David Chipperfield, Pritzker 2023

El jurado destaca su compromiso con una arquitectura de presencia cívica discreta, pero transformadora

Eterno candidato del Pritzker, el británico David Chipperfield CH, Caballero de la Orden de Honor, gana este galardón este año, en un momento en que esa arquitectura que él lleva décadas practicando y reivindicando, se identifica con enorme claridad como paradigma del sentido de durabilidad de lo construido.

Terminado en Valencia (España) en 2006, el edificio de la America’s Cup de Chipperfield se terminó en solo 11 meses para albergar la primera America’s Cup en Europa en más de 150 años. Christian Richters.

Un sentido cada vez más incorporado a la imprescindible noción de arquitectura sostenible, a ese reciente descubrimiento, de algo que siempre ha sido una cuestión de lógica y sentido común: que un edificio resistente en lo físico y simbólico va a tener una vida estable y prolongada que hará innecesario su derribo total y la obligación de construir uno nuevo.

Situada en Hyogo (Japón), la capilla del cementerio de Inagawa se terminó en 2017. El diseño, rodeado de edificios monolíticos de color rojo terroso, pretendía crear un lugar de soledad y reunión. Keiko Sasaoka.

El jurado Pritzker elogia esas cualidades. Su compromiso con una arquitectura «de presencia cívica discreta, pero transformadora, y la definición – incluso a través de encargos privados- del ámbito público, hecha siempre con austeridad, evitando movimientos innecesarios, que transmite a nuestra sociedad esa dimensión de la sostenibilidad que no ha sido evidente en los últimos años: la de que la sostenibilidad como pertinencia no sólo elimina lo superfluo, sino que también es el primer paso para construir estructuras capaces de durar física y culturalmente.

La sede de Amorepacific en Seúl presenta una serie de aletas verticales de aluminio a lo largo de la fachada acristalada, que proporcionan sombra solar para ayudar a la ventilación natural y crear una transparencia con el exterior. Cortesía de Noshe.

Nace en 1953 en Londres. En una entrevista de 1998 habla de las razones por las que decide arrancar su práctica arquitectónica en 1984 desligándose radicalmente del modelo planteado por Norman Foster y Richard Rogers, con quienes había trabajado, y que en aquel momento comienzan a ganar enorme reconocimiento.

La sede de la BBC de Glasgow, terminada en 2007, está anclada en un amplio atrio central con una escalera de caracol que evoca una sensación de apertura. Ute Zscharnt.

 Los planos de la extensión son presentados en un acto que contó con la presencia del primer ministro griego y el arquitecto británico David Chipperfield

Mi escepticismo sobre la gran visión y los recelos ante la ideología de aquella arquitectura – que toda decisión debía basarse en un cierto tipo de determinismo- lo que me lleva a creer que producir unas pocas cosas pequeñas esta bien.

Terminado en 1997 y situado en la orilla sur del Támesis, el Museo del Río y del Remo exhibe embarcaciones de remo, la historia de este deporte y el río Támesis en Londres. La estructura supuso el primer edificio de Chipperfield en su Inglaterra natal. Richard Bryant / Arcaid.

Las experiencias de la vida hacia las que gravita y que más disfruta son aquellas en las que lo normal se ha hecho especial, en oposición a esas donde todo consiste en lo especial, una afirmación que podría servir para explicar su concepción del diseño como una actividad  fundamentada en lo conceptual, en el desarrollo de unas preguntas o ideas que posean rigor e importancia, y no tanto en cuestiones visibles, como formas y colores; y que explica también su preferencia, señalada en esa entrevista, por la obra de los arquitectos europeos en cuyo trabajo «hay cosas que te resultan familiares y también, al mismo tiempo, algo que te produce un shock», como el portugués Alvaro Siza, algo que no percibía en la arquitectura de su país.

Chipperfield (en colaboración con Julian Harrap Architects) restauró la Real Academia de las Artes en 2018. Simon Menges.

Formado en la Kingston School of Art y la Architectural Association, su primer proyecto es el diseño interior de la tienda del diseñador Issey Miyake en Londres, un trabajo que le lleva a construir varios edificios en Japón, como la sede de Toyota en Kioto (1990) y la de la empresa de construcción Matsumoto en Okayama (1992).

El primer edificio construido en su país fue el Museo Fluvial y del Remo en Henley-on-Thames (1997), que es seguido por proyectos para viviendas particulares, locales, edificios residenciales y de vivienda en Inglaterra y también en Alemania, país donde lleva a cabo uno de sus trabajos más aclamados, el Neues Museum de Berlín (1994).

