voluminosos comentarios del filósofo sobre Aristóteles, cuyos primeros comentarios son escritos en 1169, lo que le llevó a ser conocido como el Comentador.5

Ese mismo año, Averroes es nombrado cadí de Sevilla y en 1171 lo fue de su ciudad natal, Córdoba. Como cadí resuelve casos y realizaría fetuas (opiniones legales) basadas en la ley islámica, la sharia. La producción de sus escritos creció de manera exponencial durante esta época, a pesar de sus muchas obligaciones y sus viajes dentro del Imperio almohade, recorridos que aprovecha para investigar de nuevo sobre astronomía. En 1179 es nombrado de nuevo cadí de Sevilla. En 1182 sucedió a su amigo Ibn Tufayl como médico de la corte y ese mismo año es nombrado cadí jefe de Córdoba, un puesto prestigioso que ocupó previamente su abuelo.

En 1182 el califa Abu Yaqub murió y fue sucedido por Abu Yusuf Yaqub al-Mansur. Al principio, Averroes esta bajo el favor real, aunque finalmente en 1195 su fortuna cambia. Se le adjudican varios delitos y es acusado por un tribunal en Córdoba. Dicho tribunal condena sus obras y ordena la quema de las mismas y exilió a Averroes de la ciudad hasta la cercana Lucena y Cabra. Algunos biógrafos achacan este cambio a un posible insulto al califa en sus escritos, aunque investigaciones más recientes lo relacionan con motivos políticos. La Enciclopedia del Islam explica que el califa se distanció de Averroes y se acercó a posturas más ortodoxas de los ulema que se oponen a Averroes y cuyo apoyo era necesario para el califa con el objeto de combatir a los reinos cristianos.

Después de unos años, Averroes regresa a la corte de Marrakech y vuelve a gozar del favor califal. Muere poco después, el 11 de diciembre de 1198.

Filosofía del conocimiento

La noética de Averroes, formulada en su obra conocida como Gran comentario, parte de la distinción aristotélica entre dos intelectos, el nous pathetikós (intelecto receptivo) y el nous poietikós (intelecto agente), que permitió desligar la reflexión filosófica de las especulaciones míticas y políticas.

Averroes se esfuerza en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es posible la formulación de verdades universales y eternas por parte de seres perecederos.

El filósofo cordobés se distancia de Aristóteles al subrayar la función sensorial de los nervios y al reconocer en el cerebro la localización de algunas facultades intelectivas (imaginaciónmemoria…).

Averroes sitúa el origen de la intelección en la percepción sensible de los objetos individuales y concreta su fin en la universalización, que no existe fuera del alma (el principio de los animales): el proceso consiste en sentir, imaginar y, finalmente, captar el universal.

Ese universal tiene, por lo demás, existencia en cuanto que lo es por aquello que es particular. En cualquier caso, es el intelecto o entendimiento el que proporciona la universalidad a lo que parte de las cosas sensibles.

Así las cosas, en su obra Tahâfut expone la necesidad de que la ciencia se adecue a la realidad concreta y particular, pues no puede existir conocimiento directo de los universales.

La concepción del intelecto en Averroes es cambiante, pero en su formulación más amplia distingue cuatro tipos de intelecto, es decir, las cuatro fases que atraviesa el entendimiento en la génesis del conocimiento: material (receptivo), habitual (que permite concebirlo todo), agente (causa eficiente y formal de nuestro conocimiento, intrínseco al hombre y que existe en el alma) y adquirido (unión del hombre con el intelecto).

Averroes distingue, además, entre dos sujetos del conocimiento (más propiamente: los sujetos de los inteligibles en acto): el sujeto mediante el cual esos inteligibles son verdaderos (las formas que son imágenes verdaderas) y el sujeto mediante el que los inteligibles son un ente en el mundo (intelecto material). Consecuentemente, el sujeto de la sensación (por el cual es verdadera) existe fuera del alma y el sujeto del intelecto (por el cual este es verdadero), dentro.

