Forjadas hace 5.000 años: Las espadas más antiguas del mundo descubiertas en el montículo de Arslantepe, Turquía

Este sitio es significativo por su larga historia de ocupación, que abarca desde el V milenio a.C. hasta los periodos Calcolítico Tardío, Bronce Antiguo, Paleoasirio, Hitita, Neohitita, Romano y Bizantino. Esta extensa estratificación histórica proporciona valiosos conocimientos sobre la evolución de las sociedades en el Cercano Oriente.

Arslantepe es particularmente famoso por los hallazgos del periodo Calcolítico Tardío (alrededor del 3600-3400 a.C.), que demuestran el surgimiento de las primeras sociedades estatales.

En Anatolia Oriental, en la orilla occidental del río Éufrates, cerca de Malatya, Turquía, se encuentra el montículo de Arslantepe (Aslantepe Höyük). Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Arslantepe ha revelado las espadas más antiguas conocidas del mundo, que datan de hace más de 5.000 años.

Este descubrimiento, realizado hace 40 años, continúa transformando la comprensión de historiadores y arqueólogos sobre los orígenes del combate, la artesanía y la jerarquía social en el mundo antiguo.

A principios de 1980, la profesora Marcella Frangipane y su equipo de la Universidad La Sapienza de Roma descubrieron un conjunto de nueve armas extraordinarias (tres espadas cortas y seis dagas largas) durante las excavaciones sistemáticas de un monumental complejo palaciego de adobe en Arslantepe. El palacio, que data de finales del IV milenio a. C., ofrecía pruebas claras de una administración centralizada, una cultura de élite y una vida ritual. Pero fueron las armas las que realmente sorprendieron.

Estas hojas, fabricadas alrededor del 3300 a. C., preceden a todos los ejemplos conocidos de espadas en al menos un milenio, lo que retrasa el origen de esta icónica arma mucho antes de lo que se creía. Hasta entonces, la mayoría de los estudiosos creían que las espadas surgieron solo alrededor del 1600-1500 a. C., principalmente en las regiones del Egeo y Mesopotamia.

Las espadas halladas en Arslantepe no solo tienen importancia histórica, sino que son maravillas tecnológicas de su época. Hechas de una aleación de cobre arsenical, representan una fase temprana pero avanzada de la metalurgia. Esta técnica de aleación, que implicaba añadir arsénico al cobre, permitía obtener hojas más resistentes y duraderas que las fabricadas solo con cobre puro.

Tres de las hojas presentaban elaboradas incrustaciones de plata, lo que indica que no eran meros objetos utilitarios. Su tamaño (de 45 a 60 centímetros de longitud) las sitúa entre las dagas largas y las espadas cortas, aunque su diseño es inconfundiblemente espatoide. Cada una incluye los componentes esenciales que definen una espada: hoja, guarda, empuñadura y un pomo.

Esta combinación de forma y función sugiere un momento de transición en la historia, donde la metalurgia no era solo un oficio utilitario, sino una herramienta política y cultural, utilizada para simbolizar poder, dominio e innovación.

Las espadas fueron descubiertas en lo que parece ser una sala de armas dentro del palacio, un entorno que sugiere claramente su importancia para las élites emergentes. Durante este período, Arslantepe estaba en transición de una sociedad tribal a una entidad política centralizada. La arquitectura monumental, los registros administrativos como los sellos de arcilla y los ajuares funerarios apuntan a una sociedad que experimentaba con la jerarquía, el control estatal y el poder simbólico.

Armas como estas espadas probablemente desempeñaron un papel crucial no solo en el combate real, sino también en la proyección de autoridad política. En muchas civilizaciones antiguas, las armas de élite se utilizaban en contextos ceremoniales para establecer legitimidad e infundir miedo.

¿Prestigio ceremonial o arsenal funcional? ¿Se blandían estas espadas en batalla o eran simplemente símbolos de rango? La pregunta sigue intrigando a los arqueólogos. Su ornamentada decoración de plata y su enterramiento en contextos arquitectónicos de élite sugieren que eran símbolos de estatus. Sin embargo, su metalurgia y artesanía hacen plausible que también fueran completamente funcionales.

Aunque su diseño difiere de las espadas largas de doble filo de períodos posteriores, estas armas podrían haber sido perfectamente adecuadas en los conflictos cuerpo a cuerpo de la Edad del Bronce. En una época anterior a los ejércitos permanentes organizados, el poder solía residir en manos de los jefes locales y las élites guerreras. Una espada bien hecha, tanto como arma como símbolo, podría haber sido un recurso decisivo.

Arslantepe se encuentra a tan solo 7 kilómetros de la actual Malatya, en la orilla occidental del río Éufrates. Esta ubicación la situaba en la encrucijada de Anatolia, Mesopotamia y el Cáucaso, convirtiéndola en un crisol de intercambio cultural y tecnológico. Las redes comerciales trajeron minerales metálicos de regiones lejanas, y las influencias culturales viajaron en paralelo, lo cual es evidente en la combinación de elementos arquitectónicos y artísticos del yacimiento.

El propio montículo contiene estratos de ocupación que datan del VI milenio a. C., incluyendo evidencia de una de las primeras ciudades-estado conocidas en la historia de la humanidad. Junto a las espadas, los arqueólogos han desenterrado palacios, templos, almacenes y plataformas ceremoniales, todo lo cual indica una sociedad altamente organizada y sofisticada.

En el complejo palaciego se descubrieron armas como espadas, dagas y puntas de lanza hechas de aleación de cobre arsenical con incrustaciones de plata, junto con puestos de fruta de base alta y jarrones largos de estilo mesopotámico. Crédito: Gobernación de Malatya. Crédito: Gobernación de Malatya

En 2021, el Montículo de Arslantepe fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en reconocimiento a su profunda contribución a la comprensión de la formación temprana de los estados, la innovación tecnológica y el desarrollo urbano.

En febrero de 2023, el sitio se vio afectado por dos terremotos devastadores en el sur de Turquía. Afortunadamente, las estructuras de protección permanentes que lo cubrían permanecieron intactas, aunque algunas partes de la techumbre temporal se derrumbaron. Cabe destacar que las capas arqueológicas y la integridad de las zonas de excavación no sufrieron daños graves gracias a los sólidos esfuerzos de conservación.

Las espadas de Arslantepe no son solo reliquias del pasado, sino que son clave para comprender algunas de las transiciones más fundamentales de la humanidad: de la piedra al metal, de la tribu al estado, del cazador al soldado.

Cuentan una historia de innovación surgida de la necesidad, de poder expresado a través de la artesanía y del deseo humano de moldear, defender y dominar el mundo.

Frangipane, M. (2011). Arslantepe-Malatya: Un centro prehistórico e histórico temprano en Anatolia Oriental. En C. Marro (Ed.), Anatolia Oriental y el Cáucaso Sur en las Edades del Bronce y del Hierro (pp. 1-25). Lyon: Maison de l’Orient et de la Méditerranée.

https://arkeonews.net/forged-5000-years-ago-the-worlds-oldest-swords-discovered-at-arslantepe-mound-turkiye/

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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