Ramon Casas, La carga, 1902

Ramon Casas, La carga, 1902

Considerado uno de los mayores representantes del modernismo catalán, que tiene más representación arquitectónica que pictórica, de un movimiento artístico finisecular internacional, el barcelonés Ramon Casas i Carbo (1886-1932) se forma en un principio en su ciudad, en la Escuela de Bellas Artes de la Lonja, bajo tutela del pintor Juan Vicens, para después en 1881, viajar a Paris donde completa su aprendizaje con Carolus Duran, un excelente pintor naturalista muy próximo a Manet y sobre todo como este, con gran amor por la Escuela Española y Velázquez.

Ramon Casas i Carbó. Autorretrato, 1909

1885 Casas pasa por Madrid para profundizar en su conocimiento de Velázquez, dedicándose a copiar sus obras en el Museo del Prado.

Ramon Casas i Carbó. Joven decadente. Nace en Barcelona el 4 de enero de 1866.
En 1877 abandona la escuela para estudiar arte en el estudio de Juan Vicens Cots.

1890 se instala de nuevo en Paris esta vez en compañía de Santiago Rusiñol y Miguel Utrillo, centrando su atención en temas urbanos dentro de una visión naturalista.

Ramón Casas y Carbó. Estudio, 1893. En 1881, acompañado de su primo Miquel Carbó i Carbó, estudiante de medicina, inició su primera estancia en París. El invierno de ese año estudió con Carolus-Duran y, posteriormente con Henri Gervex.

Además del desarrollo de la pintura, cultiva la ilustración gráfica y el retrato.

Ramon Casas i Carbó. Sífilis, 1900. En 1882 expone algunas de sus obras en la Sala Parés de Barcelona, y en 1883 expone su Autorretrato vestido de flamenco en la Sala de los Campos Elíseos de París, cuadro que le vale una invitación para ser miembro del Salón de la Societé d’Artistes Françaises.

Aunque sea difícil deslindar que implica el Modernismo en el terreno pictórico, Casas simpatiza con los ideales estéticos y culturales.

Ramon Casas i Carbó. Patio de la antigua cárcel de Barcelona (Patio de los corderos), 1894. Retrata a la élite de la sociedad de Madrid, Barcelona y París, sus dibujos y caricaturas sirvieron para definir el modernismo catalán en la pintura.

 En este sentido secunda con entusiasmo la iniciativa de su colega y amigo Santiago Rusiñol de las fiestas modernas en Cau Ferrat (Sitges) y participa activamente de la formación y desarrollo del grupo de Els Quatre Gats, así llamado por el nombre de la cervecería donde se reúnen sus miembros.

Ramón Casas i Carbó. Son también famosos sus trabajos sobre revueltas y actos políticos, entre ellos uno sobre la represión en una manifestación callejera en la ciudad condal.

Ramon Casas aparece vinculado a mucha de las mejores revistas culturales de vanguardia de la Barcelona de estos años, como la también llamada Els Quatre Gats, Pel Ploma y Forma, en las que colabora como ilustrador.

Ramon Casas i Carbó. Julia. Ejerció también como diseñador gráfico haciendo innumerables postales y carteles.
Tuvo una gran amistad con Santiago Rusiñol, Eugène Carrière e Ignacio Zuloaga.

Inquieto, no se conforma con rentabilizar su talento como retratista, faceta de la que obtiene un gran éxito, recibiendo encargos por doquier en la medida que consigue dar un aire moderno a un genero muy anquilosado, sino que sigue viajando por todo el mundo, incluido el cada vez más pujante mundo americano.

Ramon Casas i Carbó. Procesión del Corpus en la Iglesia de Santa María, 1898. Junto a Rusiñol y al escultor Enric Clarasó realizó una exposición en la Sala Parés en 1890.

1908 viaja a Cuba y EEUU, país este ultimo que gracias a su estrecha amistad con el millonario Charles Deering, se hace con una importante clientela.

Ramon Casas i Carbó. Plein air, 1890. Su fama se extiende por toda Europa, exponiendo con éxito en Madrid, de 1892 y 1894; en Berlín en 1891 y 1896 y en la Exposición Mundial de Chicago de 1893.

