
Según Javier Maderuelo, es el pintor más destacado del informalismo español que no forma parte del grupo El Paso, aunque su obra figura siempre en antologías y exposiciones junto a la de los artistas que constituyen este grupo, tanto por su afinidad plástica como por la cronología del desarrollo de su trabajo.

1955 abandona la pintura figurativa y se interesa por las posibilidades plásticas de la materia, comenzando por utilizar polvo de minerales y pigmentos secos que mezclaba con colas y barnices.

Pero el soporte habitual de la pintura, el tradicional lienzo, le resultaba blando e inapropiado para llevar a cabo estas experiencias por lo que en 1958, un año después de la fundación de El Paso, empieza a extender la materia sobre tablas de madera que, en un principio, solo fueron utilizadas como mero soporte eficaz.

Comienza a explotar las posibilidades del propio soporte, abriendo grietas en la madera con gubias, quemando con sopletes su superficie y levantando las capas superficiales para desvelar la estructura íntima de los tableros armados que utilizaba.

En la obra titulada La ventana se pueden observar algunos de estos procedimientos que le permiten mostrar la estructura reticular de un tablero que, al ser despellejado, muestra sus costillas, sugiriendo la forma de una ventana.


De esta manera la obra de Muñoz cobra un carácter dramático que se ve acentuado por la restricción cromática a la que sometió su paleta durante muchos años, al dejarla reducida a una gama de colores oscuros, terrosos y pardos.

Según Juan Manuel Bonet Lucio Muñoz, compañero en la Escuela de Bellas Artes madrileña de algunos de los realistas más destacados de su generación, tiene su primer contacto con la vanguardia gracias al postismo, castizo movimiento fundado por el pintor y poeta Eduardo Chicharro hijo.

Hasta 1955 Muñoz realizó una pintura figurativa. A partir de esa fecha comienza a evolucionar hacia la abstracción.

1956 en París descubre el informalismo.

En los lienzos plenamente abstractos que realizó a su vuelta a España incorpora tierras, telas, papeles pegados, objetos… No pasa mucho tiempo antes de que descubra las posibilidades expresivas de un material que le acompaña toda la vida: la madera.

Las tablas de Muñoz de finales de los años cincuenta constituyen uno de los momentos fuertes de nuestro expresionismo abstracto.

De dominante oscura, bajo sus negros y sus pardos laten los azules, los rojos, los verdes.

En muchas de ellas el título, y cierta configuración formal, aluden al paisaje de Castilla: colinas, ríos, valles, viejos pueblos, castillos en ruinas…
En 1962 realizó el impresionante retablo de la basílica de Aránzazu (Guipúzcoa).

Se atreve con temas duros: la mina, la casa de Poe, la rembrandtiana vaca abierta en canal, el Gólgota… Luego aparecen las ventanas, las calles de la ciudad, las máquinas, las geometrías. Más tarde, las figuras fantásticas, híbridas, de nombres imposibles.

Tras un paréntesis dedicado casi exclusivamente al grabado, en el que logra resultados sorprendentes, Muñoz regresa a la pintura con renovada energía.

1988 la retrospectiva que le dedica el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía permite una mirada de conjunto a su obra.

Homenaje a Pastora Pavón es uno de los cuadros más emblemáticos de Muñoz. Pastora Pavón (1890-1969), La Niña de los Peines, principal figura del cante jondo en el periodo de preguerra, fue retratada por Julio Romero de Torres, e inspiró la teoría lorquiana del duende.

Catálogo del Museu Fundación Juan March, Palma de Mallorca.
Trianart fotos
http://dbe.rah.es/biografias/6601/lucio-munoz-martinez
https://es.wikipedia.org/wiki/Lucio_Mu%C3%B1oz
https://www.march.es/arte/palma/coleccion/artista.aspx?p0=56
https://elcultural.com/munoz-avia-el-interior-de-una-vida-tenida-de-pintura
https://www.galeriamarlborough.com/artista-ficha.php?url=legado-de-lucio-munoz
https://www.wikiwand.com/es/Lucio_Mu%C3%B1oz