Martínez Montañés, Cristo de la Clemencia

Cristo debiera de estar vivo, antes de haber expirado… mirando a cualquier persona que estuviera orando al pie de Él, como que está el mismo Cristo hablándole

Juan Martínez Montañés nace en Alcalá la Real (Jaén) en 1568.

Se forma en Granada, pero desarrolla gran parte de su carrera en Sevilla, importante centro cultural y una de las ciudades más prósperas de Europa de la época, en parte porque es el principal puerto del rentable comercio español con América.

Además de los encargos de Sevilla, el taller de Montañés produce escultura para instituciones eclesiásticas de toda España así como para las colonias americanas.

Toda su obra es religiosa, salvo un retrato perdido de Felipe IV, que probablemente talla para enviarlo a Italia como modelo para la cabeza de una escultura del monarca.

Montañés es considerado el mejor escultor español de su época y su obra tiene gran influencia.

Muere en Sevilla en 1649…

Desde mediados del XVI la Iglesia, lucha por revitalizarse en respuesta a la difusión del protestantismo, que comienza cuando Lutero lanza la Reforma en 1517.

Es la Contrarreforma cuyas ideas se forjan en el Concilio de Trento, que en 25 sesiones celebradas entre 1545-1563 reúne a las autoridades eclesiásticas en esta ciudad.

 La ultima sesión incluye un debate sobre el papel del arte en el culto.

Tanto la pintura como la escultura son reconocidas como medios eficaces para reforzar la fe.

Martinez Montañes

las declaraciones del Concilio sobre arte son imprecisas, pero pronto le sigue una oleada de textos, más de teólogos que de artistas, que detallan como debe ponerse en práctica.

Martínez Montañés. Convento de Santa Clara San Juan Bautista y San Francisco

El deseo de imágenes realistas y de fácil comprensión es parte  del magma del que emerge el Barroco para sustituir al estilo manierista, en el que la técnica y la forma son mas importantes que el tema en si.

Martínez Montañés. San Juan

Por toda Europa el catolicismo especifica los temas mas valorados por la contrarreforma.

Martínez Montañés. Martirio

Se fomenta así las representaciones de Cristo agonizante, del arrepentimiento del apóstol Pedro, de la Anunciación o de los sacramentos.

Martínez Montañés. San Bruno

Algunos artistas como Veronés o Miguel Ángel son censurados por sus impías escenas religiosas.

En España Diego Velázquez crea obras religiosas barrocas.

También en España la Contrarreforma halla su expresión escultórica en tallas de madera policromada de gran tamaño.

Martinez Montañes

A veces la madera se deja sin pintar, especialmente si es una madera noble importada de las colonias.

Martinez Montañes

Pero normalmente se pinta de modo realista, poniendo ojos de cristal, dientes de marfil y pelo humano para las pestañas.

Martínez Montañés, pintado por Francisco Varela

El mejor maestro es Juan Martínez Montañés conocido entre sus coetáneos como el dios de la madera.

Retrato de Martínez Montañés ejecutado por Velázquez hacia 1635. (Foto: Museo del Prado)

El Cristo de la Clemencia es su obra mas celebre no solo por su extraordinaria calidad sino también por la documentación conservada sobre sus orígenes que resulta muy reveladora para la comprensión de los ideales de la Contrarreforma.

Detalles de las clausulas del Cristo de la Clemencia.tem es condición que el dicho Cristo a de estar enclavado en la cruz arriba dicha con dos clavos en los pies y uno en cada mano, que por todo an de ser quatro clavos”. Y la siguiente: “Item es condición que el dicho Cristo crucificado a de ser mucho mejor que uno que los dias passados ise para las provincias del Pirú de las Yndias

El Cristo de la Clemencia es un encargo de Mateo Vázquez de Leca, archidiácono de Carmona, como acto de expiación de sus pecados.

n el Concierto para realizar un crucifijo entre Juan Martínez Montañés y don Mateo Vázquez de Leca, arcediano de Carmona y canónigo de Sevilla, de fecha cinco de mayo de 1603, redactado por Juan de Tordesillas, escribano público, se dice: «Item es condición que el dicho Cristo a de estar enclavado en la cruz arriba dicha con dos clavos en los pies y uno en cada mano, que por todo an de ser quatro clavos». Y se añade «Item es condición que el dicho Cristo crucificado a de ser mucho mejor que uno que los dias passados ise para las provincias del Pirú de las Yndias».
Vázquez de Leca donó pronto la imagen del Crucificado. En 1614 fue entregado al monasterio de Santa María de las Cuevas, donde fue depositado en la capilla del Nacimiento, en un primer lugar; en la de Santa Ana, dos años después.

