Resulta complejo seleccionar diez películas, porque en cada época de hay alguna nueva, que me recuerda quien era entonces.
Quizás sea mas idoneo, revisar los actores de la infancia, donde no hay filtro y el cine obra el milagro.
Me remito a la infancia y adolescencia porque la edad hace perder capacidad de sorpresa (o puede que en este momento prime la rentabilidad antes que el arte).
Nacer a finales de los 50 condiciona la mirada y me hace hija del Pop y cuando me preguntan por mis libros favoritos, siempre digo lo mismo que cuando le preguntaron a Hugh Hefner, que me crie con películas
Solo decir que cuando pienso en pasajes de la Biblia, no se si los he leido o los he visto en Los Diez mandamientos (The Ten Commandments) de Cecil B de Mille (que entonces era suegro de Anthony Quinn y le dio una oportunidad como actor).
Cuando pienso en la semana Santa de mi infancia recuerdo Ben-Hur o Espartaco como si los conociera de toda la vida (asi de simple soy).
Si es en los vikingos pienso en Kirt Douglas, el hijo del trapero judío. El claque, lo asocio a Fred Astaire y Ginger Rogers.
Si pienso en gimnasia sincronizada, me viene a la cabeza Esther William, me recuerda también de la pasión de mi madre por Fernando Lamas.
Si pienso en western emerge, John Wayne con todas sus películas, buenas, malas y regulares, que forma parte de mi imaginario infantil.
Que decir de Tirone Power in The black swan, mi madre decía que era el hombre más guapo del mundo.
Ni que decir de Stewart Granger en Las minas del rey Salomón o Salome con que también era del santoral de mi casa y creo que he visto su filmografía entera varias veces.
Y James Stewart con La ventana indiscreta (The rear window) de Hithcock, su filmografia también desfilo por mi infancia.
Mi padre que era mayor que mi madre adoraba a Chaplin, el Gordo y el flaco, El gato Felix y el primer Disney.
Era un fotógrafo excepcional muy perfeccionista que cuando nos hacía fotos, siempre eran diapositivas y se pasaba una hora midiendo la luz y buscando una buena composición.
Mi ciudad, pequeña y provinciana, que casi ni estaba en el mapa por suerte, sospecho que todavía no lo está (y que dure) tenía infinidad de cines y terrazas de verano.
Ir allí era casi lo mejor que te pasaba en el día en los años 60, lo más excitante, por apenas nada podías ver dos y tres películas en las atestadas terrazas de sillas incomodas.
Las proyecciones cambiaban a diario y se mostraba en una pizarra tosca en la que alguien escribía desganado. Pero daba igual porque estábamos en la playa felices esperando el santo advenimiento del milagro nocturno.
Éramos adolescente y malvadas y mandábamos a alguien (casi siempre un chico enamorado de alguien) que nos comunicara el menú nocturno.
Por supuesto no había estrenos, faltaría, eso era caro y de hecho casi todos los veranos repetíamos muchas películas, pero daba igual, porque caíamos fascinados.
Así vi con mis hermanos Mogambo de John Ford, también La diligencia del mismo autor, La condesa descalza (The Barefoot Contessa) de Joseph L. Mankiewicz con una Ava Gadner que luego vendría a España en plena posguerra y todo el país suspiraba por ella.
Casi siempre iba con mis hermanos, otras veces con mi abuelo materno y raras veces con mis padres.
La terraza recogía a los bañistas que llevaban todo el día de playa, la terraza estaba al lado del mar.
Se habían ido temprano a la playa con las colchonetas, las sandias y las tortillas de patatas y terminaban el día con varias películas. Una troupe gigantesca de trabajadores modestos, que se agarraba a la existencia con pasión, a pesar de las carencias.
Había censura y en el film, nunca se besaban, de hecho se acercaban amorosos y repentinamente se alejaban, como si les hubiera dado epilepsia.
Las madres daban de mamar a los bebes que de vez en cuando lloraban, los niños se peleaban y el público los mandaba callar. Los pequeños murciélagos sobrevolaban la pantalla haciendo sombra.
El público jovencísimo castellanizaba los nombres y en vez de hablar de directores, hablaba de actores, los divos del momento, por los que todo el mundo suspiraba.
Mi madre decía que le encantaba Gregorio Pérez (Gregory Peck), no sabíamos inglés y nos daba igual (hoy seguimos sin saber hacemos como si supiéramos).
