El concierto de flauta, Adolf Menzel, 1852

Adolph Menzel – Concierto de flauta de Federico II el Grande en Sanssouci (1850-1852, óleo sobre lienzo, 205 x 142 cm, Alte Nationalgalerie, Berlín)

Menzel hereda de su padre un taller litográfico y alcanza la fama confeccionando grabados e ilustraciones de libros.

Palacio de Sanssouci

Uno de esos libros que hace es la Historia de Federico el Grande de Franz Kugler (1849), que tiene 400 grabados sobre la vida del monarca.

Palacio de Sanssouci

Este mismo tema lo desarrolla años más tarde, cuando pinta al óleo.

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Estas obras que loan el pasado glorioso de Prusia, en pleno furor nacionalista, tiene gran demanda, hasta los nazis las aprovechan como propaganda política.

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Federico el Grande es un gran estratega militar, pero también un monarca ilustrado, amante de las letras y la música.

Toca la flauta travesera y compone obras para este instrumento, e incluso alguna que otra sinfonía.

En este cuadro Menzel interpreta un concierto en uno de los salones de su palacio de Sanssouci, en Potsdam.

La iluminación de las velas otorga una atmosfera cálida y recogida.

La figura del rey, en el centro, atrae todas las miradas.

Menzel pinta una velada musical con Federico, muerto hacía un siglo.

Reproduce la escena con la mayor fidelidad posible.

El joven monarca Federico II viaja una vez a Holanda al principio de su reinado.

Como quiere pasar de incógnito, se adelanta a su cortejo con dos servidores y se hace pasar por un flautista de viaje.

 Al llegar a una posada de Ámsterdam pide que le traigan empanadas, pero la posadera duda de que pueda pagar.

Sus compañeros contestan que el señor es un virtuoso y puede ganar en una hora más que el precio de diez empanadas.

Entonces la posadera le pide que toque y Friedrich ejecuta una pieza.

Embelesada por la belleza de su música promete meter las empanadas inmediatamente en el horno.

 Es un rey muy aficionado a la música. Existen numerosas anécdotas sobre Federico como flautista.

El rey prusiano es muy apreciado como músico por los alemanes.

Llega a componer una ópera sobre el rey flautista, estrenada en 1844 con motivo de la inauguración de la Opera Real de Berlín. La música es de Giacomo Meyerbeer .

 Algunos años después del estreno de la ópera, entre 1850 y 1852, Menzel pinta esta obra.

El tema representado es de gran popularidad: el gran rey de Prusia dando una audición en privado. La escena se desarrolla en la sala de conciertos del Palacio Sanssouci en Postdam.

Esta habitación es una de las mas bellas salas del rococó alemán, muy bien restaurada y cuyo aspecto actual es muy similar al que debió de tener en tiempos de Menzel.

 Tres figuras escuchan de pie el concierto, los caballeros invitados no podrán tomar asiento hasta que el rey no haga lo propio.

Menzel pinta un concierto que tiene lugar exactamente en 1750, exactamente un siglo antes.

En un dibujo preparatorio indica la identidad de los personajes.

En el extremo izquierdo, sonriendo embelesado, aparece el barón Jakob Friedrich von Bielfeld, cortesano y escritor que se entusiasma con facilidad.

A su lado vemos a Pierre Louis Moreau de Maupertuis. Es el primero en demostrar que la tierra es achatada por los polos.

De hecho el rey nombra a Maupertuis presidente de la Academia de Ciencias. 

Le vemos aburrido mirar hacia el techo, cosa que nunca se hubiera atrevido a hacer, estando a la vista del rey.

El hombre corpulento en primer plano, tocado con una peluca al estilo antiguo, es el conde Gustav Adolf von Gotter, un sibarita que sabe disfrutar de la vida. Durante algunos años es embajador de Prusia en Viena.

El rey no invita a las veladas musicales a los principales ministros, sino a aquellos hombres que le parecían agradables porque los conocía desde sus tiempos de príncipe heredero o aquellos que le parecían interesantes por su talento. Tampoco estaban presentes sus hermanos: tres de los seis vivían todavía y Federico mantenía con ellos una relación más o menos tensa.

 También esta ausente la esposa del rey, que nunca pisó el palacio de recreo de Sanssouci.