Vázquez de Leca es conocido por su vida disoluta y por tener trato con prostitutas, hasta que tiene una visión que le hace cambiar.

En ella una mujer a la que persigue se quita el velo y resulta ser un esqueleto.

El encargo del archidiácono establece los términos precisos sobre los que debe trabajar el escultor:

Debe mostrar a Cristo vivo en el momento antes de expirar, con la cabeza inclinada hacia la derecha, mirando a aquel que esta rezando a sus pies de manera que parezca que Cristo se dirige a él, diciéndole que es por él por quien sufre.

Por tanto, los ojos y el rostro deben mostrar cierta severidad y los ojos deben estar bien abiertos.

Montañés se atiene a las instrucciones del archidiácono con lealtad y sensibilidad.

Estatua dedicada al escultor en la plaza del Salvador de Sevilla.

Reproduce así el rostro de Cristo de forma realista, demostrando su profundo conocimiento de anatomía.

Pero a diferencia de sus coetáneos Montañés compensa el realismo y emotividad con un sentido de la dignidad y el aplomo.

De esta forma la figura de Cristo parece flotar ante la cruz, más que colgar de ella.

El único elemento de la escultura que ofrece una nota discordante es el paño púdico, cuyos elaborados pliegues manifiestan virtuosismo manierista.

La escultura no la pinta Montañés ya que el gremio de artistas establece que es una tarea que solo puede hacer un pintor.

En este caso como en otras esculturas que realiza el pintor es su amigo Francisco Pacheco

1618 conocido como artista religioso, es nombrado supervisor de las pinturas sacras por la Inquisición de Sevilla.

El cargo le da autoridad para censurar la obra de otros pintores de la ciudad y garantizar así que presentan un enfoque acorde a la doctrina católica y evitan temas que puedan inducir a error a los fieles.

Durante años Pacheco trabaja de manera intermitente en un compendio de la teoría y la practica de la pintura que es publicado en 1649, cinco años después de su muerte.

Titulado Arte de la pintura, es el tratado más extenso e importante de la España del XVII y abarca temas históricos, teóricos y técnicos.

Demuestra el apoyo de Pacheco a los ideales de la Contrarreforma.

Presenta la pintura como un medio para defender y propagar la fe católica y ofrece detalladas descripciones de como ha de representarse determinados temas entre ellos la crucifixión.

La Contrarreforma es un revulsivo para la creatividad en los núcleos católicos de Europa.

En Roma, los añadidos a la basílica de San Pedro y la Iglesia de Gesú, llevan el estilo barroco a la arquitectura religiosa, igual que hacen artistas como Caravaggio y Bernini en la pintura y escultura.

Los misioneros cristianos sobre todo los jesuitas, llevan su iconografía a las colonias de América, donde se mezcla con las tradiciones nativas y da lugar a fenómenos como la Virgen de Guadalupe, una virgen María de piel oscura cuyo culto se extiende por todo México y así se trasmiten los valores del concilio de Trento en aquellos países.

Cristo del Auxilio, 1603. Iglesia de la Merced de Lima (Perú).

Características del arte de la Contrarreforma. La Iglesia establece pautas.

Martínez Montañés pintado por Velázquez

Claridad. El arte debe ser fácil de entender. La alegoría y las ideas abstractas no deben de estar vetadas, pero deben ser inteligibles.

Realismo. El artista debe buscar la precisión y estar dispuesto a mostrar la brutalidad de la pasión de Cristo o el martirio de los santos.

Modestia. Debe evitarse el desnudo innecesario. La verdad espiritual y la moral deben tener prioridad frente al placer estético.

Emotividad. El artista debe proponerse animar al espectador a empatizar con las figuras sagradas representadas y compartir su dicha y dolor.

PALFFY Georgina, ATKINSON Sam, El libro del Arte. Editorial Akal.Madrid 2019.

https://sevilla.abc.es/pasionensevilla/actualidad/noticias/cristo-la-clemencia-martinez-montanes-lagrimas-desconocidas-160361-1574718758.html

Antigua estampa de la Crucifixión del Cristo de la Clemencia

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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