Asentada su posición no para de viajar por Europa donde además de Francia, visita Italia, Austria, Hungría y otros países.

Ramón Casas i Carbó. Entre tanto, el círculo bohemio en el que se movían Casas y Rusiñol empezó a organizar frecuentes exposiciones en Barcelona y en Sitges, aumentando la demanda de su trabajo en Cataluña, por lo que se estableció en Barcelona aunque seguía viajando a París para exponer cada año en el Salón.

Muchas de estas visitas tienen el añadido de poder exhibir su obra en los centros artísticos mas relevantes, lo que le vale un importante reconocimiento internacional.

Ramón Casas i Carbó. Paisaje con figuras.

Casas pertenece a la generación de artistas que empiezan a hacerse valer sin complejos fuera de su país natal, una generación compuesta por Sorolla, Zuloaga, Anglada Camarasa, Rusiñol y tantos otros a quien corresponde ser pioneros de una actitud generalizada en generaciones sucesivas.

Ramon Casas i Carbó. Hermana.

Pictóricamente Casas es naturalista en la estela de Manet, Whisler, Degas, Toulouse Lautrec, Caillebote…

Ramón Casas i Carbó. Garrot vil, 1894. El comité español selecciona para la Exposición Universal de 1900 en París, dos de sus retratos, uno de 1891 de Eric Satie, y otro de su hermana Elisa.
Su óleo de una Ejecución mediante El garrote vil gana uno de los premios principales en Múnich en 1901.

Como ocurre con la mayor parte de estos pintores, su temática consiste en escenas de la vida moderna urbana, aunque con marcada predilección por los interiores.

Ramón Casas i Carbó. Madelen Moulin de la Galette. Sus obras se exhiben por toda Europa y en otras puntos del mundo, como Buenos Aires.
En 1902 doce de sus obras quedan expuestas de forma permanente en el Círculo del Liceo, club exclusivo asociado al Teatro de la Ópera barcelonés.

Uno de sus mas apreciables rasgos de modernidad es su pasión y talento para la ilustración grafica, lo que le conduce al terreno del cartelismo, donde logra estampas diseñadas con un espíritu innovador en la estela de Toulouse Lautrec.

Ramón Casas i Carbó. Desnudo y guitarra. En 1903 se convirtió en socio de pleno derecho del Salon du Champ de Mars de París, lo que le permitió realizar una exhibición anual, sólo lo haría durante dos años.

Tan extraordinaria son sus dotes de dibujante, que no sabe entender bien el calado moderno de esta pericia, algo que se le sigue reprochando hasta después de su muerte.

Ramón Casas i Carbó. La carga. En 1903 presenta La carga que posteriormente renombró como Barcelona 1902, en él cuadro representaba una huelga general ocurrida en Barcelona en ese tiempo. La obra en la que muestra a un Guardia Civil cargando contra la multitud, es pintada dos años antes de la huelga. En 1904, esa misma pintura gana el primer premio en la Exposición General de Madrid.

La carga, el cuadro con el que consigue una de las primeras medallas de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1904, a pesar del escabroso tema que lo inspira, contiene de forma magistral todas sus mejores virtudes.

Ramón Casas i Carbó. Julia, 1915. En 1904, durante una estancia en la capital española, pinta una serie de caricaturas de la élite madrileña, así como de pintores como Joaquín Sorolla y Agustín Querol, escultor oficial del gobierno español. En el estudio de Querol realiza un retrato ecuestre del rey Alfonso XIII que es adquirido por el coleccionista norteamericano Charles Deering.

Representa la violenta represión con que la guardia civil a caballo arremete sin contemplaciones contra una manifestación obrera, que discurre como se ve en el fondo, sobre un paisaje de fábricas, vecino a la basílica de Santa María del Mar.

Ramon Casas i Carbó. Ramon Casas y Pere Romeu en coche, 1891. A causa del aumento de su fama como retratista, se instala de nuevo en Barcelona, donde conoce a una joven vendedora de lotería, Julia Peraire, 22 años más joven que él. La pinta por primera vez en 1906 cuando Julia tiene 18 años. Pronto se convierte en su modelo preferida y en su amante. A pesar de que la familia de él no aprueba esta relación llegan finalmente a casarse en 1922.