El padre de Federico II, Federico Guillermo I , obliga al príncipe a contraer matrimonio y éste había jurado que repudiaría  a la princesa de Bevern. El príncipe mantuvo su palabra. A fin de cuentas no podía cumplir sus deberes de sucesión ya que se creía incapaz de procrear. El rey residía generalmente en Potsdam y la reina de Berlín. 

La mujer con mayor luz por el brillo de la lámpara es la hermana de Federico, Guillermina, casada con el margrave de Bayreuth. En la infancia ayuda a su hermano, tres años menor, a soportar la severidad brutal del padre, además de la educación militar y la vida cortesana.

Más tarde siguió siendo su confidente y fue sin duda la única mujer por la cual sentía afecto profundo y duradero. Menzel la coloca en el lugar donde le correspondería colocarse a la reina. 

Menzel ha pinta cuatro mujeres en este cuadro, subrayando su presencia con el colorido de sus trajes. Contrastan fuertemente con los hombres, en su mayoría de negro, que se mantienen en la sombra. Estas damas exceptuando a su hermana son damas de honor.

No sólo las mujeres lo tenían complicado en la corte. El rey menosprecia al género humano y no estima más que a unas personas, como por ejemplo su profesor de flauta Johan Joachim Quantz, de pie en el borde del cuadro. 

Carl Philipp Emanuel, hijo de Sebastian Bach, por el contrario le acompaña con el cémbalo.

En muchas casa alemanas se toca el violín, la flauta o el piano. La música forma parte de cultura familiar.

Pintando al rey como músico, Menzel acerca al monarca a la sociedad como un hombre accesible. Con este cuadro se evoca una escena relajada y muy familiar como sucede en tantísimas casa alemanas de la época.

Adolph Friedrich Erdmann, despues Adolph von Menzel, nace en Breslau, Alemania, el 8 de diciembre de 1815.

Aunque practica otros géneros, su fama  se debe a cuadros de temas históricos y de propaganda política.

Está reconocido junto a Caspar David Friedrich, uno de los más importantes artistas alemanes del siglo XIX, y el de más éxito en su época.

Su popularidad en su país natal, se debe a obras de propaganda política, es tal que pocas de sus grandes pinturas abandonan Alemania, donde son rápidamente adquiridas por museos en Berlín.

Triunfa no sólo en Alemania, es muy reconocido también por los vanguardistas franceses, Edgar Degas admira y copia su obra, y le llama el mayor maestro vivo.

Estudia, aunque poco tiempo, en la Academia de Arte de Berlín, donde aprende moldes de escayola y antiguas esculturas, pero es autodidacta.

Contempla la realidad sin visión idílica, es un pintor distinguido y reconocido que plasma el panorama general de la sociedad guillermina, desde la suntuosa sociedad cortesana hasta los íntimos interiores burgueses, pasando por las grandes naves de las fábricas.

Le da gran importancia a la luz.

El contraste de claroscuros en su obra El taller de laminados trasmite la atmósfera caliente e insalubre de la nave industrial llena de ruido de máquinas.

La composición aglomerada hace palpable el duro trabajo de la fundición del hierro. Este cuadro retrata la historia de la industrialización.

Hace numerosos viajes para asistir a exposiciones y con el fin de encontrar temas que pintar, aunque vive la mayor parte de su vida en Berlín, y a pesar de que cuenta con muchas amistades, está excluido socialmente por su físico, tiene una enorme cabeza y mide sólo 1.33 metros.

A pesar de su alejamiento social que él mismo admite, su fama le exige obligaciones.

En la década de 1880 el poeta Jules Laforgue dice de él:

No es más alto que la bota de un coracero, engalanado con colgantes y órdenes, no falta a una sola de las fiestas, moviéndose entre todos estos personajes como un gnomo y como el mayor «enfant terrible» para el cronista.

En Alemania recibe muchos honores, en 1898 se convierte en el primer pintor miembro de la Orden del Águila Negra, gracias a lo que pasa a formar parte de la nobleza, convirtiéndose desde entonces en Adolph von Menzel.

Es así mismo nombrado miembro de la Académie des Beaux-Arts en París y de la Royal Academy de Londres.

Fallece en Berlín, el 9 de febrero de 1905.


Tras su muerte sus funerales son presididos por el Kaiser, quien anda detrás de su ataúd.

Los secretos de las obras de arte, Tashen, Biblioteca universalis

Trianart fotos

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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