Peter Paul Rubens

Alto y de noble porte, tenía las facciones regulares, las mejillas rosadas, el cabello castaño y en los ojos el brillo de una pasión contenida. Su compañía es seductora, su temperamento afable, su conversación grata, su ingenio vivaz y penetrante, su manera de hablar tranquila y juiciosa y el tono de su voz agradable, lo que le hace elocuente y persuasivo.

Roger de Piles (1699)

Nace en Siegen, región de Westfalia, Alemania, el 28 de junio de 1577.

La familia de Rubens es oriunda de Amberes donde su padre, Jan Rubens llega a magistrado municipal, tras haber estudiado leyes en las universidades de Lovaina, Padua y Roma.

Sin embargo, los graves acontecimientos políticos y religiosos que viven los Países Bajos en la década de 1560 llevan al joven Jan al exilio en 1568, debido a las sospechas de calvinismo que sobre él pesan.

La familia Rubens -Jan casa con Maria Pypelinx y ya han nacido 5 hijos- se muda a la ciudad de Colonia donde Jan entra al servicio de Ana de Sajonia, la esposa de Guillermo de Orange.

La relación entre Jan y su señora se estrecha cada vez más hasta llegar a ser amantes durante tres años, hasta acabar siendo sorprendidos por Guillermo el Taciturno.

El adulterio esta castigado con la pena de muerte, pero la actuación de doña Maria Pypelinx en esta ocasión es determinante, consiguiendo que la pena capital sea conmutada por la cárcel, el pago de una considerable fianza y el exilio.

Jan abandona la prisión y se instala con su familia en Siegen, cerca de Colonia, donde nace como reconciliacion Peter Paul el 28 de junio de 1577.

Al año siguiente se trasladan a Colonia, una vez que Jan es indultado por completo, ciudad en la los Rubens vive hasta el fallecimiento paterno, en 1589.

Maria Pypelinx y sus hijos regresan a Amberes al poco tiempo, ya que ninguno es calvinista y nada les ata a la ciudad alemana, instalándose en el centro de la ciudad flamenca donde su abuelo ha prosperado como farmacéutico.

El pequeño Peter Paul inicia su formación en la Escuela Católica y con los jesuitas en Colonia, por lo que continua sus estudios en Amberes.

Frecuenta la Escuela Latina de Rombant Verdonck donde conoce a Balthasar Moretus y se relaciona con los clásicos griegos y latinos, pero esta formación académica duró poco tiempo, ya que en la casa de los Rubens hay carencias económicas y hay que dotar a Blandine, la hija casadera.

La escasez económica familiar obliga a que tanto Philip -el hermano mayor nacido en 1573- como Peter Paul abandonen los estudios y se ganen la vida por su cuenta.

Philip consiguió una plaza de bibliotecario en Roma, mientras que Peter Paul es colocado como paje al servicio de la condesa Margarita de la Ligne d´Aremberg, viuda de Felipe de Lalaing, en Oudenaarde.

Esta experiencia le sirve para aprender las maneras cortesanas que posteriormente le serán tan útiles en sus viajes por Europa.

Pero el joven Peter Paul no quiere permanecer mucho tiempo en ese oficio servil, por lo que decide hacerse pintor, aunque desconocemos las razones que le llevan a esta decisión, apuntando el propio Piles que no tenían, al principio, otra finalidad que la de aprenderla por gusto.

1591,  es su maestro Tobias Veraecht, pintor de paisajes con el que apenas esta tiempo.

La elección de Veraecht como profesor es bastante sorprendente; la razón debemos buscarla en cuestiones financieras o familiares ya que es un pariente lejano de María Pypelinx.

Una vez abandonado el taller de Veraecht, donde permanece apenas un año, se traslada al taller de Adam van Noort, habilísimo pintor de figuras pero de conducta abyecta y libertina y humor brutal por lo que el joven aprendiz abandona su taller para trasladarse al de Otto van Veen, uno de los mejores maestros activos en ese momento en Amberes y el que más influye en su estilo juvenil, además de Holbein y Durero, cuyos grabados copiaba desde un inicio.

1598, con 21 años, Rubens finaliza su periodo de aprendizaje y supera el correspondiente examen del maestro ante la Guilda de San Lucas de Amberes, corporación en la que se integrar como pintor independiente.

Si bien la estancia en el taller de Otto van Veen no es muy fructífera para el joven pintor, Van Veen inculcó a su discípulo la necesidad de acudir a Italia para realizar un segundo aprendizaje.

9 de mayo de 1600 emprende el viaje a Italia con el objetivo de ampliar su formación artística, estudiando las obras del Renacimiento y la escultura clásica.

Viaja en compañía de un joven pintor llamado Deodato del Monte y su primera parada es Venecia, donde conoce a un noble mantuano que le recomienda para trabajar en la corte del duque de Mantua, Vincenzo Gonzaga, curioso personaje sincero protector del arte y de los artistas para cuya familia ya había trabajado Tiziano, Mantegna o Giulio Romano.

En la corte de Mantua permanece durante  9 años, sirviendo al duque tanto en cuestiones artísticas como diplomáticas.

