La rendición de Breda

Uno de los lienzos de mayor formato entre los que se conservan pintados por Velazquez, tamaño justificado por ser un tema histórico y estar destinado a ocupar un lugar principal en el Salón de los Reinos del Palacio del Buen Reriro.

La rendición de Breda, conocido como Las Lanzas, es una pieza realizada ya en plena madurez del pintor tras haber realizado su primer viaje a Italia y ejecutada con el mayor esmero del que es capaz el genial artista sevillano.

El cuadro es apreciado desde un primer instante.

El género histórico, de historia épica, es la máxima categoría a la que puede aspirar  un pintor desde el Renacimiento.

Trata de un hecho histórico reciente, protagonizado por personajes de alcurnia, dotándolos de una intención simbólica ejemplar.

La exaltación de una victoria militar como un o de los episodios triunfales mas significativos de la primera etapa del gobierno de Felipe IV, el ultimo heraldo glorioso de la monarquía española, cada vez más amenazada.

Soldados holandeses

El cuadro resulta una muestra de esa situación tan ambigua.

Autorretrato de Velázquez

Celebra la rendición de la plaza fuerte de Breda, el 2 de junio de 1625 tras nueve meses de asedio, pero el cuadro es pintado diez años después en 1635, cuando esa plaza se pierde en 1637.

Es decir se pinta casi cuando coincide que se pierde la plaza militar.

Las fuentes de las que se sirve Velazquez para dar verosimilitud a la composición, se remite al momento en el que tiene lugar la victoria y no a lo que estaba ocurriendo cuando el cuadro es pintado.

Jaques Callot, El sitio de Breda

Entre las fuentes esta el libro del jesuita Herman Hugo Obsidio Bredana (1626) en el que con gran aparato de mapas y planos del lugar, se describe la campaña.

Es probable que Velázquez conociera los grabados de Jacques Callot y las versiones pictóricas de este mismo autor realizadas por Peter Snayer.

Snayers, El sitio de Breda

Velázquez trasciende los limites documentales proporcionados por estas fuentes, al utilizar la comedia dramática El sitio de Breda, de Pedro Calderón de la Barca, representada en palacio y publicada en 1632.

Snayer, Caballeria del sitio de Breda

En esa pieza literaria, se pone énfasis en el episodio del cordial abrazo entre el vencedor Ambrosio de Espínola y el vencido Justino de Nassau, algo que también se subraya en la composición de Velázquez.

JUSTINO.— Aquestas las llaves son
de la fuerza, y libremente
hago protesta en tus manos
que no hay amor que me fuerce
a entregarla, pues tuviera
por menos dolor la muerte.
Aquesto no ha sido trato,
sino fortuna, que vuelve
en polvo las monarquías
más altivas y excelentes.
ESPÍNOLA.— Justino, yo las recibo,
y conozco que valiente
sois; que el valor del vencido
hace famoso al que vence. Y en el nombre de Filipo
Cuarto, que por siglos reine,
con más victorias que nunca,
tan dichoso como siempre,
tomo aquesta posesión.
DON GONZALO.— Dulces instrumentos [suenan.
DON LUIS.— Ya el Sargento en la muralla
las armas de España tiende.
SARGENTO.— Oíd, soldados, oíd,
Españoles y otras gentes,
¡Bredá por el Rey de España!

Aunque el abrazo también tiene otras fuentes de naturaleza artística como la del abrazo de Abraham y Melquisedec e incluida en el Quadrins historiques de la Biblie (Lyon 1533).

Abraham y Melquisedec

También esta la influencia del encuentro de Esaú y Jacob, de Rubens, o de Jesús y el centurión de Veronés.

Veronés, Jesús y el centurión
Durero, caballo
Velázquez, Caballo

El grupo de figuras en primer plano del cuadro tiene un esquema compositivo equilibrado.

Es una composición sabiamente circunscrita a una red de líneas horizontales y verticales, de forma que cada figura y cada detalle, parece responder a un esquema geométrico.

También abundan los detalles barrocos que animan la estructura, bien abriendo el horizonte hacia lo profundo, bien cruzando la escena con diagonales o escorzos.

Pero la sensación de equilibrio se impone y lo hace sobreponiéndose al aluvión de figuras, posturas, movimientos, expresiones, planos etc.

Autorretrato de Velázquez que aparece como un soldado

Sin esa trama de orden clásico se habría producido tendría peligro de una dinámica confusión.

Soldado holandes.

La huella que deja en Velazquez su primer viaje italiano entre 1629-1631 es enorme.

Cuando esta en Roma hay una polémica entre clasicistas y barroquizantes que divide a los mejores artistas el momento, inclinándose Velázquez por los primeros.

Las Lanzas transmite ese mensaje precisamente, el orden frente a la vivaz confusión.

Hay un paralelismo entre El sitio de Parma de Tintoretto y la claridad de organización de Las Lanzas.

Este orden es el que permite que cada figura ocupe su lugar, este perfectamente individualizada y se singularice.

Lo admirable es que se consiga a partir de dos ejércitos enfrentados, que pueblan abigarradamente el primer plano y sobre todo que captan un instante, un momento único.

Por otro lado en medio de una luminosa claridad, hay por toda la escena un claroscuro que gradúa los matices dramáticos del primer termino y de la profundidad del espacio.

Elemento destacado de la composición es el vacío central mediante el que no solo se aísla el drama de la escena, el celebre abrazo entre el vencedor y el vencido, sino que también se configuran los ejes de la balanza que enlazan y contrapesan armónicamente los dos grupos humanos enfrentados.

Y este vacío le sirve al pintor para abrir un hueco visual que nos adentra en un segundo plano, donde están alineados los tercios frente a los que se repite .el simbólico rendir armas de los vencidos.

