
Pintor, grabador, y dibujante, admirado por grandes maestros de la pintura como Domenico Ghirlandaio, Miguel Ángel Buonarroti y Alberto Durero, es hijo de un orfebre de familia acomodada, llamado Caspar o Gaspard Schongauer, originario de Augsburgo, establecido en la ciudad de Colmar (Alsacia) hacia 1440, en donde nace Martín hacia 1450.

Los contemporáneos saben admirar la obra del Bello Martín, apelativo merecido por la belleza de su arte, pero no se preocupan de dejar a la posterioridad una biografía suya.

Sin embargo, con ayuda de algunos documentos, es posible situar al Maestro en su ambiente.

Hacia el año 1465 aparece en el registro de los matriculados en la Universidad de Leipzig.

Como en esa época la edad habitual para ingresar en la universidad varia entre los 12 y 14 años, se supone que nace entre 1450 y 1453.

Martín es el mayor de cuatro hermanos: Paul y Jörg, que siguen el oficio de orfebres como su padre, y Ludwig, que es pintor.

1492, en ausencia de Martín que fallece el 2 de febrero de 1491, los hermanos de Martín Schongauer reciben cordialmente al joven Alberto Durero acude a la ciudad de Colmar con la esperanza de conocerle, y le obsequian con algunos dibujos de su mano, un Cristo bendiciendo, un Cristo del Juicio Final y una joven atizando el fuego con el ala de un pájaro.

Aunque se descocen datos documentales sobre la formación artística del joven Martín cabe pensar que es en el taller de su padre, Gaspar, donde se familiariza con el trabajo del metal y aprende el difícil manejo del buril que le permite destacar como grabador en la técnica de la incisión sobre una chapa de cobre.

Se supone que cuando regresa de la Universidad de Leipzig donde adquiere formación literaria, en 1466, entra de aprendiz con el pintor del municipio de Colmar, Caspar Isenmann († 1472), el maestro más afamado de la ciudad, que posee un taller en la misma calle en donde está situada la residencia familiar de los Schongauer.

Como gran parte de los pintores de la zona de Alsacia en esa época, Isenmann esta muy influenciado por la pintura flamenca de la generación precedente, especialmente de la de Rogier van der Weyden, y es probable que se hubiera formado en los Países Bajos.
Después del periodo de aprendizaje que abarca desde 1466 a 1469, Schongauer, como todos los artistas de su generación, hace un viaje de estudios entre 1469 y 1471.
El testimonio de las mismas obras de Schongauer nos indican que pudo acudir a las fuentes de la pintura flamenca de donde derivan todas las corrientes innovadoras de su tiempo.
De hecho, como Durero más tarde, su actividad se divide entre la pintura y el grabado, aunque sea su obra grabada la que nos ha dejado mayor número de ejemplares.
El conocimiento íntimo demostrado por Schongauer de las obras mayores de los pintores Roger van der Weyden (ca. 1400-1464) y Dirk Bouts (ca. 1420-1475), sugiere que el joven Martín habría seguido en su periplo de formación el curso del Rin hasta Colonia, para luego alcanzar los Países Bajos.
Ciertos detalles iconográficos presentes en algunos de sus grabados, permiten suponer una estancia del artista en España.
En el año 1471 se encuentra establecido en Colmar en donde reside hasta 1485, año en que fija su residencia en Breisach o Brisach, ciudad en la que fallece, posiblemente de peste, el 2 de febrero de 1491.
La obra gráfica de Schongauer está constituida por 116 grabados, todos con su monograma M+S.
Ninguno está fechado ni tampoco existen grabados sin su firma que le puedan ser atribuidos.
Se puede deducir, por tanto, que toda la producción gráfica del maestro se haya conservado hasta hoy porque es difícil pensar que series completas de sus planchas se hayan perdido.
Basándose en los datos biográficos que se conocen se puede suponer que sus grabados fueron realizados entre los años 1471 y 1490.
Determinar la sucesión cronológica de los mismos es posible solo a través de un análisis estilístico, que todavía resulta extraordinariamente difícil de hacer porque su carácter general cambia relativamente poco.
Hay que renunciar a creer que se puede establecer una ordenación precisa de cada grabado, año por año; la datación será casi siempre aproximada.

Algunos puntos de referencia para la posible datación de los grabados de Schongauer vienen proporcionados por aquellas pinturas en tabla y esculturas hechas en madera de las que se conoce la fecha, obra de otros artistas que se han servido de ellos como modelo.