Aunque se permite licencias del paisaje urbano, a nadie que conozca el lugar le cuesta trabajo identificar el paisaje con Barcelona, incluso a mas de un siglo de los hechos narrados.

Ramón Casas i Carbó. Figura femenina, 1900. Su madre compra en 1907 el monasterio de Sant Benet de Bages; el pintor pasa mucho tiempo en San Benet. Cinco años más tarde, a la muerte de su madre, hereda el monasterio.

Estos dejan una profunda huella en la historia del país, pero al ser pintados muy poco después de producirse, la tela esta dedicada a la terrible represión a las violentas algaradas populares con motivo de la huelga general que paraliza Barcelona el 17 de febrero de 1902.

Ramón Casas i Carbó. Santiago Rusiñol, 1900. En 1908, junto a su patrocinador Deering, viajaron por Cataluña. Ese mismo año, Casas inicia un viaje de seis meses por Cuba y los Estados Unidos.

Se puede entender el efecto polémico que produce la pintura, polémica apenas encubierta por el galardón oficial que sorprendentemente recibe.

Ramón Casas i Carbó. Alfonso XIII. De regreso a España expuso en Madrid y Barcelona, En la galería Fayanç Català de Barcelona, mostró unos 200 dibujos al carbón que donó al Museo de Barcelona. Su exposición de Madrid se realizó en el Ministerio de Turismo y en ella presentó retratos de figuras destacadas de la ciudad, incluido el rey Alfonso XIII.

Tras el ingreso en las colecciones del Estado no solo es exhibido, sino confinado como deposito en el Museo de Olot, hasta fechas recientes ha permanecido a buen recaudo de una mirada masiva.

Ramón Casas i Carbó. La paresse. Antes de iniciarse la Primera Guerra Mundial viajó por España y Europa, visitando Viena, Budapest, Múnich, París, Países Bajos, Madrid y Galicia; realizó importantes exposiciones en España y en Francia.
En 1913 compró una vivienda en Barcelona, una torre en el barrio de Sant Gervasi. En 1915 realizó expuso conjuntamente con Rusiñol y Clarassó en la Sala Parés, conmemorando así el 25º aniversario de su primera exposición conjunta.

Pero el interés de La carga no se agota solo en el hecho de haber sido un valiente testimonio histórico de un tema conflictivo y candente, ya que el cuadro esta repleto de otras aportaciones muy interesantes.

Ramón Casas i Carbó. Puerto de Rosas. En 1916 Casas y su representante Deering viajaron a Tamarit, Tarragona. Deering compró el pueblo entero y colocó a Casas en la dirección del proyecto de restauración del mismo. Años más tarde, en 1924, Casas regresó a Tamarit donde pintó numerosos paisajes.

Desde mitad del XIX Gustave Courbet sorprende a todo el mundo con el tratamiento de monumentalidad de episodios cotidianos de intrascendente vulgaridad, que insinúan un trasfondo de conflictividad social.

Ramón Casas i Carbó. Baile en el Moulin de la Galette. Casas, Rusiñol, y Clarassó siguieron realizando exposiciones conjuntas en la Sala Parés y que fueron constantes hasta la muerte de Rusiñol en 1931. Casas continuó pintando retratos y paisajes, así como algunos carteles para la lucha contra la tuberculosis pero en el momento de su muerte, en 1932, se había convertido más en una figura del pasado más que del presente.
Murió el 29 de febrero de 1932, siendo enterrado en el Cementerio de Montjuïc de Barcelona.

Pero la aplicación de este recurso por parte de Casas es un reportaje gráfico  de inequívoco cariz de militancia política.

Trianart foto

CALVO SERRALLER FRANCISCO, FUSI AIZPURUA JUAN PABLO, El espejo del tiempo. Taurus. Madrid 2009.

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

2 comentarios sobre “Ramon Casas, La carga, 1902

    1. Que bonita la apreciación que haces, que poética. París aunque es una ciudad de aluvión, como ninguna otra, también devoraba, se tragaba a la sabia nueva que allí llegaba, como toda gran ciudad, quizás mas. Los cuadros de ambos han resistido muy bien el paso del tiempo.

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