
Es un fenómeno de la repentina e inesperada reconversión china del comunismo al capitalismo.


Cuando este país decide vencer a occidente con sus propias armas tras la muerte de Mao en 1976, lo hace con una energía que confunde a los observadores que imaginan al país atrapado en algún universo paralelo que nunca vería el grado de crecimiento necesario para alimentar, educar y criar a sus mas de mil millones de habitantes.


Aun a principios de los 70 Shenzhen es un pueblo de pescadores, que en una sola generación los lugareños pasan de ser aldeanos, que podrían haber seguido llevando el mismo tipo de vida que los últimos 2000 años, a ser ciudadanos modernos que compran en supermercados y se vuelven locos por el golf.


Captan a jóvenes arquitectos chinos para realizar el plan de Shenzhen como zona económica especial para ayudar a producir edificios en serie y a velocidad.


Ver diseñar rascacielos en la mesa de la cocina de diminutos apartamentos con la sola ayuda de un ordenador portátil es la prueba de como cambia el papel del arquitecto en el trascurso del siglo.

Shenzhen solo es una pequeña pieza de un rompecabezas urbano que se esta montando alrededor del Delta del rio Perla.


Al final habrá una conurbación gigante que se extiende desde Hong Kong pasando por Shenzhen hasta Guangzhou y por el otro lado desde el rio Perla hasta Zhuhai y Macao.

https://elpais.com/elpais/2017/11/20/eps/1511180079_572397.html