Un fotografo

Sugerencia de escritura del día
Describe un encuentro fortuito con un desconocido que te haya marcado positivamente.

A finales de los 70, cuando tenia 16 años paseaba apaciblemente por un espacio concurrido de adolecentes, en el que quedababan los ultimos lando ingleses con caballos que utilizabamos en la ciudad por entonces adoquinada, como taxis.

La gente la denominaba Plaza de los burros, aunque no se llamaba asi, of course.

Comía pipas, porque era el unico manjar al que llegaba mi maltrecha economia de teen refunfuñona.

Mis amigas tres cuarto de lo mismo y tirabamos las cascaras por ahi, desdeñosas dejando pasar el tiempo.

Era primavera y nos soliamos llevar a Victoria, la hermanita de una amiga que sus padres habian tenido fuera de hora, y que suponia un alivio para su madre.

La niña era apacible, y estaba feliz con nosotras. Como a todos los pequeños le encantaba el traqueteo del carro.

A pesar de la edad, eramos grandes en apariencia, como suele ocurrir a los muchos adolescentes.

El caso es que me adelante con la pequeñita y un fotografo improvisado se me acerco y me pregunto si me podria apartar y permitir que fotografiara a la nena y por supuesto lo deje si a cambio nos daba algun positivado de la niña, como hizo días despues.

No lo entendiamos bien, porque hablaba con muchas eses, era valenciano.

Era rubio y muy delgado, y se presento a continuacion, explicando que habia terminado Economicas y hacia el servicio militar en Viator, cerca de la ciudad.

Mayday, soliamos evitar relacionarnos con jovenes que hacian el servicio militar, no se el porque de esa consigna, pero como precaucion no estaba mal porque eramos demasiado jovenes.

Se despidio con cortesia y empezo a aparecer de forma discreta pero incisiva cada día por el mismo sitio y a la misma hora, al atardecer.

Nos explico que estaba solo, y que si molestaba no se ofenderia si nos fueramos. Nosotras abnegadas, le dabamos chachara aunque era mayor que el grupo, tenia 28 años.

A mi se me venia a la mente los refranes de mi madre de que el desierto esta empedrado de buenas intenciones y que por la caridad entra la peste…

Nuestras familias no estaban enteradas del moscon que nos invitaba a Coca Cola cada tarde, pues llevaban un control bastante exaustivo.

El caso es que cuando mi madre se entero, se horrorizo. Esto era una ciudad levitica suspendida en el pasado y habia un gran control social.

A los dos años me case con el fotografo y estuve con él hasta cumplir los 60 cuando murio.

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: