Príncipe Czartoryski: Si no hubiera donado la colección, el Estado polaco podría haberla confiscado

Heredero de un legado valorado en 2.000 millones de euros, su fundación lo donó al Estado polaco. Por vez primera cuenta a ABC todos los detalles de la operación

La dama y el armiño de Leonardo

El pasado 29 de diciembre se firmaba en el Castillo Real de Varsovia un acuerdo entre el Gobierno polaco (representado por el ministro de Cultura, Piotr Glinski), y la Fundación Príncipes Czartoryski (a través de su presidente, el Príncipe Adán Carlos Czartoryski), según el cual pasaba a manos del Estado polaco la fabulosa colección de esta familia, una de las más importantes del mundo en manos privadas: más de 86.000 obras de arte y objetos decorativos (entre ellos, «La dama del armiño», de Leonardo da Vinci), una biblioteca con unos 250.000 libros y manuscritos (incluida la Carta Magna polaca) y los edificios que los acogen: un palacio, un monasterio y un arsenal.

El conjunto está valorado en unos 2.000 millones de euros. La operación trascendió como una venta por tan «solo» 100 millones de euros. Para conocer todos los detalles de la operación y saber cómo se gestó este legado histórico ABC entrevista al Príncipe Czartoryski, recién llegado de Beirut y a punto de viajar a Polonia. Acude acompañado por su esposa, la libanesa Josette Calil .

—Su antepasada, la Princesa Izabella, creó hace más de 200 años un museo con su colección. Su lema, «El pasado para el futuro». ¿Ha influido en la decisión de legar su colección a Polonia?

Los herederos reclaman al Museo de Pontevedra los cuadros procedentes del expolio nazi en Polonia

Se trata de dos obras del siglo XV procedentes de la gran Colección Czartoryski, cuyos propietarios fueron deportados

—En 1991, tras el cambio del sistema político en Polonia, me devolvieron el museo, los inmuebles y la colección de mis antepasados. Ya con el presidente Walesa, nombraron ministro de Cultura a Marek Rostworoski, que fue director del Museo Czartoryski durante los años del comunismo. Hicieron un «show» político diciendo que me devolvían objetos que habían sido confiscados ilegalmente a mi familia.

El arreglo que hice con el Gobierno polaco fue que yo recuperaba los bienes de mi padre, los ponía a disposición de la nación y ellos se ocupaban de la parte económica, pues no me devolvieron todos los bienes familiares.

Creé una fundación porque pensé, no sé si acertada o equivocadamente, que era mucho mejor tener toda esa colección tan importante en una fundación que en mis manos. Pero el Gobierno polaco me puso muchos palos entre las ruedas en esa fundación. Era una manera de dar, pero al mismo tiempo controlar.

Al principio todo iba bien, luego fue empeorando y llegó un momento en que era imposible trabajar.

Desde 2011 he estado hablando con los diferentes ministros de Cultura. Yo había empezado unas obras en el Palacio para modernizar las instalaciones, de acuerdo con el Ministerio.

Vista de una de las salas de la exposición. En primer plano, Armadura de húsar con alas y piel de leopardo. Acero, bronce dorado, plata y piel de leopardo. Polonia Siglo XVII, Fundación Príncipes Czartoryski. Depósito Museo Nacional de Cracovia

Empezamos los trabajos, pero no llegó el dinero. Nos quedamos colgados. No sé si era una forma de decir:

Escuela de Dirk Bouts. Anunciación de la Virgen, 1470-1480. Fundación Príncipes Czartoryski, depósito en el Museo Nacional de Cracovia

Usted no está capacitado para llevar las cosas y nos las vamos a quedar.

Les dije que, si no nos daban dinero, cerraba el museo. Y lo he tenido cerrado. La fundación llegó a un acuerdo con unos museos polacos para prestar algunas piezas y ellos se ocupaban del mantenimiento y la seguridad. Hace unos cinco meses, el ministro de Cultura dijo que quería comprar la colección. Yo dije: Encantado.

