
La ciudad de Betulia estaba sitiada por las tropas asirias. El general que las mandaba era Holofernes y quería apoderarse de la ciudad. Los judíos estaban angustiados, pues carecían casi de agua. Su situación, pues, era crítica.

Había en la ciudad una joven viuda, llamada Judit, mujer muy bella y de noble y digna presencia. Su marido, Manasés, le había dejado oro y plata, siervos, ganados y campos que ella por sí administraba. Era mujer muy temerosa de Dios y estaba entregada a la oración, al ayuno y a la penitencia.

Vio Judit cómo el pueblo estaba muy abatido y dispuesto a entregar la ciudad al enemigo. Entonces ella habló al pueblo y le prometió salvar a Betulia. Judit se postró, rostro en tierra, y clamó con gran voz al Señor pidiéndole quebrantara el poder de los enemigos del pueblo de Israel.

Una mañana se vistió Judít con toda elegancia; aderezó sus cabellos, púsose un adorno en la cabeza y se embelleció con brazaletes, anillos y aretes. Tan bella estaba que todos quedaron maravillados.

Llenó una alforja con alimentos y saltó de Betulia, acompañada de una esclava, y se pasó al campo enemigo para entrevistarse con el general Holofernes. Ante la presencia de éste, ella habló y todos quedaron admirados de su belleza y sabiduría.

Holofernes dio un espléndido banquete en honor de Judit. El general le dijo: «Bebe y alégrate con nosotros.» Judit le contestó: «Beberé, señor, que yo tengo este día por el más grande de toda mi vida.»

Quedó Judit sola en la tienda, y Holofernes tendido sobre su lecho, todo él bañado en vino. Dijo Judit a su sierva que se quedase fuera de la alcoba… Y acercándose a la columna del lecho que estaba a la cabeza de Holofernes, descolgó de ella su alfanje; llegándose al lecho, le agarró por los cabellos de su cabeza y al tiempo que decía: Dame fuerzas, Dios de Israel, en esta hora». Y con toda su fuerza le hirió dos veces en el cuello, cortándole la cabeza… y tomándolo, salió enseguida, entregando a su sierva la cabeza de Holofernes.
Ambas salieron juntas, atravesando el campamento enemigo y llegaron a las puertas de Betulia. Judit gritó a los centinelas de la ciudad:

«Abridnos las puertas, nuestro Dios está con nosotros para mostrar una vez más su fuerza en Israel y su poderío contra los enemigos, cuando hoy acaba de hacerlo.» Entró Judit en la ciudad acompañada de su sierva y todo el pueblo la rodeó con gran expectación. Ella, a la vista de todos exclamó:
«Alabad a Dios, que no ha apartado su misericordia de la casa de Israel.» Sacó la cabeza del general y mostrándola al pueblo dijo: «Ahí tenéis la cabeza de Holofernes.» Todo el pueblo quedó estupefacto y doblando las rodillas adoraron al Señor.

Colgaron del muro la cabeza de Holofernes y todos los hombres de Israel tomaron las armas. En el campamento enemigo, al ver muerto a su general, todo fue confusión, huyendo a la desbandada el ejército asirio. En su huida, los asirios fueron exterminados por las huestes de Israel.
La vida de Michelangelo Merisi da Caravaggio, igual que su obra, esta marcada por la lucha entre la luz y la oscuridad.
Es caballero de la Orden de Malta, de la que es expulsado.

Los excesos y la delincuencia marcan su vida.
Es culpado de asesinato y condenado a muerte, aunque años más tarde recibe elindulto.
Tras ser indultado, pierde el barco a Roma y muere en Nápoles por una infección.

Esta obra, que se está en el Palacio Barberini, marca su etapa de contrastes entre luces y sombras.
Judit y Holofernes es un cuadro de inspiración Bíblica, pintado en 1599.
Está basado en la historia del libro Judit, rechazada por los protestantes, pero que los papas católicos Sixto V y Clemente VIII mantienen en la Biblia de 1592.
La pintura muestra al general Holofernes en el momento de ser decapitado por Judit, la mujer que lo emborracha para evitar que ataque su ciudad.
Provoca reacciones de horror y sorpresa entre los visitantes de su primera sede, pues Caravaggio logra dotar a la obra de gran realismo y crudeza.
Judit se muestra de pie, majestuosa e impertérrita, mientras que su criada, quien le ha proporcionado la espada, está nerviosa y al acecho de lo que pueda pasar.
Los efectos de la obra serían recreados más tarde por las versiones de Artemisa Gentileschi (Judith decapitando a Holofernes, 1620) y Francisco de Goya 8Judith y Holofernes de 1820).
Recientemente se ha encontrado otra versión del tema cerca de Toulouse, Francia, atribuida al gran maestro italiano.
https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/enero_11/25012011_02.htm
http://molibdenomolar.blogspot.com/2006/11/judit-y-holofernes.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Judit_y_Holofernes_(Caravaggio)