A partir de ahí en una sucesión de planos de profundidad, cuyo punto del horizonte es cada vez mas elevado, vemos sucederse diversos accidentes de terreno, especialmente las vastas llanuras del horizonte holandés, teatro de la batalla.

Todo aparece, medido, equilibrado, armonizado hasta el menor detalle, lo que le da un aspecto rotundo, compacto ante el espectador.

El equilibrio entre las medidas, los pesos y las masas, pierde su carácter abstracto al estar individualizado en cada personaje y cada detalle.

Los colores son sobrios pero ricos en matices.

Todo en Las Lanzas remite a un gesto central, el abrazo, sobre el que hay que interrogarse.

Spinola miembro de una riquísima familia genovesa cuya importancia esta mas vinculada a las finanzas que a la guerra, combate al servicio de la corona desde el comienzo de las hostilidades en Flandes, teniendo un papel relevante en el establecimiento de la primera tregua, cuya conclusión coincide con los primeros años del reinado de Felipe IV.

Ambrosio Spínola, el asediador
El general Spínola inició su meteórica carrera militar, marcada por su excepcional habilidad como estratega, en Flandes en 1602, pasada la treintena. El asedio de Breda lo convirtió en el general más célebre de Europa, pero murió tan sólo cinco años más tarde marginado por el conde-duque de Olivares. Retrato de mano de Pedro Pablo Rubens, Galería Nacional de Praga (National Geografic).

En varias ocasiones se ve obligado a sufragar con sus propios recursos el sostenimiento de la tropa, por lo que conoce a la perfección el problema de la intendencia que supone la continuación de la guerra.

Isabel Clara Eugenia
La gobernadora de los Países Bajos, Isabel Clara Eugenia, tía de Felipe IV animó a Spínola a mantener el sitio de Breda a pesar de que en la Corte eran no pocas las voces que abogaban por desistir del asedio al verlo como una empresa imposible. Tras su rendición, hizo una entrada triunfal en la ciudad. En la imagen, Isabel Clara Eugenia retratada por F. Poribus en 1599. Museo de Arte de Estonia, Tallín (National Geografic)

Por otra parte sabe que la tregua fortalece la posición de los rebeldes y que una simple victoria militar puntual lo que se dirime en esos momentos que no solo es l independencia de las provincias del norte, sino la supremacía internacional española.

Mauricio de Nassau, el rival
Mauricio de Nassau era hijo del líder de la independencia neerlandesa Guillermo el Taciturno y hermano de Justino, gobernador de Breda. Mauricio capturó ciudades aparentemente inexpugnables e intentó ayudar a su hermano a romper el asedio de las tropas españolas. Murió en 1625, poco antes de que la ciudad cayera en manos de Spínola (National Geografic)

La imposición victoriosa y la represión sangrienta, tal y como practica en un comienzo el Duque de Alba ahora deja de ser posible y se muestra como indeseable.

El análisis detallado del trasfondo histórico relativo al momento en el que tiene lugar la victoria de Spínola rindiendo la plaza de Breda, y el cuadro de Velázquez pone de manifiesto que la posición española impide cualquier gesto de arrogancia.

Aunque en España se viva el conflicto como una hazaña militar española, Spínola es genovés y la mayor parte de su estado mayor, como su tropa que manda es extranjera.

Estos y otros datos similares pueden desvirtuar el gesto hidalgo del vencedor hacia el vencido, así como el sentido nacionalista de la victoria militar y del propio gesto moral de magnanimidad.

Pero quien piense así, olvidan que Las Lanzas es un cuadro pintado por un español, para españoles.

Las armas de los tercios
Una alabarda del siglo XVII, una de las armas de los tercios usadas en el sitio de Breda. Palacio Ducal, Venecia.

Tres siglos y medio después de ser pintado, el cuadro sigue produciendo fascinación porque se puede interpretar como lo que se quiera, como crónica, paráfrasis pictórica de la hidalguía o mensaje teológico, como también puede ser la interpretación de la supervivencia del sistema del  nebuloso imperio español, del honor caballeresco medieval o del sentido religioso de la Contrarreforma.

Conflicto religioso
Tras la toma de Breda, las autoridades españolas obligaron a los habitantes locales restaurar las imágenes católicas de las iglesias y a erradicar el calvinismo. La ciudad sería recuperada definitivamente por los rebeldes en 1637. En la imagen, la catedral de Breda (National Geografic)

Hay un nuevo mundo, ya no emergente sino dominante o a punto de serlo.

El rey que perdió Flandes
Cuando Felipe IV retomó la guerra en Flandes en 1621, después de una tregua de 12 años, encargó a Spínola que reconquistara el territorio rebelde a cualquier precio. Aunque los ejércitos españoles tuvieron algunos éxitos al principio, la provincia obtuvo su independencia en 1648. Sobre estas líneas una medalla con el busto de Felipe IV. Museo Lázaro Galdiano, Madrid.

Este es un capitulo aparte en la historia moderna de Europa que es lo que provoca la combustión de Velázquez, Goya o Picasso.

Los tres se involucran en la transformación icónica del sentido épico, tal y como se viene practicando en la pintura bélica del arte moderno y contemporáneo occidentales.

Es lo intempestivo lo que hace perdurable, Las Lanzas, Los fusilamientos del 3 de mayo y el Guernica.

Tres cuadros imbuidos de arquetipos sagrados, los del abrazo, la cruz y la piedad, tres obras que paradójicamente, glorifican la piedad.

Calvo Serraller Francisco, Fusi Aizpurúa Juan Pablo, El espejo del tiempo, Editorial Taurus, Madrid 2009.

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/rendicion-breda-ultima-victoria-espanola-siglo-xvii_14338

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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