La gran mayoría de los temas representados por Schongauer en su obra grabada corresponden a la iconografía religiosa: de los 116 grabados conservados solo 29 pertenecen a temática profana.
Y dentro de los de tema religioso, hay que destacar su pertenencia al Nuevo Testamento, la Infancia de Cristo y su Pasión, preferentemente, frente a lo que sucedía con sus predecesores en el arte del buril, como el Maestro E.S., así llamado por las iniciales de su monograma.

El Maestro E.S., orfebre y grabador originario de Suiza o de Alemania del sur, que habría ejercido su actividad en la Alta Renania entre los años 1450 y 1467, viene siendo considerado el más importante predecesor de Schongauer; para su obra habría utilizado como fuente de inspiración modelos pictóricos pero transformándolos en formas planas y ornamentales y revelando así, a pesar de su perfeccionamiento técnico, su deuda con su oficio de orfebre.
Martín Schongauer fue el primer pintor que usó la calcografía elevándola enseguida a la altura de obra de arte autónoma.

Aunque es cierto que habría aprendido en parte del Maestro E.S., mostró desde el principio una concepción artística diferente, a contracorriente de la complicación decorativa del último gótico alemán, al dar a sus composiciones carácter de cuadros, grabados en los que las figuras idealizadas de santos y de santas se destacan como estatuas sobre la blancura del papel.
El público al que se dirige Schongauer esta formado por artistas de todo tipo que, dentro y fuera de Alemania, adquieren sus grabados como material de estudio y aprendizaje.

Y en Alemania, por aquel entonces, e Martin Schongauer la máxima autoridad como grabador, dibujante y pintor. Con una sólida formación recibida a través de sus contactos con los grandes maestros alemanes y franco-flamencos de los que se aprecian algunos ecos en sus primeras creaciones, no tardó en adquirir una personalidad propia que le haría destacar entre los restantes artistas de su generación.
Aportaba un lenguaje figurativo distinto, por la rica inventiva de sus composiciones, y la dignidad llena de gracia de sus tipos, que los hacía fácilmente identificables.

Divulgadas sus creaciones por medio de sus planchas en cobre, técnicamente perfectas, no tardaron estas en alcanzar categoría de modelos para los artistas residentes fuera de las fronteras de su país de origen, especialmente en Italia y en España.
En la Vida de Miguel Ángel Buonarroti, escrita por Giorgio Vasari, se cuenta un episodio que habría sucedido durante el aprendizaje del artista, entonces de trece o catorce años, cuando se forma en el taller de Domenico Ghirlandaio en Florencia, es decir, entre 1488 y 1489, que muestra a sus discípulos el oficio de pintor utilizando grabados de Schongauer:
E ciò era, che tutto il sapere e potere della grazia era nella natura esercitata dallo studio e dall’arte; perchè in Michelagnolo faceva ogni dì frutti piu divini che umani, como apertamente cominciò a dimostrarsi nel ritratto che e’fece di una carta di Martino Tedesco stampata, che egli dette nome grandissimo; imperocché, essendo venuta allora in Firenze una storia del detto Martino, quando i diavoli battono S. Antonio, stampata in rame, Michelagnolo la ritrasse di penna, di maniera, che non era conosciuta, e quella medesima con i colori dipinse, dove, per contraffare alcune strane forme di diavoli, andava a comperare pesci che avevano scoglie bizarre di colori, e quivi dimostró in questa cosa tanto valore, che e’ne aquistó e credito e nome.
El texto de Vasari tiene el interés de destacar la popularidad de los grabados de Schongauer en Italia a finales del siglo XV.
Aunque el dibujo de un Miguel Ángel adolescente, tomado del grabado de Schongauer titulado San Antonio Abad atormentado por los demonios, no se ha conservado, lo que si es cierto es que los grabados de Schongauer son muy apreciados en Italia ya desde la vida del artista y, naturalmente, también en Alemania.

Como nos recuerda don Juan Ainaud, en el comercio y difusión del grabado en España intervienen, además de los grabadores propiamente dichos, los impresores, estamperos y libreros.
Y el hecho de ser alemanes, en su mayoría, los impresores establecidos en nuestro suelo contribuyeron indudablemente a mantener un carácter esencialmente germánico las ilustraciones que emplearon, con lo que, por otra parte no hicieron más que reforzar la vigencia del estilo flamenquizante tan en boga en la pintura y miniatura hispánicas de la segunda mitad del siglo XV.
