
El Jurado del Pritzker dice:


Es un arquitecto admirado por sus colegas de todo el mundo por sus proyectos.


Concibe su proceso de trabajo con minuciosidad en cada uno de sus proyectos.


Vive 30 años en el remoto pueblo de Haldenstein, alejado del frenesí de actividad de la escena arquitectónica internacional.


Allí, junto con un pequeño equipo, desarrolla edificios de gran integridad, ajenos a la moda.


Rechaza la mayoría de los encargos que se le presentan, solo acepta un proyecto si siente una profunda afinidad por su programa, y desde el momento del compromiso, su entrega es total, supervisando la realización del proyecto hasta el último detalle.


Sus edificios tienen una presencia imponente, pero demuestran el poder de una intervención juiciosa, mostrándonos una y otra vez que la modestia en el enfoque y la audacia en el resultado general no son mutuamente excluyentes.


La humildad reside junto a la fuerza.


Si bien algunos han llamado a su arquitectura tranquila, sus edificios afirman magistralmente su presencia, involucrando muchos de nuestros sentidos, no solo nuestra vista, sino también nuestros sentidos del tacto, el oído y el olfato.

Zumthor tiene una gran habilidad para crear lugares que son mucho más que un solo edificio.

Su arquitectura expresa respeto por la primacía del sitio, el legado de una cultura local y las lecciones invaluables de la historia de la arquitectura.

El Museo Kolumba en Colonia, por ejemplo, no solo es una obra contemporánea sorprendente, sino también una que se siente completamente a gusto con sus muchas capas de historia.

Aquí, Zumthor genera un edificio que emerge de los restos de una iglesia bombardeada de la manera más inevitable y lírica, entrelazando lugar y memoria en un palimpsesto completamente nuevo.

Este ha sido siempre el carácter convincente de la obra de este arquitecto, desde el soplo de fe singular pero universal inscrito en la pequeña capilla de campo en el pueblo de Wachendorf, Alemania, hasta la niebla mineral en los baños termales de Vals, Suiza.

Para él, el papel del arquitecto no es solo construir un objeto fijo, sino también anticipar y coreografiar la experiencia de moverse a través y alrededor de un edificio.

En las hábiles manos de Zumthor, como las del consumado artesano, los materiales desde las tejas de cedro hasta el vidrio pulido con chorro de arena se utilizan de una manera que celebra sus propias cualidades únicas, todo al servicio de una arquitectura de permanencia.

La misma visión penetrante y la poesía sutil son evidentes también en sus escritos, que, al igual que su cartera de edificios, han inspirado a generaciones de estudiantes.

Al reducir la arquitectura a sus elementos esenciales más suntuosos, pero ha reafirmado el lugar indispensable de la arquitectura en un mundo frágil.

Por todas estas razones, Peter Zumthor recibe el Premio de Arquitectura Pritzker 2009.

The Lord Palumbo, Presidente
Alejandro Aravena
Shigeru Ban
Rolf Fehlbaum
Carlos Jimenez
Juhani Pallasmaa
Renzo Piano
Karen Stein
Martha Thorne, Directora Ejecutiva
https://www.pritzkerprize.com/laureates/2009
Muyyyyyyy interesante; mil gracias por tus trabajos
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Tu si que eres interesante que tienes una curiosidad insaciable, es tu mejor cualidad, besos a todos que son muchos.
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