A pesar de la condena de 219 tesis averroístas por parte del obispo parisino Étienne Tempier en 1277 a causa de su incompatibilidad con la doctrina católica, muchas de estas sobrevivieron en la literatura posterior de mano de autores como Giordano Bruno o Giovanni Pico della Mirandola. Así, encontramos en estos autores una defensa de la superioridad de la vida contemplativa-teórica frente a la vida práctica (en línea con lo defendido por Aristóteles en su Ética Nicomáquea, X o en y una reivindicación del carácter instrumental-político de la religión como una doctrina destinada al gobierno de las masas incapaces de darse una ley a sí mismas por medio de la razón. La ley religiosa, había dicho Averroes en su Tahafut al-tahafut (تهافت التهافت), proporciona la misma verdad que el filósofo alcanza indagando en la causa y la naturaleza de las cosas; sin embargo, ello no implica que la filosofía actúe en modo alguno en los hombres cultos como sustituto de la religión: «los filósofos creen que las religiones son construcciones necesarias para la civilización (…)». La existencia de la religión es también necesaria para la integración del filósofo en la sociedad civil.

Otras tesis que encontramos en Averroes son:

Que el mundo es eterno.

Que el alma está dividida en dos partes, una individual perecedera (intelecto pasivo) y otra divina y eterna (intelecto activo).

El intelecto activo es común a todos los hombres.

El intelecto activo se convierte en intelecto pasivo cuando se halla unido al alma humana. Cuando la facultad imaginativa del hombre recibe las imágenes que le proporciona la actividad de los sentidos, las transmite al intelecto pasivo. Las formas, que existen en potencia en tales imágenes, son actualizadas por el intelecto activo, convirtiéndose en conceptos y juicios. Por ello fue combatido por teólogos cristianos.

A fin de salvar la incompatibilidad de las tesis averroístas con la doctrina cristiana, Siger de Brabant propone la doctrina de la doble verdad, según la cual hay una verdad religiosa y una verdad filosófica y científica. Esta doctrina sería adoptada por la mayoría de defensores europeos del averroísmo.

Tahafut al-tahafut (تهافت التهافت, Refutación de la refutación o La destrucción de la destrucciónDestructio destructionis en latín)

Kitab fasl al-maqal (Sobre la armonía entre Religión y Filosofía)

Bidayat al-Mujtahid (Distinguido jurista)

Los comentarios al «Corpus aristotelicum», que comprenden:

Los comentarios menores (Yawami) a la Isagoge de Porfirio, al OrganonRetóricaPoéticaFísica, De Coelo et Mundo, De generatione et corruptioneMeteorológicosDe AnimaMetafísicaDe partibus animaliumDe generatione animalium y Parva Naturalia, de Aristóteles.

Comentarios medios (Taljisat) a la Isagoge de Porfirio. el Organon, Retórica, Poética, Física, De Coelo et Mundo, De generatione et corruptione, Meteorológicos, De Anima, Metafísica y Ética nicomaquea, de Aristóteles.

Comentarios mayores y menores (Tafasir) a los Segundos Analíticos, Física, De Coelo et Mundo, de Anima y Metafísica de Aristóteles.

Exposición de la República de Platón

Los Comentarios a PtolomeoAlejandro de AfrodisiasNicolás de DamascoGalenoal-FarabiAvicena y Avempace

El tratado De Substantia Orbis

Tres importantes escritos teológicos: Fasl al-MaqalKasf´al-Manahiy y Damima

Medicina

Averroes, que sirve como médico de la corte almohade, escribe varios tratados de medicina. El más célebre es Kitab al-kulliyyat al-Tibb (Libro de las generalidades de la medicina), latinizado en Occidente como el Colliget, escrito sobre 1162, antes de su nombramiento en la corte. El título de este libro es contrario al al-Juz’iyyat fi al-Tibb (Las particularidades de la medicina), escrito por su amigo Ibn Zuhr, ya que ambos colaboran a propósito para que sus obras se complementen. La traducción latina del Colliget se convierte en un libro de referencia sobre medicina en Europa durante siglos. Otros títulos que han sobrevivido son Sobre sentimentalismoLas diferencias de temperamento y Hierbas medicinales. Además, escribió resúmenes de las obras del médico griego Galeno y un comentario sobre el Poema de la medicina de Avicena.

