
Jelle de Graaf, activista nederlandes por el clima, se adhirió en directo a la mesa de un plató de televisión en Países Bajos para hablar de la crisis climática y ecológica, en un programa al que estaba invitado para debatir sobre nuevos métodos para llamar la atención sobre el calentamiento global.

De Graaf, un activista de 33 años representante del movimiento Extinction Rebellion, había sido invitado la pasada noche a un programa en el canal neerlandés RTL 4 para hablar de las acciones recientes en los museos por parte de activistas ambientales, que que arrojaron comida a piezas de arte. Dice después de sentarse sobre la mesa del plato:
Estoy atrapado aquí en un programa en directo y aquí voy a hablar sobre el clima y la crisis ecológica. (…) Tienes el deber de informar honestamente sobre la crisis climática y ecológica. Un deber que estás incumpliendo. Las vidas de todos nosotros están en juego.

El presentador del programa de entrevistas, Beau van Erven Dorens, no logró interrumpir a De Graaf, que pudo terminar su relato aparentemente adherido a la mesa.
La gente se está muriendo y tú estás hablando del Pato Donald, le reprochó al periodista, que también iba a tratar en su programa el 70º cumpleaños de la llegada de este a los Países Bajos.
Durante la pausa comercial, el equipo de televisión retiró la mesa al completo con el activista encima, pero al moverla, De Graaf se soltó porque resultó que no estaba bien adherido a ella.
A la vuelta de publicidad, el activista se había quedado detrás del escenario.
Se ha tomado un refresco, está bien y sus manos no han sufrido daños por el pegamento, según el presentador, quien calificó el gesto de no muy agradable, ni civilizado.
El programa buscaba hablar de las recientes acciones de protesta de activistas climáticos que arrojaron comida contra cuadros históricos.
La semana pasada, dos simpatizantes del grupo alemán Letzte Generation (Última generación) lanzaron pure de patatas contra un cuadro de Claude Monet expuesto en el Museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín.

Esa acción climática había tenido lugar una semana después de que miembros de la organización Just Stop Oil vertieran sopa de tomate sobre el cuadro Los girasoles de van Gogh en la Galería Nacional de Londres. Ambas pinturas estaban detrás de un vidrio.

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