
Cuando camino, todo se vuelve más sencillo. Es un tipo de felicidad simple

Mi trabajo nació como una reacción al pop, y a los Young British Artists que son artistas pop de tercera generación; ellos cultivan su imagen pública y yo, sin ser un solitario excéntrico, prefiero la soledad

Tiene 22 años y es estudiante de la San Martin y discípulo de Anthony Caro cuando camina repetidas veces en una pradera de Witshire, pisando la hierba hasta formar un sendero recto.

Recurre al medio fotográfico para registrar y exponer sus actividades: sus imágenes son siempre tomas sencillas y directas que, sin embargo, abarcan más que la simple representación.

El trayecto lineal que se pierde en el fondo de las fotografías de A line made by walking England 1967 divide las imágenes en casi dos mitades simétricas y potencia así el contraste entre la línea y el prado y los árboles circundantes.

El esquema compositivo, sencillo y prácticamente geométrico, y el claroscuro posibilitado por el blanco y negro, así como una cierta indefinición en el trasfondo de la imagen, subrayan la calidad gráfica del tema y resaltan el contraste entre la estructura lineal y el aspecto granuloso y mate del papel fotográfico
Luego toma una fotografía del paisaje y se va.
Sin testigos ni público aquella acción y su testimonio constituyen A line made by walking (1967), una obra que la Tate Britain adquiere en 1976 y que la crítica considera un hito del arte británico de posguerra.

Afirma el artista que lo recuerda como si fuera ayer y añade que no le interesa crear monumentos permanentes, así que muchas de sus obras terminan desapareciendo de forma natural, aunque se acuerda de todas.

La naturaleza siempre ha sido un tema del arte, desde las primeras pinturas en cuevas a la fotografía del paisaje del siglo XX.

Quería utilizar el paisaje como un artista de nuevas maneras. Primero empecé a hacer obra fuera usando materiales naturales como la hierba y el agua, y esto llevó a la idea de hacer una escultura al caminar. Esta fue una línea recta en un campo de hierba, que era también mi propio camino, yendo a ‘ninguna parte’.
En A line made by walking de 1967 hay minimalismo por su simplicidad, performance porque la obra era el resultado de la acción física de caminar y arte povera por lo humilde de los materiales.
Long hace Land Art, lo que implica trabajar sólo en la naturaleza o con elementos naturales.

Hace círculos con piedras, dibuja murales de barro con las manos o los pies y, sobre todo, recorre distancias grandes y pequeñas a pie, como los artistas románticos.


Caminar —como arte— proporciona una manera simple para mí para explorar las relaciones entre el tiempo, la distancia, la geografía y la medida. Estos paseos se registran en mi obra de la forma más adecuada a cada idea diferente: una fotografía, un mapa, o una obra de texto. Todas estas formas alimentan la imaginación.

Dice ser incapaz de separar su vida de su obra, añadiendo que crece en Bristol, en una zona con grandes acantilados donde empieza a caminar.


También hay un río, el Avon, cuyas crecidas diarias forman cenagales, de ahí que utilice el barro.

También las piedras son un elemento recurrente en la obra de Richard Long.

A lo largo de 50 años Long ha caminado por su Inglaterra natal y todo el mundo incluida España.


Han quedado registradas todas y cada una de las caminatas en mapas, fotografías, libros y notas que recuerdan dónde dejó una roca o cambió de rumbo.

Lo único que hago es dar un paso atrás, sacar la cámara e intentar enfocar bien. Pese a que es necesario obtener una buena fotografía, esta debe ser tan sencilla como sea posible para que cuando la gente la vea no se sienta distraída por grandes angulares o por cualquier otro efecto especial. Puesto que mi arte es muy simple y directo, considero que las fotografías deben ser igualmente simples y directas.



Explica que Occidente es cada vez más urbano, pero el resto del planeta sigue siendo un lugar muy vacío cuyos paisajes han cambiado muy poco.


Long siempre trabaja, camina y viaja solo y dice que las obras cambiarían si alguien le contemplara mientras las realiza, añade que sus obras se crean en soledad y se disfrutan en público.


Recibe el Premio Turner en 1989, cuando la generación de Damien Hirst y Tracey Emin desplegaba su poder mediático.


Trabaja con varias galerías donde expone (y vende) los registros de sus acciones.

También murales, esculturas y libros.

Dice que al principio era un idealista que sólo quería lanzar ideas al mundo, pero en 1968 tuvo su primera exposición y se dio cuenta de que había un público dispuesto a coleccionar sus obras y que gracias a ellos ha podido vivir de su trabajo.

Es cierto que su lenguaje, poético y austero, aún es una rareza.


Dice que la vida es demasiado complicada y que cuando camina, todo se vuelve sencillo, lo que es un tipo de felicidad estúpidamente simple, pero su obra se basa en la dimensión humana y es lo que hace su propio cuerpo al levantar piedras, caminar largas distancias o experimentar con el barro.

Refleja su capacidad física, su energía y el rastro de su cuerpo y que para medir el mundo primero tiene que medir su cuerpo.
