
Comienza su trabajo a mediados de 1922 y toma su cargo además el Taller de Pintura Mural, que se encuentra en el Curso de Forma, en una clase de Morfología del Color.

Simultaneo a Klee, Kandinsky desarrolla una sistematización en sus clases y también para él, la síntesis y el análisis son las premisas de las que parte.

Kandinsky relaciona la síntesis con la idea de una gran obra que antes comprende varias.

Klee se limita en cambio solo al cuadro aislado.


Kandinsky aspira a hacer un ejemplo de esta esta síntesis en sus decorados teatrales.

1912 ya se ocupa en su libro Sobre lo espiritual en arte, del carácter de determinados colores, cuando presentan un determinado efecto.

Comienza entonces a resumir y sistematizar sus reflexiones procedentes también de otras disciplinas, pero la guerra y la revolución le impiden terminar la obra.


En Rusia siendo miembro del Instituto de Cultura Artística (INCHUK) después de la revolución se rechazan sus propuestas de educación artística en base a que son demasiado subjetivas y no se ciñen a los objetivos sociales.

Este es el motivo por el que abandona su país.

En Berlín donde son conocidos sus escritos desde antes de la guerra, sabe del prestigio de la Bauhaus.

Klee le conoce personalmente de los tiempos del Blau Reiter (Jinete Azul) en Múnich.


El aprendizaje del color había desempeñado un papel poco relevante con Itten.




Por lo que el Curso de Color de Kandinsky como parte del Curso de Forma, llena un importante vacío.


El punto de partida, son los colores, rojo amarillo y azul y las formas, circulo-triangulo-cuadrado.

El punto de partida, son los colores, rojo amarillo y azul y las formas, circulo-triangulo-cuadrado.

A diferencia de Paul Klee, Kandinsky se interesa por el efecto del color.



Un grupo de alumnos de clase de Pintura Mural y colaborador en el Seminario de Color, Ludwin Hirschfeld Mark, inician en la primera fase de sus clases en la Bauhaus, una investigación sobre el tema.

Estudian el efecto espacial del blanco sobre el negro y del negro sobre el gris.

Partiendo del concepto de la esencia del color y de la relación entre forma y color, Kandinsky desarrolla una serie de ejercicios, que repite una y otra vez.

Otro apartado del programa de sus clases es el de Dibujo Analítico, en el que los alumnos tienen que copiar en diferentes etapas, las líneas principales y la tensión compositiva de una naturaleza muerta, hasta obtener la estructura de un cuadro abstracto coherente.

Este análisis recuerda el de los viejos maestros de Itten.

Pero Itten pretende con ello educar intuitivamente la subjetividad de los alumnos.



Kandinsky al contrario introduce una sistematización, un análisis confeccionado lógicamente.

Las indicaciones de Klee sobre dibujos de la naturaleza es un intento de traducir su experiencia como autodidacta en material didáctico.


El dibujo analítico de Kandinsky constituye el grueso de su pedagogía en Weimar, ha de entenderse como una especie de sistematización de sus años de lucha (1910-1912) por la pintura abstracta.

Kandinsky pretende representar los objetos de tal forma que solo sean recuerdos y así evoquen asociaciones, porque el conocimiento es rizomático que decía Espinoza.

La composición tiene que surtir efecto a través de elementos formales (color, orden), ya que Kandinsky asocia a cada color y a cada forma un efecto determinado.

El amarillo es para él un color de tierra, que le recuerda una trompeta sonando agudamente.


El violeta es enfermizo y triste.

En Dibujo Analítico, repiten el camino seguido por Kandinsky, del objeto a la composición.

En la revista de la Bauhaus Punto y línea sobre la superficie, publica en 1926 su primer Análisis de los puntos pictóricos.
