


La Enciclopedia de Diderot y D´Alembert, Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios, es no solo un colosal esfuerzo editorial de 28 volúmenes de texto y 11 laminas de grabado (grabado e ilustraciones) entre 1751-1772, mas 7 volúmenes adicionales de Suplementos publicados entre 1776-1780, con 139 colaboradores, 72000 entradas, 2500 láminas.

Además de las dificultades con las que se enfrenta -la más importante la prohibición por real orden en 1759, orden luego revocada, es un gran éxito comercial.

La difusión de la obra entre 1751-1782 puede alcanzar los 25000 ejemplares, los beneficios según Voltaire los 7,5 millones de libras, una cifra inmensa, el sueldo anual de un obrero francés esta en 280 libras, y da trabajo durante 25 años a 2000 trabajadores y varias imprentas.

Las ventas de la Enciclopedia son increíbles.

Ello explica que el enciclopedismo, la aspiración a una explicación racional del mundo, penetra en la educación y mentalidad de círculos de magistrados, funcionarios y de patriciados rurales y urbanos franceses y europeos, los principales suscriptores de la obra.

El éxito corrobora otra realidad, el éxito que a lo largo del siglo XVIII experimenta la oferta y la demanda de lectura, uno de los hechos mas importantes de la Ilustración.

La publicación periódica -gacetas, diarios, periódicos-, una prensa de aparición irregular, tipografía y maquetación próximas al libro, precio elevado y poca y escasamente fiable, información, en otras palabras, una prensa erudita y literaria mas que informativa, se asienta como forma de lectura en toda Europa y América, tanto en la América británica como en la española.


En Francia puede haber en 1745, 15 publicaciones periódicas, en 1785 son 82, alguna de las cuales como La Gazete de France tira en torno a los 12000 ejemplares.

Inglaterra tiene prensa diaria, newspapers, desde 1702 en que aparece The Daily Courant que dura 30 años y al que se le añade Daily Post desde 1720, The Morning Chronicle en 1769, The Times en 1788.




El gran éxito con una tirada de 20000 ejemplares es The Spectator de Richard Steele y Joseph Addison, dos excelentes escritores publican entre mayo de 1711 y diciembre de 1712, un diario muy popular entre la clase media inglesa, que con un estilo donde prima la ironía y el ingenio, trata de costumbre moral, habito de conducta y literatura (pero no de política por lo que pudiera pasar).

El Journal de Paris, el primer diario francés aparece en 1777 y es también un éxito inmediato y anticipa lo que con el tiempo será el periodismo ofreciendo cotizaciones financieras, anuncios de espectáculos, meteorología, cartas de los lectores, noticias de la vida cotidiana y comentarios de libros.

Pese a la censura y prohibiciones, el mundo del libro se transforma.

La producción de libros aumenta de forma exponencial en toda Europa.

La aparición de libro de pequeño formato, que puede llevarse en el bolsillo o de viaje, los hace mas accesible y manejables.

Las librerías comerciales se multiplican.

En Inglaterra proliferan las bibliotecas circulantes o de préstamo y los club del libro.

El gusto lector se modifica con respecto a siglos anteriores, también la literatura y el libro filosófico o el libro científico sustituyen al libro religioso en producción y ventas.

La expansión de la novela, que la Enciclopedia de Diderot y D´Alembert define como relato ficticio de diversas aventuras maravillosas e inverosímiles de la vida humana, es una expresión de los cambios de gustos, valores y forma de vida, que supone la revolución ilustrada.


Su expansión se debe a la nueva forma de vida industrial editorial (pequeño formato, colecciones populares, prensa literaria.

Y porque buena parte de su publico son mujeres cuya irrupción en la vida intelectual como lectoras o salonieres, como autoras o como protagonistas de la ficción, es en si mismo un cambio histórico fundamental.

En el XVIII la novela define su propia carácter. Robinson Crusoe (1719) novela de Daniel Defoe basada en un hecho real que es la experiencia solitaria durante cinco años de náufrago Alexander Selkirk en la isla de Juan Fernández donde hay una exaltación del individuo como clave de supervivencia y vida.

Las cartas persas de Montesquieu, que el mismo define como una especie de novela, son una sátira divertida y aguda de la sociedad francesa a través de la correspondencia de un viajero persa Usbek que visita Paris.

