
La verdadera marca de la nueva arquitectura no es sólo la reutilización formas, sino que se basa en y a través de la reutilización de las gradaciones perceptuales establecidas de la vieja arquitectura

Konstantin Stepánovich Mélnikov (Moscú, 3 de agosto de 1890- Moscú, 28 de noviembre de 1974) es un destacado arquitecto y, quizás la mayor figura del constructivismo ruso del siglo XX.

Nace en una familia de clase obrera en Hay Lodge, un barrio suburbano cercano a Moscú.

Comienza realizando cursos de pintura de iconos y posteriormente se matricula en la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura de Moscú, donde en 1914 obtiene el diploma de pintura y en 1917 el de arquitectura.

1910 a 1914 realiza estudios de pintura en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Arquitectura de Moscú.

1914 a 1917 realiza estudios de arquitectura en la escuela citada, en la que se graduó en Arquitectura coincidiendo con el estallido de la Revolución de Octubre.

Después de la Revolución de 1917, Mélnikov desarrolla un nuevo plan urbano para Moscú, dentro de sus preocupaciones por resolver los problemas heredados por la ciudad del zarismo.

Desde 1921 a 1923 enseñó a tiempo parcial en su vieja Escuela del Estado de Moscú, renombrada ahora como Vjutemás o Vkhutemas; que tendría un periodo de vida activa entre 1920 y 1930 y que recibe influencias de la coetánea Bauhaus de Weimar y Dessau.

En Vjutemás en esos años coinciden hombres de la vanguardia Constructivista, como Rodchenko, Mélnikov, Tatlin y Malevich. Konstantín Mélnikov e Ilyá Gólosov formaron un taller conjunto conocido como la Nueva Academia y Taller Número 2.

Estos estudios fueron conocidos por su enfoque individualista y formalista, frente a otras corrientes.

Mélnikov y Gólosov resistieron los envites tanto de los campos academicistas como de los de la izquierda revolucionaria, pero adoptaron aspectos expresivos, situados en un término medio entre el clasicismo de Zholtovsky y el racionalismo de Ladovski.

Las consignas de la Nueva Academia fueron redactadas por Mélnikov y Gólosov en 1923, continuando la polémica con respecto a otros departamentos de la misma escuela y la dialéctica entre lo viejo y lo nuevo, la forma y la imitación, la ausencia y la decadencia, el principio y el final.

La casa estaba compuesta por dos cilindros donde lo único que rompía la monotonía eran decenas de ventanas hexagonales. En el cuerpo de intersección de ambos cilindros se encontraba la escalera, en el primer piso el salón, en el segundo los estudios. Cada miembro del matrimonio contaba con un estudio, donde se podía encontrar un vestidor, un comedor y un dormitorio.
De su construcción podemos destacar, que carecía de pilares, siendo el muro exterior de fábrica de ladrillo el que daba estructura a la casa.
Su primer trabajo profesional obtenido por encargo fue para la fábrica de coches AMO en Moscú, donde estuvo trabajando durante los meses del proceso de la Revolución de Octubre.

Construcción de la Casa Melnikov: Los ladrillos fueron apilados de forma horizontal y posteriormente recubiertos de hormigón blanco, esto hacia la casa más expresiva y homogénea, sin el caos que suponía la estructura de ladrillos
Obra considerada como clásica, con tendencia conservadora y académica.

Después de asistir a la Escuela del Estado de Moscú, en 1923, el estilo y el pensamiento de Mélnikov cambia radicalmente, como consecuencia de los cambios acelerados que se producen en el territorio de las Artes plásticas y la Arquitectura.

Cambios liderados entre Suprematistas y Constructivistas que defiende un Arte Nuevo para el proletariado, lejos del decadentismo estilístico de la Rusia imperial y zarista.

1917 diseña una fabrica de automóviles en Moscú.

Tras la revolución trabaja en el taller de arquitectura de los soviet de Moscú y colabora con el Departamento de Arquitectura del Centro Soviético de Educación.

