Iba desde la zona de Suez (o el Delta oriental, comenzando en la fortaleza de Yaru) hasta la ciudad de Rafah, cerca de la actual Gaza, en el sur de Palestina.

Sirvió como la ruta principal para el ejército egipcio en sus expediciones hacia el noreste para asegurar sus dominios asiáticos, especialmente durante el Imperio Nuevo. También era una ruta de comercio milenaria.

Lo que lo hacía una «carretera militar» eran los once fortines o fortalezas que la protegían y vigilaban. Estos puestos militares aseguraban la frontera oriental y proporcionaban agua (manantiales) y apoyo logístico a las tropas.
La mayoría de las fortalezas y su uso intensivo se documentan durante las Dinastías XVIII y XIX (aprox. 1560 a. C. a 1081 a. C.), cuando Egipto expandió su influencia territorial en Asia.
Una misión arqueológica egipcia ha hallado una enorme fortaleza militar que data del período del Imperio Nuevo de Egipto, a lo largo de la antigua Carretera Militar de Horus, cerca de Tell El-Kharouba, en el norte del Sinaí. Este descubrimiento informa sobre la sofisticada red de defensa de Egipto, que en su día protegía sus fronteras orientales y aseguraba la principal ruta estratégica que conectaba el antiguo Egipto con Palestina.
La fortaleza recién descubierta es una de las estructuras militares más grandes e importantes descubiertas en la Carretera de Horus, un corredor crucial que sirvió como ruta militar y comercial para los faraones. Extendiéndose a lo largo de la frontera noreste de Egipto, la Carretera Militar de Horus era un elemento vital para la comunicación, el transporte y la defensa, y el último descubrimiento en Tell El-Kharouba ofrece una visión excepcional del ingenio militar y la planificación estratégica de los gobernantes del Imperio Nuevo.
La fortaleza recién descubierta cubre un área de aproximadamente 8.000 metros cuadrados, lo que la hace casi tres veces más grande que otra fortaleza cercana encontrada durante las excavaciones en la década de 1980. Los arqueólogos revelaron parte de la muralla sur, que se extiende por aproximadamente 105 metros y mide 2,5 metros de ancho, con una entrada secundaria de aproximadamente 2,2 metros de ancho.
Las excavaciones también hallaron once torres defensivas, así como partes de las murallas norte y oeste, incluida la torre noroeste. El sitio planteó grandes desafíos debido a las dunas de arena móviles que habían enterrado grandes secciones de la antigua estructura durante siglos.
Una de las características más notables del sitio es una muralla en zigzag de unos 75 metros de largo que atraviesa el lado occidental de la fortaleza. Esta muralla divide la estructura de norte a sur y encierra una zona residencial que se cree que albergaba soldados. La compleja disposición refleja la avanzada planificación arquitectónica y militar del Imperio Nuevo, lo que pone de relieve cómo los ingenieros del antiguo Egipto se adaptaron a las duras condiciones del desierto, manteniendo al mismo tiempo una sólida capacidad defensiva.
Además de los restos arquitectónicos, los arqueólogos descubrieron diversos fragmentos de cerámica y depósitos de cimentación bajo una de las torres. Estos objetos datan de la primera mitad de la Dinastía XVIII e incluyen el asa de una jarra con el nombre del rey Tutmosis I estampado, lo que confirma la conexión real de la fortaleza.
Otros hallazgos incluyen piedras volcánicas que se cree que fueron importadas por mar desde las islas griegas, lo que demuestra las extensas redes comerciales y logísticas que mantenían las defensas fronterizas de Egipto. También se encontraron un gran horno de pan y restos de masa endurecida, lo que indica que la fortaleza era un asentamiento militar autosuficiente con instalaciones para la preparación de alimentos y la vida cotidiana.
Estudios preliminares muestran que la fortaleza experimentó varias fases de restauración y modificación a lo largo del tiempo. La entrada sur, por ejemplo, parece haber sido rediseñada más de una vez, posiblemente para reforzar el sistema defensivo o adaptarse a nuevas necesidades tácticas.
Estos cambios arquitectónicos reflejan el compromiso a largo plazo de Egipto con el mantenimiento de sólidas defensas fronterizas a lo largo de las generaciones de gobernantes. Esta fortaleza recién descubierta formaba parte de una cadena más amplia de fortalezas construidas a lo largo de la Carretera Militar de Horus, una de las rutas más importantes del antiguo Egipto. Esta carretera conectaba el delta del Nilo con el Levante, sirviendo tanto como arteria comercial como frontera defensiva. Se han encontrado fortalezas similares en yacimientos como Tell Hebua, Tell el-Borg y Tell el-Abyad, todos del mismo período.
Los expertos creen que la fortaleza de Tell El-Kharouba desempeñó un papel clave en la protección de las fronteras orientales de Egipto y en la vigilancia del movimiento a lo largo de la carretera costera que conducía hacia la antigua Palestina y Siria.
El equipo arqueológico planea continuar las excavaciones para descubrir las secciones restantes de las murallas y explorar las instalaciones asociadas, incluyendo lo que se cree que fue un puerto militar cerca de la costa mediterránea. Este puerto pudo haber servido como punto de abastecimiento para las tropas y permitido el transporte de bienes y recursos a la fortaleza.
A pesar de las difíciles condiciones de trabajo en el entorno desértico, los arqueólogos confían en que nuevos descubrimientos ayudarán a reconstruir la red defensiva completa que antaño protegía las fronteras de Egipto.
El Ministro de Turismo y Antigüedades de Egipto dijo:
el descubrimiento es un ejemplo vivo del genio militar del antiguo Egipto, que demuestra cómo los faraones desarrollaron un sistema defensivo integral para salvaguardar las fronteras de la nación. La fortaleza no solo ofrece una perspectiva de la estrategia militar de Egipto, sino que también narra historias de los soldados, artesanos y arquitectos que vivieron y trabajaron allí.
El Secretario General del Consejo Supremo de Antigüedades añadió:
cada nueva fortaleza desenterrada ayuda a completar la imagen de la antigua organización militar de Egipto, demostrando que la grandeza de la civilización se extendía más allá de templos y tumbas, incluyendo un sistema de defensa y administración altamente estructurado.
Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto
