
La tradición racionalista se enfrenta a la efervescencia del deconstructivismo.

Les afecta la revolución que tiene lugar en la arquitectura entre los 70-80.

Pero la tratan de forma diferente y se atienen a una concepción de la configuración de la casa y de la ciudad mas rigurosa, con raíces tradicionales y regionales.

No es raro que sean arquitectos italianos quienes continúan la tradición de Terragni.


La arquitectura de los racionalistas italianos de los años 20 y 30, se caracteriza porque a diferencia de los alemanes que impulsan la nueva arquitectura desde postulados ideológicos no encuentran contradicción entre modernidad y tradición.




Así en Italia en el XX el racionalismo constituye un hilo tradicional propio, que desde los años 20, nunca se rompe a pesar de las preferencias fascistas por la monumentalidad.


Un representante es desde los 60 Aldo Rossi, cuyas obras tienen reconocimiento universal.






En sus trabajos los elementos lúdico-decorativos se mezclan con el rigor y la monumentalidad.





Rossi comienza en 1969 a erigir el bloque de viviendas con galerías Gallaratese, de cuatro plantas en Milán y termina su construcción en 1973.


Su fachada consta de innumerables piezas de hormigón con aberturas uniformes cuadradas.



1971 gana con Gianni Braghieri el concurso nacional convocado en relación con el cementerio de San Cataldo de Módena, cuya construcción se inicia en 1980.




Destacan la interrelación entre elementos lúdicos y monumentales cuando se comparan la remodelación del hotel Duca de Milan (1988-1991) con los edificios vivienda que proyecta para la Exposición Internacional de Arquitectura (IBA) DE 1987 en Berlín.





En la remodelación del Hotel Duca utiliza pocos recursos para configurar una fachada muy diferenciada.


Pero para el complejo de viviendas de Berlín necesita un despliegue mayor, donde usa también el vidrio y el ladrillo como en el hotel, pero insiste en configurar a la fachada una configuración equilibrada mediante bandas horizontales, resaltadas por el color.


A pesar de la alternancia de materiales, las formas básicas son cubicas.

Pero estas formas adquieren una nueva faceta al atenerse a los condicionamientos históricos del espacio urbano y de incorporar elementos ya existentes, como la cubierta de dos aguas para aligerar el cuerpo del edificio, pero no es una copia como sucede en las obras de Moore o Bofill, sino un recurso que contiene la autonomía de contenido.



Entre los temas de la IBA de Berlín, para la que Rossi realiza sus proyectos esta la reconstrucción urbana, perdida por los destrozos de la II Guerra Mundial.
No es un problema berlines pues en los años 80 se actúa con mayor conciencia en los proyectos de reconstrucción, en el tratamiento del entorno y los antiguos planos históricos de la ciudad.
Es un gran merito de la Posmodernidad el despertar la conciencia histórica, pero Rossi refleja en sus textos históricos, la significación histórica de la ciudad y las posibilidades de un posterior desarrollo funcional.




¿Hay que limitarse a copiar lo antiguo o se trata de crear lo nuevo en un entorno cargado de historia?
Venecia constituye un ejemplo singular por ser arte total y una ciudad única, cuyos monumentos arquitectónicos se han conservado de forma homogénea gracias al departamento de conservación.
Entre los proyectos de nueva construcción de los 80 esta la colonia de viviendas de Vittorio Gregotti en la zona de Canareggio.


Se tiene en cuenta infinidad de aspectos, desde la situación y edificaciones históricas del entorno, que condicionan la proporción de los nuevos edificios, hasta el desarrollo especifico de la zona historica de la casa en Venecia.

Hay una tradición que separa el ámbito privado del publico y que establece que cada vivienda disponga de su propio acceso y que no se acceda por una escalera común.


A pesar de la modestia exterior las edificaciones de Gregotti responden a todas estas exigencias y une todo con el lenguaje arquitectónico racional y moderno, que sin ser fiel al entorno histórico lo respeta.

La escuela de Tesino
En su intento de interrelacionar elementos tradicionales y contemporáneos, encuentra terreno abonado en el cantón suizo de Tesino.
Es la orilla septentrional del Lago Maggiore que de siempre goza de la preferencia de la construcción de villas de los círculos pudientes.

La urbanización intensiva iniciada al termino de la II Guerra Mundial con edificaciones estandarizadas sin calidad, provoca a fines de los 60 la protesta de los arquitectos.

Paralelo a la crisis de la modernidad clásica de los 60 y 70 se forma una tendencia arquitectónica propia, La Escuela de Tesino, cuyos arquitectos en los últimos años han trazado con responsabilidad proyectos de edificios públicos y privados.

En lugar de los grandes bloques anteriores, realizan arquitectura con carácter de monumento que tiene en cuenta las características del paisaje y a la vez satisface las necesidades del usuario.

Destaca Mario Botta que inicia su carrera trabajando en el despacho de I.Kahn y también colabora con Le Corbusier.

La influencia de ambos es evidente en su obra temprana, con sus edificios sobre pilotis y la utilización del hormigón.
Lo mas interesante de sus proyectos son las casas unifamiliares, para las que siempre encuentra soluciones sorprendentes, aunque formalmente se limita a la utilización de formas geométricas básicas como el circulo, el rectángulo y el cuadrado.

El que no surgieran proyectos en la línea de la modernidad clásica se debe a la exquisita sensibilidad de Botta para combinar formas geométricas básicas y al contraste, entre superficies de pared abiertas y cerradas.


Otra característica ad ellos proyectos de Botta es la utilización del color en los materiales de la fachada (generalmente ladrillo rojo o amarillo) que, unida a la técnica de muros aplicada, da lugar a extraordinarias soluciones.

En sus edificios circulares, refleja temas de la antigüedad en la arquitectura.



Los resultados de este proceso de creación son convincentes, pues tiene gran expresividad, parcialmente monumental, pero siempre se atiene a las medidas humanas.



Evita los excesos y no sobrecarga las fachadas.

Destaca La Casa de Vacallo




