Cambio de paradigma, La lavandera, Jean Baptiste Simeon Chardin, 1733

El tema de las labores de la casa es uno de los temas constantes y preferidos por el pintor, quien lo introduce en la pintura francesa del siglo XVIII.

En el cuadro reina el efecto de la luz que, a través del vapor, inunda la habitación y envuelve la figura femenina  


El niño que hace pompas de jabón lleva una chaqueta remendada y las medias caídas. La puerta del fondo conduce al patio.

Las estancias contiguas son la cocina, la alacena y el cuarto de limpieza.
Cuando se pinta en Paris el cuadro de la joven lavandera reina en Francia una paz y un bienestar como no se habían visto en muchos años.

Atrás quedaban ya las costosas guerras de Luis XIV, y la gente se podía enriquecer con el comercio colonial y de ultramar.

Como siempre Chardin transmite con maestría el mundo de las cosas materiales . Incluso la belleza de la espuma del jabón en el barreño, al mismo tiempo densa y ligera , se representa con amor y arte incomparable

Chardin nace París, el 2 de noviembre de 1699.

Chardin, Jean-Baptiste Simeon; A Lady Taking Tea; Hunterian Art Gallery, University of Glasgow; http://www.artuk.org/artworks/a-lady-taking-tea-138380


Fue uno de los artistas más relevantes de la pintura francesa del siglo XVIII, gracias a su visión intensamente poética de las cosas y su extraordinario virtuosismo para la pintura.

Estudia inicialmente en la Academia de Saint-Luc a partir de 1724, con el pintor de temas históricos Pierre-Jacques Cazes.

Abandonó la citada Academia en 1729 para continuar su formación, a la vez que trabajaba como ayudante en el taller de Noël-Nicolas Coypel.

En este periodo en el que se interesó sobre todo por la pintura flamenca del siglo XVIII, siendo influenciado por Gabriël Metsu y Pieter de Hooch, hecho que se dejará ver en sus primeros bodegones, una afición que se despertó en él cuando Coypel le encargó pintar un fusil en un cuadro de caza.

 1728 participó en la Exposición de la Juventud de la Plaza Dauphine; en la que entre otras obras, presentó el lienzo actualmente conservado en el Museo del Louvre  «La raya».

1732 volvió a exponer con «Bodegón con gato y raya» y «Bodegón con gato y pescado», ambos también en el Museo del Louvre.

Louis Boullongne y Nicolas de Largillière, se fijaron y admiraron estas obras, gracias lo que fue admitido para ingresar en la Academia Real de Pintura y Escultura, donde despuntó como pintor “en el talento de los animales y las frutas”, es decir el nivel más bajo de la jerarquía de géneros: históricos, retratos, paisajes, marinas, flores y frutos, que regía la «Academia Real Francesa».

Chardin regaló a la Academia «La Raya» y «El Buffet».

Comenzó a pintar sus escenas con figuras en 1733, dándose cuenta de que no podría subsistir pintando sólo bodegones.
En 1734 presenta en la Exposición de la Juventud dieciséis cuadros, entre los que están una: Mujer lacrando una carta y Una Lavandera.

En estas primeras composiciones plasmó escenas con figuras de la vida cotidiana de la burguesía parisina. 

Estas obras  se caracterizan sobre todo por la delicadeza del colorido y la luz tenue, que quieren ser un canto a la belleza de lo corriente, proyectando a la vez un aura de humanidad, intimidad y honestidad hogareñas; entre ellas se destacan La gobernanta, La fregona y El tabernero.

1737 se reabrió el Salón del Louvre, interrumpido desde 1704, Chardin participó con siete escenas de género, entre ellas «La Niña con la raqueta».

1755 es elegido tesorero de la Academia, ocupando el cargo hasta 1774.

En 1756 volvió a practicar de nuevo sus bodegones.
En 1770, tras la muerte de François Boucher,  primer rintor del rey, se convirtió en su sucesor, siendo nombrado Director de la Academia.
Poco después, en los inicios de la década de 1770, perdió casi toda su visión,  por lo que tuvo que dedicarse al pastel, técnica con la que fundamentalmente realizó retratos, entre ellos un retrato de su mujer y un autorretrato, ambos conservados en el Museo del Louvre.

El dominio de la técnica le permitió a Chardin dotar a sus pinturas de una asombrosa textura realista. Lograba crear formas con juegos de luz, mediante pinceladas superpuestas cargadas de materias y destellos finos y luminosos. Los críticos le denominaron «el gran mago» y no hubo ningún otro pintor del siglo XVIII que le igualara.
Fue un referente para muchos artistas posteriores, como Giorgio Morandi, Edouard Manet y Paul Cezanne.

Chardin fue en su época uno de los pintores más copiados, los originales estaban en posesión de unos pocos contemporáneos que admiraban su arte, entre ellos: Catalina II de Rusia, que poseía cinco obras, Federico II el Grande, tres obras, Luis XV de Francia, dos obras y Luisa Ulrica de Prusia, reina de Suecia, que poseía al menos 10 cuadros.
Murió en su casa del Louvre, de París, ciudad en la que vivió toda su vida y que apenas abandonó, el 6 de diciembre de 1779.

La mayor parte de sus obras se conservan en el Museo el Louvre, aunque hay lienzos suyos en los más importantes museos del mundo, la National Gallery de Londres o L´Hermitage de San Petesburgo.

En España podemos ver uno de sus bodegones en el
El Museo Thyssen Bornemisza de Madrid, que alberga así mismo una de sus obras, «Bodegón con almirez, cántaro y caldero de cobre» de 1728-1732.

https://pinturasepocas.blogspot.com/2016/08/la-lavandera-jean-baptiste-chardin.html

Trianart foto

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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