El tono leve

Narrar en primera persona es hacer trampas y un impudor y aunque la cercanía con el lector sea grande y la verosimilitud aumente, no deja de ser un constructo mentiroso y falaz de una identidad impostada. Me recuerda la novela de lectura obligatoria de la Universidad de Yo el innombrable de Samuel Beckett. Un monologo inconexo desdeSigue leyendo «El tono leve»