Tom Jones (1749) de Henry Fielding es una novela cómica en la que un joven humilde enamorado de una joven rica, triunfa y logra su verdadero lugar en la sociedad, pero es una reflexión sobre la bondad, la felicidad, la hipocresía, la justicia y la vida sexual.

Pamela de Samuel Richardson y Julia o la Nueva Eloisa de Rousseau, son novelas epistolares, sentimentales, pero moralizantes sobre la pasión amorosa, la virtud y la respetabilidad personal y familiar.

Tristan Shandy (1759-1767) de Lawrence Sterne es una narrativa desordenada sin trama precisa, constantemente interrumpida por digresiones y derivaciones, y con una tipografía audaz que incluye paginas en blanco, asteriscos, párrafos rayados y garabatos que es una celebración de la invención literaria y es una novela de como escribir la novela, la autobiografía del protagonista.

En Las desventuras del joven Werther (1774) muchos jóvenes alemanes se visten como Werther, con chaqueta azul y pantalón amarillo, Goethe crea el prototipo de héroe romántico, el joven melancólico y desesperado en rebeldía contra la sociedad, enamorado sin esperanza e inevitablemente abocado hacia el suicidio, con ese sentimiento trágico de la vida tan germano.

Jean François Boucher

Es un artista versátil, que confecciona infinidad de temas, desde religiosos y mitológicos hasta retratos, escenas campestres y pastorales, así como paisajes.

Su fama llega hasta Suecia, de donde recibe encargos para las colecciones reales.

Posee influencias de Jean-Antoine Watteau, Giovanni Battista Tiépolo y Peter Paul Rubens.
Interpreta la naturaleza y los paisajes con gran pasión y también hace retratos de clientes nobles o mujeres desnudas.

Escenas idílicas, mitológicas y alegóricas caracterizan su estilo galante.

París, 1703-1770, hijo de un artesano y pintor
Es el perfil de la pintura galante francesa que nace el 29 de septiembre de 1703 en París, es pintor, escenógrafo e ilustrador de libros.
Boucher aprende los conceptos básicos de la pintura de su padre Nicolas, un diseñador industrial y miembro de la Académie de Saint-Luc.
Formado con el pintor François Lemoyne, uno de los principales pintores históricos de la época.

1727-1731 visita Italia para ampliar sus conocimientos, donde pinta en el transcurso de su estancia temas históricos y religiosos.

En Italia visita Roma, Génova y Parma, dedicando su tiempo a estudiar la obra de Correggio y de los venecianos.

El éxito llega a Boucher a través de sus escenas galantes donde el artista encuentra su estilo.

Más tarde aprende el arte del grabado en la casa del grabador Jean-François Cars, reproduciendo en esta etapa obras de Watteau.
donde conoce al editor Jean de Jullienne, para quien confecciona infinidad de grabados
Nunca deja el grabado y sigue ilustrando libros durante toda su carrera.
1734 es admitido en la Académie donde presenta la obra Rinaldo y Armida, hoy en el Musée du Louvre, y en 1737 es nombrado profesor de esa institución.

Recibe su primer encargo real en 1731: una serie de cuatro grisallas para el apartamento de la reina en el palacio de Versalles, desde entonces es requerido por la corte para distintos trabajos durante el resto de su vida.

Boucher alterna la pintura con la decoración de los objetos más diversos: muebles, abanicos, porcelanas de Sèvres y telones de teatro con escenas bucólicas.

En su etapa de madurez, entre 1734 y 1764, destaca la década de 1740 en la que ejecuta varias de sus obras maestras.

Es decorador de la Academia Real de Música entre 1744 y 1748, el de director de la fábrica de tapices de los Gobelinos en 1755 y el de director de la Académie en 1765.

1765, el rey Luis XV lo nombra pintor de la corte del rey.

Realiza decoraciones para castillos reales y pinturas para habitaciones privadas reales.


Protegido de Madame Pompadour, expone en los Salones desde 1740, siendo objeto de encendidos comentarios y críticas por parte de Diderot en la década de 1760, momento en el que la estética de Boucher comienza a declinar.


Fallece el 30 de mayo de 1770 en París y su nombre, como el de su patrona, Madame de Pompadour, y sus obras son la expresión perfecta de la pintura galante francesa.