En la memoria redactada para este proyecto, que lo enfrenta a la restauración del edificio del siglo XIX diseñado por Friedrich August Stüler, Chipperfield dice:

Yo no soy conservador por naturaleza; creo en las posibilidades del futuro y también en la evidencia del pasado. Ya casi en el siglo XXI deberíamos ser capaces de enfrentarnos al pasado sin tratar de parodiarlo, y de mirar al futuro sin extravagancias.

Leída en retrospectiva, teniendo presente que en aquel momento se avecina la eclosión del delirio de los edificios icónicos, esa afirmación es una especie de firme declaración de principios a contracorriente, una manifestación de carácter que también destaca el jurado del Pritzker en su declaración:

Es firme, pero sin soberbia; evitando consistentemente las modas para así afrontar y mantener las conexiones entre tradición e innovación, al servicio de la historia y de la humanidad.

David Chipperfield mantiene una muy activa relación con España, particularmente estrecha con Galicia. Su casa en Corrubedo, construida entre 1996 y 2002 y encarada hacia la bahía del Vilar y la Ladeira, forma parte de cualquier lista de obras destacadas de este arquitecto.

También en Galicia crea en 2017 la Fundación RIA, dedicada a incentivar y promover el desarrollo futuro mediante la protección de los entornos naturales y construidos de la costa de la Ría de Arousa.

Valga destacar también, como evidencia de su vínculo afectivo con esa tierra, el proyecto que le llevó a recuperar y reabrir, tras dos décadas cerrado, el conocido Bar do Porto en Corrubedo.

Entre los edificios más sobresalientes que Chipperfield ha construido en nuestro país se cuentan la remodelación del Paseo del Óvalo (Teruel, 2003), el edificio de vivienda social en Villaverde (Madrid, 2005 – realizadas en asociación con José María Fernández Isla), el pabellón Veles e Vents (Valencia, 2006) y la Ciudad de la Justicia (Barcelona, 2011). Su asociación con el equipo español Fermín Vázquez-b 720 Arquitectos ha sido clave para la materialización de casi todos estos proyectos, en una satisfactoria relación profesional para la que Vázquez sólo tiene palabras de elogio.

La belleza de la arquitectura de Chipperfield deriva de su lenguaje contundentemente sobrio, el vigor de su estricta firmitas. A lo largo de cuatro décadas ha construido más de un centenar de edificios en países de Asia, Europa y Norte América que abarcan todo tipo de tipologías y entre los que cabe destacar la sede de la BBC (Glasgow, 2007), la Galería Hepworth Wakefield (Wakefield, 2011), el Museo de Arte de San Luis (2013), el Museo Jumex (México, 2013), la capilla del Cementerio de Inagawa (Hyogo, 2017), la Galería James Simon (Berlín, 2018), el plan maestro para la Royal Academy of Arts (Londres, 2018), así como los recientes Morland Mixité Capitale (París, 2022) y la restauración y reinvención de Procurate Vecchie (Venecia, 2022), un edificio del siglo XVI, para la que ha contado con el trabajo de artesanos tradiciones para recuperar los frescos, suelos de terrazzo y pastellone y estucados, en una puesta al día que aúna tradición y contemporaneidad.

Galardonando a David Chipperfield, el jurado del Pritzker parece desmarcarse de la deriva que había tomado en los años recientes, más pendiente de cumplir con cuotas y de la corrección política.

Aunque atenta al soplo del viento del tiempo, decide ahora premiar a un arquitecto y a una obra que se defienden desde la propia arquitectura, sin necesidad de aditamentos ideológicos.

 La trayectoria de Chipperfield es ejemplar. Es difícil encontrar en ella una mácula. Un arquitecto dedicado a construir y reconstruir con cuidado y precisión, cuya única posición teórica es el hacer.

 Por este motivo, si hubiera que forzar señalar una flaqueza en esa trayectoria, esta sería su dirección de la edición de 2012 de la Bienal de Venecia, bajo el título Common Ground, tal vez insatisfactoria e intrascendente, corroborando que el peso de su valor como arquitecto se encuentra en diseñar y construir.

Obviando esto, lo que queda es una trayectoria sólida y ejemplar que en el escenario de hoy manifiesta su integridad, coherencia y elegancia más claramente que nunca.

El británico David Chipperfield gana el Pritzker, el premio más importante de la arquitectura (abc.es)

https://www.admagazine.com/articulos/premio-pritzker-2023-david-chipperfield

https://www.metalocus.es/es/noticias/david-chipperfield-nuevo-premio-pritzker-de-arquitectura-2023

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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