Luis Paret en el Prado

Autoretrato

80 obras componen la exposición monografica que el Museo del Prado organiza alrededor de la figura de Luis Paret (1746 – 1799).

Coetaneo de Goya, es considerado el representante del Rococó francés en España y su obra es una cronica de la sociedad del momento.

Su trayectoria se ve empañada, por un lado, por la genialidad de Goya y por otro por su destierro de tres años en Puerto Rico –por proporcionar mujeres al infante don Luis. Su obra destaca también por su exquisitez a la hora de plasmar paisajes como las Vistas de Bermeo.

Comisariada por Gudrun Maurer, Conservadora de Pintura del s. XVIII y Goya del Museo Nacional del Prado, la exposición se divide en nueve secciones para mostrar un exhaustivo recorrido por la trayectoria de este artista y descubrir su concepción artística y las claves de su técnica que le sitúan al lado de Goya

Dice Javier Solana, Presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado:

Luis Paret es posiblemente el artista español del siglo XVIII que más merecía una exposición de gran envergadura como la que ahora inaugura el Museo del Prado.

La alcahueta y los enamorados

Gracias a la colaboración de prestadores públicos y privados, el Museo Nacional del Prado, que ha contado con el apoyo de la Fundación AXA,  logra reunir la mayoría de las pinturas conocidas del artista.

Destacan Baile en máscara, La Puerta del Sol, Las hijas de Paret, Vista de Bermeo o El anuncio del ángel a Zacarías, y un extraordinario conjunto de sus dibujos, como Aníbal haciendo sacrificios en el templo de Hércules en Cádiz o la Jura de don Fernando como Príncipe de Asturias, para permitir apreciar en toda su variedad y riqueza a un pintor atento a los cambios de su tiempo y de una extraordinaria originalidad y versatilidad.

En la primera exposición monográfica que le dedica a Paret el Prado y recorre la trayectoria profesional del artista para destacar la excelente calidad técnica y la originalidad singular con la que trata los asuntos que aborda en su obra.

La muestra propone un recorrido completo por la carrera de Paret y se divide en nueve secciones.

El museo rehabilita la ejecutoria de un artista excelente que es desterrado a Puerto Rico por sus comportamientos depravados y que representa la academia rococó frente al desgarro goyesco.

En Puerto Rico concibe una serie de autorretratos que lo mimetizan con el oleaje.

Una visión exuberante de sí mismo que define toda la exquisitez rococó y que lo describen entre la contrariedad y la melancolía.

Carlos III dispone expatriarlo porque el artista madrileño (1746-1799) se pluriemplea como conseguidor de mujeres en la corte del infante Don Luis.

La depravación alcanza los oídos del monarca.

Autoretrato

No ya porque Luis Paret aporte sus cualidades de alcahuete, sino porque él mismo participa de las orgias palaciegas.

Bermeo

No se atreve a reproducirlas explícitamente en la serie de pinturas de la corte, pero la exposición del Prado, abierta hasta el 21 de agosto, hay una alegoría de la prostitución que aloja todas las habilidades académicas y estéticas del artista.

Un cuadro minúsculo. Un prodigio de veladuras y de texturas acristaladas.

Una miniatura exquisita cuyo título, Joven dormida en una hamaca, encubre la trama erótica de la pintura, enfatiza el lenguaje metafórico de las flores rojas y evoca la fragilidad de la virtud femenina.

La sugestión del cuadro y los avatares biográficos de Paret predisponen el interés de otra pintura controvertida y adyacente, La celestina y los enamorados.

El eclipse de Goya justifica la subordinación del colega.

Nacen el mismo año. Y hasta escogen el tema común de Aníbal para significarse ambos en los concursos pictóricos que organizan las academias de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) y Parma (Italia).

El Prado las reúne y las expone como el origen de una ejecutoria extremadamente divergente.

Paret representa la agonía del antiguo régimen, la exquisitez académica, el viejo orden, los estertores del movimiento rococó, mientras que Goya significa la ruptura y el desgarro, el expresionismo.

Y la extrapolación pictórica de un espacio mental colmado de fantasmas y de profecías.

Por eso tiene sentido plantearse el juego de las diferencias, no ya en el contraste de las expresiones artísticas, sino en la descripción de Madrid y de la Corte. 

Cuesta trabajo creer que Paret y Goya frecuenten los mismos salones.

 Y que pudieran coexistir el espesor galante y el miniaturismo del primero con la introspección psicológica del maestro aragonés.

Paret se recrea en el plano general. Describe escenas de costumbrismo cortesano. Y proporciona una mirada amable, agradecida.

No le asiste la inspiración en las grandes pinturas religiosas, quizá como escarmiento al celestineo, pero el artista desterrado tuvo a su alcance la oportunidad de una redención.

Carlos III le consintió regresar de Puerto Rico, a condición de que se mantuviera a una distancia de cuarenta leguas de la capital.

Paret decide observarla en el País Vasco. Y prospera como artista de paisajes marítimos, en el puerto de Bermeo, en la playa de la Concha. 

Un ejercicio de estilo y de resistencia.

Museo del Prado

https://elpais.com/cultura/2022-05-23/luis-paret-el-pintor-que-tuvo-la-mala-suerte-de-coincidir-con-goya.html

https://www.elconfidencial.com/el-grito/2022-07-14/paret-exposicion-museo-del-prado_3452274/

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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