Todo lo que no sea escribir, leer, comer, dibujar, dormir y viajar

Repetir a muchas personas les supone un hábito que realizan sin esfuerzo, es más cualquier publicación de salud que se precie, habla de establecer unos horarios diarios, de la higiene del sueño, de comer siempre a la misma hora. Yo lo respeto, es más, lo admiro, pero si hiciera eso, despegaría como un cohete enSigue leyendo «Todo lo que no sea escribir, leer, comer, dibujar, dormir y viajar»

Mi patria es el afecto

Sócrates decía yo no quiero mi patria ni por guapa, ni por rica, sino por mía. Casi siempre he vivido fuera de mi lugar de origen y a veces me tentaba la melancolía, porque pague el precio del desarraigo y me convertí en invisible en tierra de nadie. Pero no me tembló el pulso enSigue leyendo «Mi patria es el afecto»

Cazón en adobo

Con él me como el pasado, de este pequeño tiburón, pescado barato, con un adobo espectacular, con mala conciencia porque los pescados grandes estan desaconsejados comerlos del Mediterraneo por la carga de mercurio y metales pesados. Pero un día haría una excepción. Hay sabores que me retrotraen a mi infancia y este es uno deSigue leyendo «Cazón en adobo»

Cualquier Subaru

Es marca me produce fetichismo, no se porque, quizas son coches sobrios, resistentes y poco conocidos en el santoral. Hay buena relacion calidad precio, aguantan lo que les eche sin quejarse, no te deja tirada, visita poco el taller o casi nada, es poco ostentoso, y quizas encarne el espiritu japo. Pero sobre todo, pasaSigue leyendo «Cualquier Subaru»

Hablar en primera persona es un impudor

Si soy creativa lo deberían decir otras personas, no yo, que es un impudor hablar en primera persona, entre otras porque amañaría la historia a favor.  No tengo visión periférica como una mosca, ni un dron que me sobrevuele (ni demasiado ego). A partir de la II Guerra Mundial, después de los genocidios y sobreSigue leyendo «Hablar en primera persona es un impudor»

Siesta, la hora sexta romana

La furia y el ruido exterior se aplaca, todo se detiene, y se deforma, pero placenteramente, el mundo visible e invisible se dan la mano en la duermevela, donde todo se fusiona de forma amable. Ya lo usa el Surrealismo como fuente de imágenes, donde el talante español es puntero. Dali agarra las llaves conSigue leyendo «Siesta, la hora sexta romana»