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Los Rollos del Mar Muerto son más de 900 manuscritos, la mayoría escritos en hebreo, que sirven de testimonio de los textos bíblicos más antiguos que se conozcan.

Crean controversia porque los Rollos de Qumrán son más de mil años más antiguos que los manuscritos bíblicos.

También conocidos como rollos de Qumrán, por el lugar en donde son hallados, contienen un cuerpo único de literatura religiosa. Se dividen en dos grandes grupos: los manuscritos bíblicos —que se recopilan en la Biblia hebrea actual— y los no-bíblicos. Estos últimos son textos sagrados que circulaban alrededor de la época del Segunda Templo de Salomon.

Estan dispersos a lo largo de 12 cuevas en Medio Oriente. En algunos casos, incluso, no se tiene certeza de su procedencia. Entre manuscritos bíblicos y sectarios, se han sumado hasta 972 textos antiguos. Los arqueólogos destacan registros de leyes, costumbres y creencias de la antigüedad.

Por la amplísima variedad de relatos sagrados, los investigadores piensan que las comunidades contemporáneas de los Rollos no poseen una concepción unificada de la Biblia. Por el contrario, la idea de canon bíblico se consolida siglos después, durante el Imperio Romano. Algunos de los pasajes fueron cercenados de la narrativa religiosa oficial.

Son sectarios, pues son un conjunto articulado de concepciones teológicas, escatológicas, morales y éticas.

El uso del antiguo calendario solar hebreo por la comunidad esenia, diferente del oficialmente vigente en el siglo I d. C., distingue a la comunidad que habita en Qumrán de otras corrientes judías, como los fariseos y saduceos.

Los arqueólogos hallaron además un comedor, un aula, una biblioteca, despensas y aljibes ABC
Las concepciones de los miembros de esta comunidad chocan con las de los poderes sociales del momento.

Por eso, a diferencia del nacionalismo de los zelotes, la secta de Qumrán no ve en el establecimiento nacional judío oficial una alternativa contra Roma.


La idea que se saca de la lectura de estos manuscritos coincide bastante bien con la forma en que los autores antiguos describen a los esenios.
El estudio del contenido y significado de los Manuscritos del Mar Muerto muestra un judaísmo diferente al judaísmo rabínico posterior (más afín a la secta de los fariseos), pero que, al mismo tiempo, tiene varias coincidencias con el cristianismo.
Los manuscritos son contemporáneos a Jesús de Nazaret y a sus primeros discípulos, el estudio de estos es de gran utilidad para entender el nacimiento del cristianismo en el interior del judaísmo.
El cristianismo tiene un origen esenio (probablemente qumramita). Se identifica a Jesús de Nazaret con el Maestro de Justicia que funda la congregación esenia autora de los manuscritos.
Según esta corriente, Jesús celebra la última cena el día de la Pascua judía según el calendario de Qumrán. Esto, en teoría, resuelve los problemas de datación que se dan si se comparan las versiones de Mateo, Marco y Lucas con la de Juan.
Los autores de los Manuscritos del Mar Muerto son una fuente del cristianismo primitivo que preparan en el desierto el camino de Jesús.
Hay afinidad con algunas ideas aparecidas posteriormente en el Evangelio de Juan y otros libros del Nuevo Testamento.
Los escritos de Qumrán inciden en temas claves resaltados por Jesús y los cristianos…
Estos 972 manuscritos son hallados en cuevas situadas en Qumrán, Israel, a orillas del mar Muerto.
De entre 250 al 66 d.C. años antes de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén.
Redactados en hebreo y arameo, solo con algunos ejemplares en griego. En 1946 los primeros siete manuscritos son descubiertos por pastores beduinos, en una cueva en las cercanías de las ruinas de Qumrán, en la orilla noroccidental del mar Muerto.
Hasta 1956, se encuentran manuscritos en once cuevas de la misma zona.
Algunos constituyen el testimonio más antiguo del texto bíblico encontrado hasta la fecha.
En Qumrán se descubren doscientas copias, la mayoría muy fragmentadas, de todos los libros de la Biblia hebrea, con excepción del Libro de Ester (aunque tampoco se han hallan fragmentos de Nehemías, que en la Biblia hebrea forma parte del Libro de Esdras). Del Libro de Isaías se ha encontrado un ejemplar completo.
Otra parte de los manuscritos son libros no incluidos en el canon del Tanaj, comentarios, calendarios, oraciones y normas de los esenios.

La mayoría de los manuscritos están hoy en el Museo de Israel y en el Museo Rockefeller (ambos en Jerusalén), así como en el Museo Arqueológico de Jordania (en Amán). Otros estan en la Biblioteca Nacional de Francia (en París), o en manos privadas, como la Colección Schøyen (en Noruega).

En 2020 el Museo de la Biblia de Washington D. C. anuncia que los 16 fragmentos que se hallan en dicho museo son falsificaciones realizadas en el siglo XX.
Los nuevos hallazgos no ponen en duda los miles de fragmentos reales, la mayoría de los cuales yacen en el Santuario del Libro, parte del Museo de Israel.
Los primeros siete rollos de pergamino, que con certeza proceden de Qumrán, los encuentran por casualidad dos pastores beduinos de la tribu Ta’amireh en 1947 en una de las cuevas mientras persiguen a una de sus cabras.
Estos rollos se venden (troceados, para aumentar su precio) a dos anticuarios de Belén. Cuatro de ellos se revenden por una pequeña cantidad al archimandrita del monasterio sirio-ortodoxo de San Marcos en Jerusalén, Atanasio Josué Samuel (más conocido como Mar Samuel).
Los tres siguientes terminan en manos del profesor judío Eleazar Sukenik, arqueólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, quien, dándose cuenta de su valor, los compra en 1954.
Posteriormente, se publican copias de los rollos, despertando un interés masivo por parte de arqueólogos bíblicos. La publicación de las copias dan como resultado el hallazgo de otros seiscientos pergaminos y cientos de fragmentos más.
Lo más importante del hallazgo es la antigüedad de los manuscritos, que en su mayoría datan de entre los años 250 a. C. y 66 d. C. Esto los sitúa entre los textos más antiguos del Tanaj o Antiguo Testamento bíblico disponibles en lengua hebrea; y también permite estudiar importantes fuentes teológicas y organizativas del judaísmo y del cristianismo.
Se cree que los ocultan los esenios para preservarlos de la guerra de los romanos contra los rebeldes judíos de aquellos años.

En febrero de 2017, arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén anuncian el descubrimiento de la cueva número doce en unas colinas al oeste de Qumrán, cerca de la orilla noroeste del Mar Muerto. No se encuentran manuscritos en la cueva, se hallan frascos de almacenamiento vacíos. Estos están rotos y se supone que el contenido se retira con anterioridad. Se encuentran hachas de hierro que son de alrededor del año 1950, la cueva ha sido saqueada.
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuscritos_del_Mar_Muerto
https://www.bbc.com/mundo/noticias-49638393
https://www.abc.es/cultura/abci-manuscritos-mar-muerto-enf-202206120325_noticia.html
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