
Pietro di Benedetto dei Franceschi (Piero della Francesca) nace en 1416 en Borgo Sansepolcro y muere en 1492 en esta misma ciudad.

Es ayudante en el taller del pintor Antonio di Giovanni di Anghiart en Borgo Sansepolcro.

Pero cómo influye este artista en Piero della Francesa sigue siendo un misterio muy difícil de descifrar porque aunque Antonio di Giovanni sí es un pintor muy documentado no han llegado a nosotros ninguna de sus obras.

Así que en este terreno volvemos a entrar en especulaciones.

Se especula que la ayudantía de Della Francesca en este taller es menor, y para otros, en cambio, el hecho de que aparezca en un documento de pago implica una actividad más relevante.

Tampoco se sabe el trabajo que el artista realiza y de las influencias que puede recibir en su villa natal.

Hay que tener en cuenta que en esa época Borgo Sansepolcro tiene a un nutrido grupo de pintores, de algunos solo conocemos sus nombres, como Orlando o Matteo di Bruno; y, en cambio de otros sí que han quedado importantes obras, como el famoso Políptico de san Francisco de Sassetta (hoy dividido y dispersos por diversos lugares); La gloria de santa Catalina de Alejandría entre Ángeles y la Virtud o La Crucifixión, de Pietro Giovanni di Ambrogio, o el Políptico de la Resurrección (en el duomo de la ciudad), que se atribuye a Francesco di Segna (Maestro di Borgo Sansepolcro).

Todas estas obras son tardías en relación con la etapa de formación del pintor, hay que tener en cuenta que Sassetta termina el políptico en 1444, un año antes de que Piero della Francesa reciba el importante encargo del políptico para la Compañía de la Misericordia.
Ahora ya ha estado en Florencia y trabajado con Domenico Veneziano, como se sabe por un documento fechado el 7 de septiembre de 1439.

Si que es relevante en su formación por el conocimiento de la perspectiva, esta estancia del pintor en la ciudad florentina donde esta en contacto con las obras de Fra Angélico, Masolino, Masaccio o Paolo Uccello.

Las obras que conservan del artista son o bien de fecha posterior o bien de cronología incierta.

El San Jerónimo de Berlín (h. 1450), el Retrato de Sigismondo Pandolfo Malatesta del Louvre (h. 1451) o el Bautismo de Cristo de la National Gallery (de etapa inicial).

Bicci di Lorenzo es un pintor importante en la carrera Della Francesca, ya que este último le sustituye a su muerte, en 1452, en la realización de los frescos de Arezzo con la Leyenda de la Vera Cruz, su obra más importante.

Di Lorenzo es un artista de fuerte raigambre gótica, muy distante del estilo de Piero.
1458-1459 es importante su estancia en Roma a partir de octubre de 1458 y donde permanece al menos hasta abril del año siguiente, fecha en la que se le pagan 150 florines por parte de los frescos que está realizando en la cámara del Pontífice Pío II desgraciadamente perdidos.
Este hecho es determinante en la trayectoria del pintor porque divide en dos partes su trabajo en los frescos de Arezzo.
Este viaje explica el conocimiento de la arquitectura clasicista que se evidencia en algunos de sus últimos frescos del ciclo y también en el programa inconográfico de estos frescos
En las escenas de la Legenda de la Vera Cruz, en San Francisco (Arezzo), Piero della Francesca sigue una secuencia establecida por La Legenda Dorada.

Las historias están ordenadas según el calendario litúrgico, y así encontramos los episodios relativos a la Vera Cruz en dos festividades distintas: la Invención (el redescubrimiento de la Cruz de Cristo por santa Elena), y la Exaltación (la devolución de la Cruz a Jerusalén por el emperador Heraclio después de que el persa Cosrroes la hubiera robado), con motivo de la restauración de estos frescos.

Toda la Legenda hace de la sagrada reliquia el nudo material entre el Pecado Original y la Redención.

No narra una historia lineal, sino que está compuesta de diferentes relatos que a veces son contradictorios.

Cada pintor no solo tiene que elegir qué episodios quiere contar sino también qué versión elegir.

Recoge desde la Muerte de Adán, Veneración del Sagrado madero de la Cruz y encuentro de Salomón con la reina de Saba, Traslado del Sagrado Madero, Tortura del judío, Identificación de la Vera Cruz, El sueño de Constantino, Victoria de Constantino en Puente Milvio (de las dos versiones, muestra aquella en que ésta se produce de forma milagrosa, y el ejército enemigo huye sin lucha), Batalla de Heraclio contra Cosrroes, Exaltación de la Cruz y Anunciación.

Esta última escena es la que utiliza Piero como nexo de unión entre los episodios anteriores a Cristo y los posteriores.
Los aspectos que se señalan como originales en la iconografía de estos frescos es la disposición de las escenas en las paredes del prebisterio, que violenta el orden cronológico más de lo habitual.

En el caso de Piero el relato comienza en lo alto de la pared derecha con la Muerte de Adán, desciende y vuelve a subir para terminar en lo alto de la pared izquierda con la Exaltación de la Cruz; sin embargo, entremedias, la historia salta para poner más en evidencia los paralelismos formales e iconográficos entre los sucesivos episodios del relato.
Decide mostrar la crudeza de las batallas, al mostrar la sangre derramada y no solo las ricas armaduras y oropeles, es la batalla real.

Es en el único caso que se muestran dos batallas y el único también en que Constantino es un personaje importante.

En los frescos de Arezzo, la Cruz no se trata sólo de la santa reliquia, sino que es el cristianismo mismo, y no sólo la fe, sino los territorios físicos que hacen posible la existencia del cristianismo sobre ellos.

Además de las obras que hemos citado antes, también realiza numerosos frescos en el castillo de los Este en Ferrara (y que se han perdido); el fresco de San Segismundo en la iglesia malatestiana de Rimini (1451); el Políptico de Perugia, o las importantes obras que hizo para Federico Montefeltro, como la famosa Flagelación.


Piero della Francesa se forma como matemático a la vez que lo hacía también como pintor.

Este aspecto no solo se deja notar en los tratados que escribe en su etapa de madurez (De prospectiva pingendi, sobre los procedimientos prácticos de la perspectiva, o Libellus de quinque corporibus regularibus, sobre la identificación de la pintura con la perspectiva), sino que impregna toda su pintura.

Por debajo de la variedad de la forma se atiene a la armonía profunda de los cuerpos geométricos, a la belleza de las formas simples, de sus correspondencias y simetrías.

Para Piero della Francesa el mundo existía sólo en cuanto esta definido por proporciones matemáticas y su vida de pintor está encaminada a demostrarlo en sus obras.

Y así, aunque aparentemente el relato de los frescos de Arrezo parezca en cierta manera un poco errático, no es así.

El ritmo de los episodios, tal y como los distribuye el pintor en las paredes, tiene un orden en la disposición misma de cada escena y de las figuras que la componen.
Uno de los más grandes pintores, el símbolo de la modernidad muere ciego y viejo el 12 de octubre de 1492.

Redacta testamento en 1487, en el que se describe como sano de mente, de intelecto y de cuerpo.

