
Las formas antropomórficas monolíticas o moais de la isla de Pascua de espaldas al mar son representaciones monumentales de los espíritus de los jefes que antiguamente gobernaron en Rapa Nui, el nombre dado a la isla por el pueblo polinesio indígena.

Se cree que los primeros moais datan de los años 700-850, pero la mayoría se crean entre 1050 y 1500, de los que sobreviven 900.

Miden entre 3 y 6 metros de altura, aunque el mas alto mide casi 10.

Las cabezas poseen rasgos planos, la frente grande, los ojos hundidos y la mandíbula prominente, lo que le confiere un aspecto altivo.

Tiene un torso largo con brazos en bajorrelieve pegados al cuerpo.

Se cree que estas estatuas son veneradas como representaciones inespecíficas de jefes antiguos y por su poder para mediar entre el pueblo y los dioses.

Empleando picos de basalto, los artesanos esculpieron los moais a partir de cenizas volcánicas endurecidas de las paredes del cráter del volcán Rano Raraku.

Después los transportaron hasta la costa y los irguieron sobre bases ceremoniales o ahu.

Algunos especialistas consideran que las pesadas estatuas son trasladadas por los isleños haciéndolas caminar, balanceándolas de lado y hacia delante.

Los habitantes de la isla creen que los sagrados moai caminan solos hasta su ahu.


Palffy Georgina, Atkinson Sam, El libro del arte. Editorial Akal, Madrid 2019.
