Shenzhen 1975

Es un fenómeno de la repentina e inesperada reconversión china del comunismo al capitalismo.

Yu Chengdong, CEO de Huawei.
Un ingeniero de esta compañía en la sala donde prueban sus móviles.

Cuando este país decide vencer a occidente con sus propias armas tras la muerte de Mao en 1976, lo hace con una energía que confunde a los observadores que imaginan al país atrapado en algún universo paralelo que nunca vería el grado de crecimiento necesario para alimentar, educar y criar a sus mas de mil millones de habitantes.

Una inscripción define la filosofía de la ciudad: “El tiempo es dinero. La eficiencia es la vida”.
David Chang, del fondo de inversión MindWorks.

Aun a principios de los 70 Shenzhen es un pueblo de pescadores, que en una sola generación los lugareños pasan de ser aldeanos, que podrían haber seguido llevando el mismo tipo de vida que los últimos 2000 años, a ser ciudadanos modernos que compran en supermercados y se vuelven locos por el golf.

Una empleada de Tencent, creadora de WeChat y una de las mayores empresas de Internet del mundo, fundada en Shenzhen.
Woody Hu, subido a una azotea de Shenzhen, se hace un ‘selfie’ con una cámara portátil de realidad virtual creada por Insta360, la ‘start-up’ local en la que trabaja.

Captan a jóvenes arquitectos chinos para realizar el plan de Shenzhen como zona económica especial para ayudar a producir edificios en serie y a velocidad.

El chino Jason Gui, con sus gafas inteligentes.
Bay McLaughlin, cofundador de BRINC, una aceleradora de start-ups tecnológicas con sede en Hong Kong. Trabajó 10 años en Silicon Valley hasta que percibió que la siguiente revolución, la del hardware, sucedería en el sur de China.

Ver diseñar rascacielos en la mesa de la cocina de diminutos apartamentos con la sola ayuda de un ordenador portátil es la prueba de como cambia el papel del arquitecto en el trascurso del siglo.

Shenzhen solo es una pequeña pieza de un rompecabezas urbano que se esta montando alrededor del Delta del rio Perla.

Los europeos Kristina Cahojova y Hynek Jemelik (inventores de un medidor de fertilidad femenina) han creado sus productos en la aceleradora de start-ups HAX, en Shenzhen.
Eric Hu, fundador de la empresa de drones Swellpro.

Al final habrá una conurbación gigante que se extiende desde Hong Kong pasando por Shenzhen hasta Guangzhou y por el otro lado desde el rio Perla hasta Zhuhai y Macao.

Mercado de electrónica de Huaqiangbei, una enorme superficie donde se venden todo tipo de componentes tecnológicos en el centro de Shenzhen.

https://elpais.com/elpais/2017/11/20/eps/1511180079_572397.html

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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