1920-1923 da clase en los Talleres Superiores Artísticos y Técnicos del Estado (la Viutemás)
1923 planifica un barrio obrero.
1924 proyecta el mercado de Sujarevst, y en la misma ciudad un pabellón de exposiciones, con un entramado de madera anguloso que representa un paso decisivo en su exploración de las posibilidades de configuración.

Una difícil tarea para un pabellón que debía representar a todo un pueblo, con la particularidad añadida de que era la primera presentación ante el mundo de la nueva Unión Soviética tras la Revolución Bolchevique de octubre de 1917.




1925 en la Exposición Internacional de las Artes Decorativas e Industriales Modernas en París, Melinkov diseña el Pabellón Soviético y Alexander Rodchenko decide el color de la madera.




Una escalera en diagonal atraviesa el cuadrado y conduce a la planta superior, las cubiertas y los muros exteriores están acristalados.



No llega a construirse el edificio de aparcamientos sobre el Sena diseñados el mismo año para París.

El encargo se le adjudica después de la victoria en un concurso cerrado, donde se impone sin saber ni cómo era el solar, ni qué vecinos tendría, ni tan siquiera con qué orientación se podría colocar el pabellón. Es decir, la arquitectura planteada mira sobre si misma y muestra una total indiferencia hacia el lugar donde se ubica. Para más inri, todo el proyecto definitivo se haría en un tiempo de locura, ya que Melnikov no dispuso ni de un mes para realizarlo.En las bases del concurso se indicaba que la construcción del pabellón “debía ser de madera, en una superficie, de unos 325 m2, resuelta en dos niveles. El nivel inferior debía estar dedicado a la variedad étnico-cultural de las naciones que conformaban la Unión y el nivel superior, a mostrar el interior de cuatro espacios significativos: un club obrero, una casa obrera, una sala de lecturas y un hogar infantil, como una manifestación de la nueva sociedad.”

Su casa de Moscú (1927-1929) esta formada por cilindros interpenetrados con amplias superficies acristaladas uno y con ventanas hexagonales otro.

Melnikov observa las paredes de ladrillo de una torre del siglo XVI que estaba siendo restaurada en ese momento y decide utilizar el mismo método para la construcción de su casa, tanto en los materiales como en las aberturas de los muros. Las aberturas que más tarde le parecen innecesarias pueden ser rellenadas sin alterar llamativamente el exterior, de este modo un edificio rígidamente formal desde el exterior se convierte en altamente flexible y adaptable en su interior, superando cualquier funcionalidad estricta e inmediata.
Al mismo tiempo se comienzan las obras en 6 clubes de trabajadores, el club de la fabrica Svoboda (1927-1929), el club Fruze (1927), el club Rusakov (1927-1929), el club Pravda (1927-19289, el club de la fabrica de caucho (1927-1931) y el club Burevestnik (1928-1930).

Originalmente, el dormitorio de la casa contenía tres formas fijadas al suelo siguiendo una organización simétrica, esculpidas en yeso duro y muy parecidas a tumbas, utilizadas como camas para los padres y los dos niños. Estaban parcialmente separadas entre sí por pequeños muros fijos y en la habitación, por motivos higiénicos, no había ningún otro elemento. La ropa se guardaba en el amplio vestidor común de la planta baja.
1926-1936 erige cuatro garajes en Moscú.

1929 diseña un monumento a Colon en Santo Domingo, que no llega a realizarse.

1934 proyecta un teatro sindical y el Centro Soviético de la Industria Pesada de Moscú.

Sus personales hallazgos formales le reportan la acusación de formalista y en adelante ya no recibe encargos, exceptuando alguna remodelación de interiores.
1937-1953 no le permiten utilizar su título de arquitecto ni una sola vez.
https://www.urbipedia.org/hoja/Pabell%C3%B3n_sovi%C3%A9tico_de_1925
https://arquiscopio.com/archivo/2013/01/24/casa-melnikov/
