Según los demandantes, Paul von Mendelssohn-Bartholdy se ve obligado a la venta forzosa del cuadro. Piden 750 millones de dólares como compensación por daños y perjuicios, el triple del valor de mercado actual de la obra
Los herederos de un empresario judío alemán demandan a una empresa japonesa una pintura de Van Gogh, que dicen es vendida bajo presión nazi hace casi 90 años. Los Girasoles (1888) pertenecieron al banquero Paul von Mendelssohn-Bartholdy, quien al parecer tuvo que vender apresuradamente su colección de arte hacia 1934 para proteger sus otros activos de los nazis.
Tras pasar por varias manos desde entonces, el cuadro fue comprado por Yasuda Fire & Marine Insurance Company, en 1987, en una subasta celebrada en Christie’s de Londres por un precio récord de 25 millones de libras esterlinas (aproximadamente, unos 40 millones de euros) para exhibirlo en un museo de arte en el piso 42 de su sede en Tokio. En 2002, Yasuda se incorporó a una nueva empresa, Sompo Holdings, que hoy es propietaria del lienzo de Van Gogh.
Pero, a pesar de que Yasuda adquiere la pintura legalmente, tres de los descendientes de Mendelssohn-Bartholdy -Julius H. Schoeps, Britt-Marie Enhoerning y Florence Von Kesselstatt- argumentan ahora que la compañía ignora el contexto histórico de la obra de arte al comprarlo.
En su demanda, presentada en nombre de más de 30 beneficiarios el 13 de diciembre de 2022 en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Norte de Illinois, los herederos alegan:
Yasuda imprudentemente, si no a propósito, ignoró la procedencia de ‘Los Girasoles’ que publicó Christie’s. En su catálogo advertía que el famoso banquero judío Paul von Mendelssohn-Bartholdy vendió la pintura en Berlín en 1934, en un momento en que los nazis tenían como objetivo a los banqueros y empresarios judíos.
Se adjunta en la demanda un correo electrónico de 2001 enviado por el Museo de Arte Yasuda al Museo Van Gogh de Ámsterdam cuando las dos instituciones estaban discutiendo un posible préstamo del cuadro para una exposición:
Estamos profundamente preocupados por nuestra procedencia [de Van] Gogh y Gauguin», escribió en el mensaje un administrador del museo de la compañía japonesa. Creemos que nuestras dos obras no tienen nada que ver con el arte saqueado por los nazis, pero no estamos 100% seguros.
Los herederos reclaman la propiedad de la obra o, si no es posible, 750 millones de dólares como compensación por daños y perjuicios, el triple del valor de mercado actual de la obra, que es de unos 250 millones. Un portavoz de Sompo Holdings dice a Courthouse News:
Sompo rechaza categóricamente cualquier acusación de irregularidades y tiene la intención de defender enérgicamente sus derechos de propiedad del cuadro.
Van Gogh pinta tres versiones de sus famosos Girasoles sobre un fondo amarillo. El original, que data de agosto de 1888, fue adquirido por la National Gallery de Londres en 1924. El artista también completa dos copias en enero de 1889: una versión firmada (ahora en el Museo Van Gogh de Ámsterdam) y una versión sin firmar (adquirida por Yasuda).
Según publica en Art Newspaper Martin Bailey, especialista en Van Gogh, se aporta en la demanda documentación que arroja nueva luz sobre lo que sucedió con la pintura durante el período nazi. Mendelssohn-Bartholdy compró Los Girasoles en 1910 y luego los vende a la galería Paul Rosenberg con sede en París. Explica Bailey que el envío de Mendelssohn-Bartholdy a Rosenberg tiene lugar en octubre de 1934. Al año siguiente, Rosenberg vende el cuadro a Edith Beatty, la esposa del magnate minero Alfred Beatty.
Los herederos de Mendelssohn-Bartholdy argumentan que este fue perseguido por ser judío y que se vio obligado a una venta forzosa de Los Girasoles. Sin embargo, la demanda no cita el precio que pagó Rosenberg por el cuadro. Los herederos argumentan:
Mendelssohn-Bartholdy vende en un mercado deprimido saturado con muchas obras de arte modernas similares que la presión de la persecución nazi había arrebatado a otros coleccionistas judíos que sufrían.
Mendelssohn-Bartholdy, explica Bailey:
fue uno de los primeros grandes coleccionistas alemanes de la obra de Van Gogh. La demanda legal registra que en 1934 entregó otras seis pinturas de Van Gogh a Rosenberg. Cuatro quedaron sin vender y luego fueron devueltas a la viuda de Paul, Elsa.
La clave, sugiere Martin Bailey:
es saber si ‘Los Girasoles’ fue objeto de una venta forzosa a un precio bajo debido a la persecución nazi.
Mendelssohn-Bartholdy no huyó de la Alemania nazi, pero parece haber sufrido problemas financieros como resultado de la persecución de los judíos por parte de Hitler. Mientras tanto, Los Girasoles permanecen a la vista del público en Tokio en el nuevo museo de Sompo, que se inauguró en 2020.