¿? Ninguno, la pandemia solo fue una ola que paso de largo

Sugerencia de escritura del día
¿Cuál ha sido el cambio más importante en tu vida a raíz de la pandemia de la COVID-19?

Ninguno por suerte.

Pase COVI al principio, vivo sola, me costaba respirar, y decidi tomar cortisona que tenía para las picaduras de avispas, la mínima que pude. Hubiera preferido un broncodilatador pero no tenía.

Había mucho nerviosismo, mucha histeria colectiva y pánico, y evite ir al hospital. Quizas debería haber ido, porque la saturación en sangre de oxigeno no estaba en lo suyo supongo.

Lo bueno es que tenía libros pendientes y aproveche para leer y hacer yoga, para evitar la ansiedad de los dias de encierro.

De tantas precauciones, hasta lo recuerdo bien.

Despues he tenido dos COVIS mas, pero nada que ver, muy flojos, solo un día de fiebre, menos que una gripe.

Por suerte es algo a olvidar.

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

6 comentarios sobre “¿? Ninguno, la pandemia solo fue una ola que paso de largo

  1. Yo lo pasé bien, porque tengo Aspergel y siempre me he manejado con la lejanía de la gente, además estábamos todos bien, mi mujer, mis dos hijos. Pero paradójicamente me ha cambiado mucho, me ha hecho reflexionar sobre el miedo, que es la forma más eficaz de que se muevan las masas de personas, y he decidido tener mucho menos, la vida es corta.

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    1. Me encanta que digas que has decidido tener menos miedo, yo también he pensado lo mismo, es una condición miserable la del ser asustado. Shakespeare decía que el miedoso está muerto en vida. Yo acababa de perder a mi marido y mi madre se estaba muriendo, me faltaba que me cayera un rayo en la cabeza.

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      1. No creas, pienso que cuando vivimos circustancias parecidas tenemos sensaciones parecidas, por eso la gente aunque no se conozca, cuando son de la misma genercion o una generacion proxima no son muy diferentes.

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  2. Soy afortunado. Salí indemne, aunque extremé cuidados, sobre todo en la primera etapa, que fue muy larga. Vacunado cuatro veces, y las que hicieran falta. No he sido un iluso de los que pensaban que íbamos a salir mejores (no sé quién inventó esta expresión) No me gustó que algunos trastocasen el sentido solidario y de apoyo a los profesionales de riesgo, por ejemplo, médicos, enfermeras, empleados sanitarios, etc. que había al principio -aquello de aplaudirles desde balcones- para hacer ostentación de sus lacras ideológicas, con himnos y bandera de por medio. No sé si ha habido una reflexión profunda en la sociedad sobre lo que supone una peste -el covid fue una especie de peste- y me ha indignado la escasa cooperación de algunos, en orden a tener más vigilancia personal sobre la epidemia y no digo ya el mal enfoque de algunos políticos de la oposición que, con tal de llevar la contrarias y sacar malditos réditos, pudieron perjudicar o refrenar las medidas. Por lo demás, salvo el período de encapsulamiento total que tuvimos todos, no he padecido una crisis anímica especial. Supongo que no será la última epidemia pero a cualquiera de los supervivientes de aquella nos puede afectar la próxima. Sobre el miedo he reflexionado siempre, a propósito del virus con otras características, naturalmente, pero la actitud de los humanos y sus conflictos y barbaridades ya han sido desde hace mucho un punto de reflexión para mí. El miedo no es nuevo en mi vida. Gracias por permitir expresarme.

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  3. Fray Luis de León decía que ante la adversidad ecuanimidad…yo no tengo vacuna alguna, pero no soy anti nada, es las alergias y yo vamos de la mano, y con una pastilla, si me sienta mal, hay mecanismos en el cuerpo para desecharla, pero un pinchazo imposible. Hubo mucha gente anónima que continúo trabajando, como las cajeras de los supermercados, camioneros o muchos empleados de cadenas como el Corte Inglés, Carrefour etc. El primer virus nada tuvo que ver con el resto, te dejaba sin poder respirar, perdí un montón de kilos y solo me duro apenas una semana y sin repercusión de ningún tipo en apariencia al menos. Supongo que volveremos a pasar por algo así, porque en absoluto está claro el origen de esto. Y si algo puede tener de bueno, que lo dudo, es recordarnos la condición humana de fragil, por eso carpe diem.

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