Mi abuela materna tenía un picú (pick up), como le llamábamos a los tocadiscos, y cuando les gustaba una película compraba la banda sonora en vinilo y yo la oía mil veces con devocion, como la del Árbol del ahorcado (The Hanging Tree) y revivíamos a Gary Cooper.
Un guion que hoy me parece calcado al héroe de la Antigüedad Héctor (estos son los resabios de la edad).
También tenían la banda de Los niños del Pireo, que Melina Mercuri tan increíble.
El Puente sobre el rio Kwai (The Bridge on the River Kwai), los pobrecillos guionistas trabajaron en secreto porque estaban acusados de comunistas en la época de la caza de brujas y le dieron el óscar al autor del libro que no había hecho nada.
Por suerte la Academia en 1985 reconoció con un óscar póstumo a estos fantásticos guionistas. Está basada en un hecho real.
La Marcha del coronel Bogey se hizo famosísima, realmente era de 1914. Se convirtió en la banda sonora que aquí los meridionales oíamos mil veces.
Los cañones de Navarone (The guns of Navarone) con el Gregorio Pérez de mi madre y Antonio Quinn que vivió años en Almería y era alto simpático y seductor. Su banda sonora increíble también.
En la adolescencia me echaron del colegio por insufrible, un favor que me hizo el destino, pues aterrice en un instituto donde la asistencia al cine fórum y la opinión era obligatoria (siempre argumentada).
Una bendición, tenía 17 años, Franco agonizaba mientras veía el Acorazado Potemkim, Un tranvía llamado deseo con un Marlon Brandon descomunal, el Napoleón de 1921 increíble, Rebelión en la Bounti, con Marlon Brandon de Nuevo, que no pude ver en El último tango en Paris, pero si Risoto amaro, El ladrón de bicicletas, Berlin año 0, El amigo americano, Con faldas y a lo loco, Passolini, Papi, Nouvelle Vague de Truffaut, Vadim, Eric Romer, Jeen Luc Godar, Louis Malle etc
Con 18 vivía fuera y me apunte a la filmoteca y a la Mostra de Cinema de Valencia y fue maravilloso.

Como puedes mencionar todas esas películas si no habías ni nacido? Todas las que mencionas pertenecen a mi generación, los 1940-50-60’s. Me recordaste muchas de mis preferidas, en un segundo me pasaron por la mente. Gracias, bonitos recuerdos de una época que para mi fué mejor.
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Querida Lola en Almeria solo hubo un canal de television creo que hasta pasados los 70, que ademas emitia solo un rato al dia. El cine constituia la ventana al mundo, pero obviamente veiamos pocos estrenos. Pero he de decirte que tu generacion de directores y actores y la de mi madre, fue espectacular. Por lo tanto aqui veiamos pelicular del Plioscenos, pero daba igual porque eran maravillosas y nos hacian vibrar, porque los actores y los directores eran increibles. Mi madre te he contado qeu se copio el traje de novia de una pelicula y la cocina y no se, creo qeu ropa tambien. De adolescentes copiaron el peinado, los guantes y las maneras de Gilda. Me acuerdo de mi amigo Geoffrey que habia nacido en Zambia, que tenia 2 tribus dentro de lo que eran sus tierras y el abuelo les ponia una sabana grande y les proyectaba peliculas, y no entendian una papa de ingles y les chiflaba, lloraban y reian. El cine es un milagro.
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Buenos y lindos recuerdos. En esa época el cine era cine.
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Es que se valoraba a los genios, me tienta hablar de ellos, Hollywood hablaba aleman, por culpa de los nazis media Europa se fue para alla, antes se f, Pau Leni, Murnauueron otros Fritz Lang, Ernt Lubist, Douglas Fairbannks, David Griffith etc. Hablare de mis preferidos Ernst Lubitsch, Michael Curtiz (Casablanca), Fritz Lang (Metropolis), Billy Bilder que se llamaba Samuel, (Con faldas y a lo loco, El apartamento, Irma la dulce), Robert Siodmak (El diablo ataca de noche), William Dieterle, Anatoli Litvak y Douglas Sirk (Solo el cielo lo sabe). De estos ultimos yo creo que todos judios. Los conoces a todos, porque has visto su filmografia entera.
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Y tanto. Ayer vi Openheimer y el director explico en una entrevista que se negaba a hacer peliculas usando los efectos del ordenador, es una plaga hay que decirlo, a mi me aburre. La vi en ingles en version original y se agradece.
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