Tenia 10 años, debía ser el año 68. El famoso año donde la clase media tiraba piedras contra su propio tejado. Los hijos de los que habían combatido en la II Guerra Mundial, que se amotinaron, porque la unica participacion directa que les permitía la democracia era votar cada cuatro años. Yo vivía ajena aSigue leyendo «Difteria»