1601 Rubens está en Roma, donde trabaja su hermano Philip como bibliotecario.

La pintura de Caravaggio llama su atención y se interesa especialmente por la Capilla Sixtina pintada por Miguel Angel y las Stanzias de Rafael.

En la Ciudad Eterna tiene la primer oportunidad pública de demostrar sus dotes como pintor, ya que se le encarga la decoración de una capilla de la Iglesia de Santa Croce in Gerusalemme de Roma, iglesia de la que había sido cardenal titular el archiduque Alberto de Austria, en estos momentos gobernador de los Países Bajos.

El éxito obtenido por Rubens con estas pinturas es grande ya que aunque flamenco se le considera italiano por estilo

1602 está de nuevo trabajando en Mantua donde recibe una importante misión al año siguiente.

Tiene que realizar un viaje a España para entregar al rey Felipe III y su valido, el duque de Lerma, varios presentes, entre ellos un buen número de copias de los grandes artistas del Renacimiento, Tiziano y Rafael entre otros.

El duque de Mantua desea con estos presentes conseguir el cargo de almirante de la flota española.

Al llegar a Valladolid, Peter Paul realiza el impresionante retrato ecuestre del duque de Lerma, con el que logra gran fama entre los cortesanos españoles, especialmente el marqués de Siete Iglesias, don Rodrigo Calderón, la mano derecha de Lerma.

Los éxitos obtenidos permiten a Rubens recibir ofertas para mantenerse en la corte española pero vuelve al servicio de Vincenzo Gonzaga, posiblemente porque el ambiente artístico español de ese momento no es de su agrado, al tiempo que deseaba continuar con su aprendizaje.

Tras un nuevo periodo en Mantua, vuelve a finales de 1605 a Roma donde hace un importante encargo para la iglesia de San Felipe Neri.

En estas fechas realiza varios viajes a Génova donde ejecuta un buen número de retratos de la nobleza del lugar, insuflando la frescura y la vitalidad necesaria como para renovar el concepto de retrato aristocrático.

1604  el duque de Mantua solicita de Rubens el primer encargo de importancia, la decoración de la iglesia de la Trinidad de Mantua donde pone de manifiesto su admiración por la escuela veneciana integradapor Tiziano, Tintoretto, Veronés o Correggio. Las obras clave de esta estancia italiana son las pinturas realizadas para el altar mayor de la Chiesa Nuova, la iglesia romana de Santa Maria in Vallicella, encargadas por los Oratorianos a finales de 1606.

Octubre de 1608 vuelve de manera urgente a Flandes, su madre María Pypelinx, agoniza pero llega tarde porque muere antes.

Si bien se compromete a regresar a Mantua, la oferta realizada por los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia, gobernadores de los Países Bajos, no puede ser rechazada.

Se le ofrece el cargo de «pintor de la casa de sus Altezas Serenísimas», permitiéndole instalarse en Amberes y fijando un sueldo anual de 500 ducados, cobrando aparte las obras pintadas para los gobernadores, al tiempo que se le exime de impuestos y se le condonan las deudas establecidas con la Guilda.

 Al año siguiente de establecerse en Amberes, el 3 de octubre de 1609, Rubens contrae matrimonio con Isabella Brandt, la hija de un alto funcionario municipal llamado Jan Brandt.

La novia era catorce años más joven que el pintor pero esto no es inconveniente para una buena armonia, naciendo de este matrimonio tres hijos: Clara Serena, Albert y Nicolas.

El Autorretrato que pinta con su esposa entre 1609-1610 y los retratos que confecciona de sus hijos Alberto y Nicolás en 1626,  muestran a una familia que tiene una forma de vida lujosa.

Al poco de instalarse en Amberes erige una casa con un gran jardín donde construye un espacioso estudio, una amplia biblioteca y una sala para albergar sus colecciones.

 La casa responde a las características de la arquitectura y la decoración italianas, estando diseñada por él mismo.

En las inscripciones que decoran el arco del jardín se lee Dejemos a los dioses el cuidado de procurarnos sus dones y de concedernos lo que más nos conviene, pues ellos quieren a los hombres más de los que más de lo que los hombres se quieren a sí mismos; Pidamos la salud del cuerpo y la del espíritu. Un alma fuerte que no tema a la muerte, inaccesible a la cólera y a los deseos vanos.

En ambas inscripciones manifiesta su concepción neoestoica de la vida, en sintonía con buena parte de los humanistas flamencos del momento con los que estableció una estrecha relación: Justo Lipsio, Ludovicus Nonnius o Gaspar Gevaerts.

Ya en estas fechas Rubens lleva un ritmo de vida metódico.

Se levanta a las cuatro de la mañana, oía misa y se ponía a trabajar durante unas doce horas, al tiempo que un lector le leía en voz alta las obras de Plutarco, Tito Livio o Séneca.

Hace una comida frugal para que no interfiriera en el trabajo y una vez acabado éste, realiza un paseo a caballo por los alrededores de Amberes.

Regresa a casa para cenar en compañía de los amigos, disfrutando de las conversaciones.