Leonardo Da Vinci. La Dama del Armiño, hacia 1490.Propiedad de la Fundación Príncipes Czartoryski,  en depósito en el Museo Nacional de Cracovia

—Pero sabía que no iba a pagar los 2.000 millones de euros que vale…

—El Estado polaco me devolvió en 1991 este legado, pero seguía controlándolo. Cuando se sale de un régimen comunista de más de 40 años… Estoy mayor y cansado de luchar. Mi hija [Tamara Laura, fruto de su primer matrimonio con Nora Picciotto] quiere hacer su vida y no está preparada para llevar este legado. Yo lo he aprendido durante los últimos 26 años a base de golpes. No gané un euro con ello. Entonces pensé: Como no me van a dar lo que vale, voy a hacer una donación en nombre mío y de mis antepasados.

Yo soy el número 14 de la dinastía Czartoryski. Y ése fue el arreglo con el Gobierno polaco.

—Se dijo que había sido una venta por una cifra simbólica de 100 millones.

—Fue malinterpretado por la prensa. Yo le dije al Gobierno que, si hacía la donación, pensara una suma como compensación para crear una fundación que se ocupe de diferentes fines: sociales, culturales… Ese fue el arreglo.

—¿Ya está en marcha esa fundación?

—Se está ultimando. Es complicado. La antigua fundación se disuelve, pues la colección ya es propiedad estatal.

—¿La donación es un acto de amor a Polonia en nombre de su familia?

—Mi familia siempre ha amado Polonia. Todos lucharon por la nación. Y no siempre fueron compensados bien. Lo mejor es que la nación se quede este legado en nombre de la familia.

—No ha sido fácil. El acuerdo provocó dimisiones en el seno de la fundación.

—Dentro de la fundación hay dos comités: un management (empleados que llevan el día a día) y un council, donde estamos siete miembros de la familia. De este último dimitió uno. Pero, cuando se fue llegando al final del acuerdo, dos más se asustaron. Tenían miedo a la política polaca. Los miembros del management creyeron estúpidamente que la fundación era de ellos. Ese problema ha existido desde el principio.

—La colección es indivisible e intransferible. ¿Ha habido que cambiar los estatutos de la fundación para llegar a ese acuerdo, como denunciaron los miembros que dimitieron?

—No, simplemente se ha hecho un arreglo con el Ministerio. La nación polaca, en la legalidad actual, tiene el poder de confiscar todo lo que considere que es histórico del país, si está mal llevado. Yo tenía sobre mi cabeza la espada de Damocles: me lo podían confiscar todo. Se repetiría de nuevo la historia, como ocurrió con el nazismo y el comunismo. El Gobierno polaco quería cerrar el acuerdo antes del fin de año por la contabilidad estatal. Se hizo a toda prisa. En diciembre llegué a estar 16 días en Polonia. En un mes se hizo lo que se tenía que haber hecho en seis meses.

—Da la impresión de que se ha sentido presionado a hacer esta donación.

—¿Presionado…? No había otra solución, porque si no lo hacía, podían (no digo que lo hubieran hecho) haberlo confiscado todo. Tienen en sus manos las leyes para poder hacerlo. Yo hubiera acabado en Bruselas en un tribunal luchando durante 20 años, costándome una fortuna y a lo mejor no recuperaba nada. A mi edad no me compensaba.

—¿Realmente existe hoy en Polonia ese peligro de confiscación de bienes?

—Me lo dejaron muy claro. El Gobierno tenía la ley de su mano. La donación se hizo porque no había otra solución. Ellos no iban a comprar la colección por lo que valía y tampoco yo quería venderla por 100 millones de euros. Así que hice la donación y que me compensaran para crear otra fundación.

—¿El acuerdo incluye algunas cláususulas acerca de cómo y dónde debe conservarse la colección?

—La colección es indivisible, no se puede separar. El museo, la biblioteca… estarán en Cracovia, en el Palacio Czartoryski, cuando se acabe la reconstrucción y regresen los objetos a este lugar, el monasterio y el arsenal.

—¿Su hija y su esposa lo entendieron?

[Su esposa asiente:«Claro que sí. Uno trabaja para el futuro. Mi marido nunca ha tenido un sentido de posesión, sino de una gran generosidad. Todo esto lo hizo por la familia, no por él. Lo importante no somos nosotros, es la colección. La nación es eterna»].

—Yo tuve la suerte (más que suerte fue un milagro) de que me devolvieran este legado después de cuarenta y tantos años de comunismo. Imagino que a lo mejor algunos objetos de la colección desaparecerían durante esos años. El día que yo me vaya lo haré con la tranquilidad de saber que este legado va a estar conservado per saecula saeculorum en nombre de la familia.

