Esta performance es en la galería Sean Kelly de Nueva York.
La casa con vistas al océano es una instalación con tres espacios donde Abramovic vive durante 12 días y 12 noches, a la vista de todo el que acude a la galería.
Se aloja en tres habitaciones construidas sobre plataformas elevadas.

Cada unidad está abierta y los visitantes son invitados a observar cada movimiento con un telescopio, una actitud voyeurista, esencial para la pieza.

Durante el tiempo que pasa allí, no come ni habla

Unas escaleras cuyos peldaños son cuchillos impiden el acceso a los tres espacios.

En 1974 invita al público a que haga con ella lo que quiera utilizando una rosa, unas tijeras, cadenas o un hacha. La pieza se llama Sumisión.

Es el año antes de conocer a Ulay, su compañero con el que esta hasta 1988.

Entre las experiencias que tienen ¿Cuánto tiempo pueden abofetearse antes de que uno de los dos pare? 20 minutos.
¿Cuánto tiempo pueden respirar oxígeno y anhídrido carbónico en el interior del otro mientras mantienen las bocas pegadas? 19 minutos.
1987 empiezan a caminar desde los extremos opuestos de la Muralla China para encontrarse en el medio: tardan 3 meses y medio y después se separan.
Marina Abramovic nace en Belgrado en 1946, y hasta los 29 años no abandona su casa familiar en la capital yugoslava, sometida a una disciplina militar de su madre desde que (cuando ella tenía 18 años) son abandonadas por su padre.
Cuando prepara su creación Barroco balcánico, por el que recibe el León de Oro de la Bienal de Venecia en 1997 como la mejor artista, entrevista a sus padres como nunca antes, y se da cuenta de la persona exagerada que es, exagerada como su región, los Balcanes:
Extrema ternura, odio extremo, extremada violencia, extrema pasión por el heroísmo, comenta la lectora apasionada de Santa Teresa, que para ese barroco se encierra en una habitación llena de huesos humanos que limpia frenéticamente.
Cuando se aleja de su familia y de su país su mayor problema es que tiene tanta libertad que no sabe que hacer con ella:
Me sentía culpable teniendo tanta libertad
Abramovic es una de las pocas artistas del performance» (como Vito Acconci o Chris Burden) que siguen en la brecha y ampliando el grado de riesgo.
La casa con vistas al océano es su actuación más ambiciosa hasta la fecha.
Durante doce días de noviembre, Marina Abramovic se encierra en la galería Sean Kelly del barrio neoyorquino de Chelsea: tras firmar un contrato con el personal de la galería por el que se comprometen a no dirigirle la palabra, tocarla ni detener la performance pase lo que pase y empieza un ayuno sólo aliviado con vasos de agua.
Tres cubículos blancos y elevados en el espacio central de la galería, intercomunicados entre sí, dotados de retrete y ducha el primero; una mesa, una silla y un metrónomo en el centro, y una cama y un grifo, el tercero.
Las reglas de una vida ante el público, son estrictas: siete horas de sueño, tres duchas y pocas variaciones: de pie, sentada, yacente o caminando de un espacio a otro.
Nada de zumos o comida, nada de lectura ni de conversación, y prohibición absoluta de abandonar la plataforma.
Por si tuviera alguna tentación, tres escaleras con afilados cuchillos de matarife con el filo hacia arriba a modo de escalones hacen más perentorio el encierro.
La performer se mueve el último día con lentitud, acaso con la lucidez que el ayuno.
https://www.elmundo.es/album/yodona/lifestyle/2021/05/13/609d395d21efa0bd268b45be_8.html
El ABC del Arte, Phaidom 2020
https://www.abc.es/cultura/abci-vistas-sobre-oceano-interior-200211300300-146917_noticia.html
https://www.eluniversal.com.mx/cultura/el-dia-que-marina-abramovic-aparecio-en-sex-and-city