Marilyn Monroe  musa de Andy Warhol

Lo que es genial de este país es que Estados Unidos ha iniciado una tradición en la que los consumidores más ricos compran esencialmente las mismas cosas que los más pobres. Puedes estar viendo la tele, ver un anuncio de Coca-Cola y sabes que el Presidente bebe Coca-Cola, Liz Taylor bebe Coca-Cola y piensas que tú también puedes beber Coca-Cola. Una cola es una cola, y ningún dinero del mundo puede hacer que encuentres una cola mejor que la que está bebiéndose el mendigo de la esquina. Todas las colas son la misma y todas las colas son buenas. Liz Taylor lo sabe, el Presidente lo sabe, el mendigo lo sabe, y tú lo sabes.

Andy Warhol

Un artista y una actriz con vidas paralelas, se unen para crear la serie de retratos más famosa y cara de la historia del arte moderno.

Comienza en 1962, en East 47th Street en Manhattan, en The Factory de Andy Warhol. 

Inspirado por una fotografía promocional de la película Niágara (1953) –el thriller protagonizado por Marilyn Monroe –, Warhol comienza una serie de serigrafías usando una imagen de la (entonces) recién fallecida actriz con el objetivo de congelar en el tiempo la imagen que simbolizaba la personificación del encanto y el glamour.

Es el inicio de una conexión donde el arte popular y la era de oro de Hollywood se unen dando  una combinación paradójica. 

Aunque Marilyn nunca admire en vida la obra que consolida a Warhol como rey del Pop Art.

Cuatro meses después de la repentina muerte de la actriz en 1962 a los 36 años de edad,  Warhol crea Marilyn Diptych (1962), una obra que contine el significado conciso del sueño y la perfección americana.

Pero este significado es erróneo.

El estereotipo de belleza idealizada, Andy lo conoce, aunque la obra no analiza el encanto y la perfección, sino que la cuestiona.

Hay conexión entre la vida de Marilyn, la de Warhol, y la del Pop Art.

Marilyn convierte a Warhol en un eterno rey del arte y Warhol convierte a Marilyn en un icono inmortal

Warhol desde la infancia, esta obsesionado con las estrellas de cine.

Es hijo de una pareja inmigrantes de Eslovaquia, el sueño de la fama viviendo en Pittsburgh parece distante y las inseguridades llenan su vida sin saber que algún día se convertira en una de las figuras más influyentes de la historia del arte.

Mientras tanto, Norma Jeane Baker vive una difícil juventud llena de obstáculos y maltratos, pero no la frenan para convertirse en una de las personalidades que cambia la cultura popular y el cine.

En la década de los 60, la carrera de Marilyn es denostada, prácticamente se desploma.

Trata de aparentar perfección, la mentira de la actriz resulta real.

Incluso, su nombre artístico es inventado para vender un producto de estrella manufacturada. 

Lo mismo pasa con el movimiento del Pop Art, que surge del consumismo de posguerra.

Una época donde los medios de comunicación bombandean con imágenes que reflejan el consumo en masa, el producto, la publicidad, tal y como la imagen de Marilyn es difundida en los medios.

El arte tiene que plasmar las vivencias de la época y así nace este movimiento.

Inspirado en la cultura popular que invade los medios, este es reflejado en las obras de artistas como Roy Lichtenstein y el propio Warhol, cuyo arte se basa en imágenes de personalidades y objetos materiales disponibles al instante para el consumo, una reacción contra el expresionismo abstracto, el movimiento artístico dominante en los Estados Unidos en la década de 1950.

Self-Portrait

Aunque Andy no inventa la serigrafía, él la populariza.

Utiliza una singular creatividad y así, realiza una técnica que combina fondos pintados a mano con imágenes impresas en serigrafía fotográfica, dando vida a obras populares.

La serie de obras que involucran el rostro de Marilyn, le dan al artista la oportunidad de reproducir repetidamente la misma foto, obteniendo volumen con múltiples colores que son el secreto detrás de Marilyn Diptych (1962), Shot Marilyns (1962), Shot Sage Blue Marilyn (1962), Lemon Marilyn (1962), Gold Marilyn (1962) y otras obras con la imagen de la belleza rubia.

Las diferentes combinaciones de color hacen que cada impresión sea inigualable. 

Esta colección encierra un fuerte y oscuro significado que a simple vista parece una obra ordinaria.

 Es la inmortalización de la cara de una persona que, aunque ya no tiene vida, tras repetirla más de 50 veces, se convierte en un objeto de culto y cinco veces más poderosa.

Dice Chanler Rutherfurd, especialista en arte impreso en Sotheby’s:

Warhol tiene la habilidad para seleccionar imágenes que realmente hablan de nuestra lengua vernácula común y de la conciencia de Estados Unidos y su cultura en ese momento.

La obsesión de Warhol por la muerte emerge con el fallecimiento de su padre cuando es un adolescente.

Lo plasma a través de su serie Death and Disaster.

Se trata de una serie de obras que involucran una representación artística de imágenes horrendas encontradas en periódicos y revistas de accidentes aéreos, choques de automóviles, suicidios y sillas eléctricas.

Incluso se llega a creer que parte de esta serie también involucra la obra del artista de la serie de retratos de Jackeline Kennedy, ya que representa su rostro en uno de los momentos más trágicos de su vida: justo después de la muerte de su esposo.

La imagen de Monroe juega un papel similar. 

Se podría tratar del retrato de un cuerpo embalsamado, ahora invicto, que sirve como advertencia de las fatales consecuencias que la fama puede traer.

El epítome del glamour, la celebridad, y fama que acaba trágicamente. 

En el retrato Gold Marilyn, se envuelve todo en un fondo dorado, reflejando nuevamente el culto y furor que el público siente por la actriz.

 Incluso, otras musas del artista como Elisabeth Taylor, Judy Garland, Grace Kelly y Edie Sedwick se transforman bajo su particular visión en deidades.

De acuerdo con Sotheby’s, la estrella hollywoodiense es definida como la musa más grande de Warhol. 

Tanto Marilyn como Andy son personas que elaboran una máscara perfecta, por ello, es difícil distinguir a la persona detrás de la máscara.

Las obras de Marilyn reúnen todo lo que Warhol sigue representando: amor a las celebridades, la muerte y una carta de amor al movimiento Pop Art de Estados Unidos.

Arte, fama, belleza y muerte: Marilyn Monroe, la gran musa de Andy Warhol (msn.com)

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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