Resumen del Kitab fasl al-maqal

Tratado decisivo que determina la naturaleza de la relación entre religión y filosofía

La ley obliga a hacer estudios de filosofía

Si los estudios teológicos del mundo son filosóficos, y la ley obliga a realizar dichos estudios, entonces la ley obliga a hacer filosofía.

La ley obliga a realizar estos estudios.

Estos estudios deben realizarse de la mejor manera, a través del razonamiento demostrativo.

Para dominar este instrumento, el pensador religioso debe llevar a cabo un estudio preliminar de lógica, de la misma manera que un abogado tiene que estudiar el razonamiento legal. Esto no es más herético en un caso que en el otro. Y la lógica tiene que ser aprendida de los maestros de la antigüedad, independientemente del hecho de que no sean musulmanes.

Después de la lógica debemos proceder a filosofar correctamente. También acá debemos aprender de nuestros predecesores, igual que en matemáticas y en leyes. Por lo tanto está mal prohibir el estudio de la filosofía antigua. El peligro que pueda presentar es accidental, tal como el peligro de tomar medicina, tomar agua o estudiar leyes.

Para cada hombre la ley ha previsto un camino hacia la verdad de acuerdo a su naturaleza, a través de métodos demostrativos, dialécticos o retóricos.

La filosofía no contiene nada que se oponga al islam

La verdad demostrativa y la verdad de las escrituras no pueden estar en conflicto.

Si el aparente significado de las Escrituras está en conflicto con las conclusiones de la demostración, entonces deben ser interpretadas alegóricamente, es decir, metafóricamente.

Con respecto a estas cuestiones tan difíciles, el error cometido por un juez calificado en la materia es perdonado por Dios, mientras que el error por parte de una persona no entendida en la materia no es perdonado.

Las interpretaciones filosóficas de las Escrituras no deberían ser enseñadas a las mayorías. La ley provee otros métodos para enseñarles.

El propósito de las Escrituras es enseñar las ciencias teóricas y prácticas y la práctica y las actitudes correctas.

Cuando se usan símbolos, cada tipo de personas, demostrativas, dialécticas o retóricas deben tratar de entender el sentido interior simbolizado o el restarle al contenido con el aparente sentido, de acuerdo a sus capacidades.

Explicarle el sentido interno a personas que no están capacitadas para entender, es destruir su fe en el sentido aparente sin reemplazarlo por otra cosa. El resultado es descreencia en alumnos y profesores. Es mejor para el estudioso profesar la ignorancia, citando el Corán sobre los límites del entendimiento humano.

Los métodos apropiados para enseñar a la gente están indicados en el Corán, como sabían los primeros musulmanes. Las partes populares del Libro son maravillosas al responder a las necesidades de todo tipo de mentes.

Cruz Hernández, M., Abū-l-Walīd Muḥammad ibn Rušd (Averroes). Vida, Obra, Pensamiento, Influencia, CajaSur: Córdoba, 1997 (2ª ed).

Maiza Ozcoidi, I., La concepción de la filosofía en Averroes, Trotta/UNED: Madrid, 2001.

Martínez Lorca, A., Averroes, el sabio cordobés que iluminó Europa, Editorial Utopía: Córdoba, 2015 (4ª ed).

—–, Hacia un nuevo Averroes. Naturalismo y crítica en el pensador andalusí que revolucionó Europa, UNED: Madrid, 2017.

Yabri, M. Á., El legado filosófico árabe, Madrid, Trotta, 2006 (3ª ed).

https://www.march.es/es/madrid/conferencia/maimonides-averroes-dos-sabios-que-iluminaron-pensamiento-medieval-averroes

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/medicos-islam_8595

Fundación Juan March

https://es.wikipedia.org/wiki/Averroes

https://www.recantodasletras.com.br/biografias/5482899

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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