Tras década de guerra, los Países Bajos pertenecientes a la corona española, se firma a una tregua en 1609 entre la monarquía española y las Provincias Unidas del Norte, la Tregua de los Doce Años, esto le permite contribuir con su obra en la  reconstrucción de la decoración de iglesias y de casas y palacios de la aristocracia y la alta burguesía.

1609 la ciudad de Amberes le encarga el cuadro La Adoración de los Magos, para adornar el salón el Ayuntamiento en el que se  firma de la tregua; cuadro que más tarde pasa a formar parte de la colección de Felipe IV.

1628-1629 el pintor lo retoca y amplia, incluyendo su propio autorretrato.

Pinta en esos primeros años en Amberes, algunos de los cuadros de altar más impresionantes de la historia del arte, como La ereccion de la Cruz, entre 1610-1611 y El Descendimiento entre 1611-1614.

Hace de su estudio una factoría, con 25 colaboradores como Anton van Dick, que entra en su taller en 1616, Gaspar de Crayer, Jacob Jordaens, Theodor van Thulden, Cornelis de Vos.

Colabora también con otros pintores, como Frans Snyders y sobre todo Jan Brueghel de Velours. 

1621 toma el encargo de decorar el Palacio de Luxemburgo en París, residencia de la reina madre de Francia, María de Médicis.
1625, la infanta Isabel Clara Eugenia pide al pintor el diseño de 20 grandes tapices para el Convento de las Descalzas Reales de Madrid.

1628 el rey Felipe IV llamó al pintor a Madrid para recibir información sobre el estado de las negociaciones.

me encuentro tan sobrecargado de encargos para edificios públicos y colecciones particulares que me resultará imposible aceptar otros nuevos antes de que transcurran varios años.

Con este motivo viaja a Madrid en agosto de 1628, y permanece en hasta abril de 1629.

Su actividad en Madrid es febril, tanto que el pintor  Francisco Pacheco (cuya información procedía de su yerno Velazquez, con quien Rubens seguramente comparte estudio en el Alcázar de Madrid) escribe en su libro Arte de la pintura

Parece cosa increíble haber pintado tanto en tan poco tiempo.

Pinta 40 cuadros durante su estancia en Madrid, algunos por encargo del rey, otros para la infanta Isabel Clara Eugenia y otros para sí mismo, como las numerosas copias que confecciona de los cuadros de Tiziano que pertenecen a la colección real.

1629-30 Tras España marcha a Londres y más tarde a La Haya (1631); en Londres confecciona parte de la decoración del Banqueting House, en el Whitehall, y para el rey Carlos I, una de sus alegorías políticas más conocidas, Alegoría de la Paz.

Recibe todo tipo de honores, entre los que se incluye un doctorado por la universidad de Cambridge, visita la colecciones de arte y estrechó contactos con anticuarios y humanistas.

Cansado de pasar tanto tiempo fuera de casa – más que ninguna otra cosa en el mundo desearía volver a mi casa y quedarme allí para el resto de mi vida– escribie a su amigo Gevaerts- y con sus deberes diplomáticos casi resueltos -el tratado se firmaría ese mismo año de 1630- embarca en Dover el 23 de marzo, poniendo fin a su etapa de grandes viajes, habiendo cumplido sus objetivos, tanto personales -es nombrado caballero por los reyes de España e Inglaterra- como diplomático.

Un vez en Amberes pide a la archiduquesa Isabel

como única recompensa a todos mis servicios, que me exima de nuevas misiones y me dejara servirla desde mi propia casa. De cuantos favores me ha concedido éste ha sido el que más trabajo me costó obtener.

Conseguido esto, su objetivo inmediato será encontrar esposa:

una mujer joven de una familia honrada pero burguesa, pues nadie puede intentar convencerme de que haga una boda cortesana. Me asusta el orgullo, un vicio inherente a la nobleza y en especial en aquel sexo, y por ello quiero elegir a alguien que no se avergüence de verme coger los pinceles. Y a decir verdad, me resultaría difícil cambiar el tesoro de mi libertad por los abrazos de una mujer vieja.

1630, tras quedar viudo, contrae matrimonio de nuevo con una bella joven, Helena Fourment, que constituye su principal fuente de inspiración en la última década de su vida.

Los últimos años, confecciona infinidad de encargos para Felipe V, entre 1636-1638, diseña para la Torre de la Parada, pabellón real de caza, alrededor de 60 escenas, la mayoría mitológicas, y entre 1638-1640 , hace 22  cuadros de tema mitológico y alegórico para decorar el Alcázar.

Pinta, pero además diseña tapices, estampas, esculturas y objetos de decoración, incluso ilustra libros, como una Biblia.


Abarca todos los temas desde los mitológicos, alegóricos religiosos, históricos, retratos y paisajes.

Su pintura aunque pomposa, grandilocuente, es a la vez delicada, dotada de calidad técnica, tanto en el dibujo como en el color, en las composiciones totalmente armónicas y la psicología de los personajes que sabe transmitir, dando una gran importancia a la expresividad de estos.

Fallece en Amberes, el 30 de mayo de 1640.

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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