—¿Como recuerda aquel día de 1991 cuando le dijeron que le devolvían el legado familiar?

—Yo estaba al corriente de lo que pasaba gracias al profesor Rostworoski, que venía a verme a escondidas. Ahora se puede decir. Me dijo que se iba a firmar un decreto. No lo podía creer.

—Acababa de heredar numerosas obras maestras, incluido un Leonardo; propiedades… pero también había 130 personas trabajabando en ellas.

—Sí, en el 91 heredé el museo y la biblioteca con todos los empleados que había. No se pudo mantener económicamente a tantas personas.

—En 1939, tras la ocupación alemana de Polonia, sus padres (el Príncipe Agustyn Czartoryski, casado con Dolores de Borbón y Orleáns) fueron arrestados y recluidos en un campo de concentración.

—En más de uno, y estuvieron más de una vez delante de un pelotón de ejecución. Fue gracias a mi abuelo el Infante Don Carlos de Borbón, padre de mi madre, quien, a través del general Franco, pidió al embajador español en Berlín que hiciera algo. Los encontraron en un campo de concentración en Ucrania y los llevaron a Italia. El Rey Humberto de Saboya los mandó a Cádiz en barco. Fue torpedeado, pero no lo hundieron. Mi madre estaba embarazada de mí. Llegaron en diciembre del 39 y yo nací en enero del 40 en Sevilla. Mis abuelos el Infante Don Carlos y la Infanta Doña Luisa fueron a recogerlos. Mis padres iban con lo puesto. Les compraron una finca en Dos Hermanas. Mi padre murió cuando yo tenía 6 años. Poco después falleció mi hermano menor.

—La historia de la colección es de película. Incluía desde una silla de Shakespeare hasta cenizas del Cid y Doña Jimena. Su abuela María se la llevó a Dresde, fue secuestrada por los nazis, confiscada por los comunistas, que reabrieron el museo…

—Hans Frank, gobernador alemán en Polonia, conservó las obras en su residencia en Cracovia. Algunas viajaron hasta Berlín. Hitler quería incluirlas en el museo universal que quería construir en Linz.

Según Josette Calil, había una caja especial con las iniciales «R. R. L.», donde se guardaban, además de «La dama del armiño», de Leonardo; «Paisaje con buen samaritano», de Rembrandt y «Retrato de un joven», de Rafael, hoy desaparecido. Junto a ellos, obras de Mantegna, Luca Giordano, Durero, Renoir, cerámicas griegas y etruscas, esmaltes de Limoges, tapices, armas, incunables…

—840 obras se hallan perdidas, incluido el Rafael. ¿Tiene esperanzas de encontrarlas? ¿En ese caso estarían incluidas en la donación?

—Sí, lo estarían. En 26 años he recuperado solo cuatro piezas. Un día me llamó un amigo: «¿Por qué pones en venta «la Polonaise» (una alfombra muy importante) en Christie’s de Londres? Soy un anticuario y la hubiera comprado». «¿De qué hablas?», le dije. La sacaba a subasta un coleccionista australiano. Me puse en contacto con el presidente Walesa. «Tenemos este problema, ¿nos respalda?», le pregunté. Me dio carta blanca. Estuvimos litigando 6 años hasta que al final la devolvieron. También recuperamos un tapiz islámico, que entregó el LACMA (un museo de Los Ángeles); un relicario y otro objeto.

—¿Se siente polaco?

—Empecé a sentirme polaco en los 90. Cuando tenía 8 ó 10 años, pasaba las vacaciones con los Condes de Barcelona y sus hijos en Villa Giralda (Estoril). Una prima mía me preguntó: ¿Tú eres polaco? Y yo, con un acento muy sevillano, le respondí:«¡No lo quiera Dios!»

—¿Mantiene relación con su primo el Rey Don Juan Carlos?

—Oficialmente, le tengo el respeto que se merece por el trabajo tan increíble que ha hecho en su reinado. Lo admiro. Como primos somos muy queridos, aunque veo más a sus hermanas las Infantas.

https://www.abc.es/cultura/arte/abci-principe-czartoryski-si-no-hubiera-donado-coleccion-estado-polaco-podria-haberla-confiscado-201701290048_noticia.html#vtm_modulosEngag=lomas:cultura/arte:noticia:5

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: