Se considera el nexo entre Miguel Ángel y el tenebrismo de Caravaggio, es uno de los primeros en romper con la iconografía tradicional mediante la experimentación
San Francisco recibiendo el estigma
Manierista, aprovecha los efectos de la luz y las deformaciones o las expresiones absortas para conseguir un fuerte dramatismo.
Además del juego de luces, recurre a colores que no se encuentran en lo cotidiano.
Usa un característico color rojo incandescente que se llama rojo Beccafumi.
Natividad, h. 1522, Domenico Beccafumi (Siena, iglesia de San Martino). El uso de colores, típico de la «maniera» de Pontormo o de Rosso, provoca un choque visual tan intenso que los efectos cromáticos se incrementan por el comportamiento de la luz. Ya no se trata de restituir zonas luminosas y sombreadas según las necesidades de la composición, sino de hacer vibrar el colorido, incluso de metamorfosearlo.
Influencia del Greco en el color y pliegue de ropas o en las expresiones de los ojos.
Desposorios de la Virgen
Peculiares representaciones de rostros femeninos, delicados, sutiles, como anticipo del Barroco, aunque sin la languidez ni superficialidad del Barroco.
(1486-1551) Pintor, escultor, dibujante, iluminador y grabador, es uno de los primeros y mejores representantes del manierismo toscano.
Según Vasari, Doménico di Giacomo di Pace, conocido también como Meccherino, es el hijo de un humilde granjero de una pequeña localidad próxima a Siena, y goza desde su infancia del mecenazgo del acaudalado Lorenzo Beccafumi, patrón de su padre, de quien Doménico toma su nombre, y quien financia la formación del joven en Siena.
En sus primeras obras se perciben las fuertes influencias de los florentinos Fra Bartolommeo y Albertinelli.
Se interesa por los progresos de sus contemporáneos Filippino Lippi, Piero di Cosimo, Perugino, Signorelli y Sodoma.
1510-1512 reside en Roma, donde estudia a Rafael, Miguel Ángel y Baldassare Peruzzi.
El primer encargo importante importante es el Tríptico de La Trinidad en el Hospital de Santa María della Scala.
1515-1516 Los estigmas de Santa Catalina.
1516-1517 San Pablo en la catedra en el Museo de la Opera del Duomo de Siena.
1518 los frisos realizados junto a Il Sodoma y Girolamo di Pascchia para el Oratorio de la iglesia de San Bernardo.
Venus en un paisaje, h. 1518, óleo sobre tabla, Domenico Beccafumi (Birmingham, Barber Institute of Fine Arts). Esta obra muestra cómo el artista impulsa la lógica de la extensión hasta la deformación. Este panel decorativo, probablemente ejecutado para una cabecera, presenta un desnudo femenino cuyo cuerpo se alarga más allá de sus reales proporciones sin por ello perder elegancia.
Regresa a Siena, ciudad en la que, salvo un segundo viaje a Roma, en 1519, y una breve estancia en Génova, reside y trabaja durante el resto de su vida.
Desarrolla un discurso propio, muy personal, donde destacan los juegos de luz .
Gloria de los ángeles, detalle, Domenico Beccafumi (Siena, Duomo). En esta parte del fresco, el pintor ha representado un querubín cuya distensión en el abdomen y las nalgas intumescentes no deja de sorprender al espectador acostumbrado a una versión seráfica del mundo celestial. Por otra parte, el pintor utiliza regularmente la línea serpentina para construir sus figuras, ya sean sagradas o profanas.
En sus composiciones hay tensión e inestabilidad muy emocional, lo que hace de sus obras un ejemplo anticipado del manierismo de los años siguientes.
1519 último viaje a Roma, profundiza el estudio de los clásicos en el Vaticano.
La Capilla Sixtina le inspira para su segunda etapa más manierista.
El suicidio de Catón de Utica, 1519, fresco, Domenico Beccafumi (Siena, Palazzo Bindi Segardi). La postura de Catón se inspira en el Laocoonte descubierto en Roma el 14 de enero de 1506, y luego expuesto en un nicho del Belvedere. En esta representación, Catón acaba de suicidarse: todavía está de pie, daga inmaculada en mano mientras gotas de sangre brotan de su pecho. Sin embargo, la crónica de la muerte del héroe republicano en la versión de Plutarco y la de otros autores es mucho más sangrienta. La adaptación de la historia procede sin duda del comitente y / o el creador del programa que eligió suavizar la muerte de Catón.
Ahora hace las obras que le dan fama como, las pinturas en el Palazzo Pubblico de Siena, los frescos denominados Alegoría de La Justicia y Decapitación de Cassius en la Sala Consistorial.
Historia de Publio Mucio, fresco, Domenico Beccafumi (Siena, Palazzo Pubblico)Historia de Publio Mucio, fresco, Domenico Beccafumi (Siena, Palazzo Pubblico)Marco Manlio es arrojado desde lo alto del Capitolio, pintura al fresco, Domenico Beccafumi (Siena, Palazzo Pubblico). Esta escena es a menudo citada por la audacia de su escorzo en perspectiva. El detalle de Marcus Manlio arrojado desde el Capitolio se refiere a un castigo político. Al fondo, los edificios reproducen exactamente la arquitectura visible desde la ventana del Palacio Público situada inmediatamente debajo de la pintura al fresco, como lo demuestran las representaciones de la Piazza del Campo en los siglos XVI y XVII. Así, el espectador podía contemplar dos veces el mismo paisaje urbano bajando la mirada desde el fresco a la ventana. Además, el ciclo se refiere a prácticas penales infligidas en Siena durante la primera mitad del Cinquecento. Marco Manlio es con toda evidencia una figura ejemplar para una república que tenía por costumbre precipitar a los condenados por delitos políticos a través de las ventanas del Palacio, como de hecho lo fue también en Florencia.Reconciliación de Marco Emilio Lépido y Fulvio Flacco, 1529-1535, Domenico Beccafumi (Siena, Palazzo Publico).
1517-1546 realiza los 35 mosaicos del pavimento del Duomo de Siena que lo hacen famoso.
Para la realización de tal pavimento son convocados durante dos siglos los mejores artistas italianos, y Beccafumi aquí resultó el más destacado.
En este pavimento se observa cómo Beccafumi hace innovaciones técnicas, por ejemplo en las figuraciones dedicadas a Elías, Moisés, Ajáb y Melquisedec.
Natividad de la Virgen, 1530, óleo sobre tabla, Domenico Beccafumi (Siena, Picanoteca Nazionale). Este retablo ejecutado para las hermanas del convento de San Paolo se basa en el uso del claroscuro para dar ritmo a la composición. El asunto impuesto por el comitente, llevó a Domenico a inspirarse en el retablo de Paolo di Giovanni Fei (1344-1411) del mismo asunto. La disposición del grupo de la sirvienta con el niño y los gestos de los personajes – la mujer probando la temperatura del agua, el niño que se succiona el dedo índice – se han inspirado de la tabla central del tríptico. El resultado da un tono de intimidad a la composición, propio de las natividades de la Virgen de los siglos XIV y XV.
1520 es nombrado pintor oficial de la República de Siena, recibiendo un buen número de encargos para decorar distintas iglesias y palacios de la ciudad.
El sacrificio de Seleuco de Locri, 1519, Domenico Beccafumi (Siena, Palacio Bindi Segardi). Los hermosos frescos del Palacio Venturi (más conocido bajo el nombre de los sucesivos propietarios: Agostini, Bindi Segardi y Casini Casuccini) que representan episodios sacados de Valerio Máximo, se remontan a los años 1520-1525.Zeuxis y las jóvenes de Crotona, h. 1525-1530, Domenico Beccafumi (Siena, palacio Casini Casuccini)Zeuxis y las jóvenes de Crotona, detalles, h. 1525-1530, Domenico Beccafumi (Siena, palacio Casini Casuccini). Para el desnudo en el suelo, Beccafumi se inspiró en las figuras de Miguel Angel de la Capilla Sixtina.
Sus obras más conocidas son las que realiza para la Sala del Consistorio en el Palazzo Publico.
La ejecución de Espurio Melio, fresco, Domenico Beccafumi (Siena, Palazzo Pubblico, Sala del Consistorio). El contrapposto tiene una función narrativa innegable: permite colocar las figuras en varios espacios-tiempo.Figura femenina en grisalla, (Siena, Palacio Público, Sala del Consistorio)Virginia ante Apio Claudio, 1520-1525, óleo sobre tabla, Domenico Beccafumi (Londres, National Gallery). Esta representación de la historia y el mito en un entorno privado es conforme a las costumbres de la época. Es frecuente, especialmente en Siena, que en la decoración de las cámaras nupciales figuren, a modo de ejemplo, las figuras de las antiguas heroínas.Postumio Tiburcio condenando a muerte a su hijo, 1529-1535, Domenico Beccafumi (Siena, Palazzo Publico). De espaldas, un personaje masculino desnudo se apoya en un bastón y levanta el dedo índice; una figura contorsionada de una mujer y con los ojos fijos en la anatomía del cuerpo desnudo, esconde su dedo índice izquierdo en los pliegues de su vestido. El gesto del personaje femenino que forma una línea vertical con el cadáver se redistribuye en las dos figuras femeninas dispuestas detrás de él. Así, el deseo y el objeto del deseo dialogan entre ellos para continuar una «historia» de los efectos producidos por la exhibición de la virilidad. Pero, que relación tiene esta escena con la historia del delito representada en primer plano?El castigo de Coré, 1537-1538, óleo sobre tabla, Domenico Beccafumi (Pisa, Duomo). En primer plano, el amasijo de figuras recuerda a Moisés y las hijas de Jetro de Rosso Fiorentino donde el espacio está saturado por un montón de cuerpos contorsionados medio atrapados en el suelo. La continencia de Escipión, pintura al fresco, 1519, Domenico Beccafumi (Siena, Palacio Bindi Segardi). Al pintor le gustaban los desnudos femeninos hasta el punto de desnudar sus figuras en escenas que no lo requerían. Las variaciones sobre el tema de la continencia de Escipión muestran como la prometida se representa a veces desnuda o vestida. En el fresco del palacio Bindi Segardi, la clemencia de Escipión el Africano es tanto más loable que el desnudo femenino es inquietante. Beccafumi irá desgranando así sus desnudos femeninos, incluso a costa de alterar la historia.
Dedica sus últimos años a la escultura, sobre todo a una serie de ángeles de bronce que le son encargados en 1548, para la catedral de Siena
Diseña mosaicos y es también un hábil grabador que trabaja tanto con planchas de cobre como de madera.
Beccafumi sirve a la República de Siena durante su breve restauración, antes que la adversidad aniquilen cualquier forma de independencia.
El establecimiento de una guarnición española en Siena, la rebelión popular, el terrible asedio que dura siete meses y finalmente, la entrega de una ciudad rota a Cosme I de Medicis hace que durante casi 400 años las obras de la pintura sienesa sean invisibles.