La teledetección con LIDAR (Light Detection and Ranging) es una tecnología de detección remota activa que utiliza pulsos de luz láser para medir distancias y crear modelos tridimensionales precisos del entorno. A diferencia de otras tecnologías como el radar que usan ondas de radio, el LIDAR opera en el espectro óptico.
El sistema LIDAR emite pulsos de luz láser hacia un objeto o una superficie. Un sensor mide el tiempo que tarda cada pulso en rebotar y regresar al emisor. Conocido el tiempo de vuelo y la velocidad de la luz, el sistema puede calcular la distancia exacta al objeto. Al realizar millones de mediciones por segundo desde un emisor en movimiento (como un avión, dron o vehículo terrestre), se genera una nube de puntos que representa la forma y la altura de las superficies y objetos escaneados.
El LIDAR tiene una amplia gama de aplicaciones:
Aéreo: Se monta en aviones o drones y se usa para mapear grandes áreas, como ciudades, bosques o terrenos.
Terrestre: Se instala en vehículos o trípodes para escanear entornos más pequeños con alta precisión, como fachadas de edificios o sitios arqueológicos.
Espacial: Satélites equipados con LIDAR se usan para estudiar la topografía global y la atmósfera de la Tierra.
El LIDAR se utiliza en:
Cartografía y topografía: Creación de mapas topográficos de alta precisión.
Gestión forestal: Medición de la altura y densidad de los árboles para estimar la biomasa forestal.
Arqueología: Detección de estructuras ocultas bajo la vegetación.
Geología: Análisis de fallas geológicas y deslizamientos de tierra.
Planificación urbana: Creación de modelos 3D de ciudades para el diseño y la gestión de infraestructuras.
Vehículos autónomos: Permite que los coches sin conductor «vean» su entorno y detecten obstáculos…
Una investigación, en la que participa la Universitat Politècnica de València, analizan más de 2.600 kilómetros cuadrados entre Guatemala y México
Un estudio internacional en el que participa la Universitat Politècnica de València (UPV) permite identificar edificios mayas abovedados mediante mapas Lidar, una tecnología que hace posible ver bajo la vegetación, lo que ofrece la clave para entender el urbanismo maya.
Así lo aseguran los responsables de este trabajo, en el que participa la arquitecta e investigadora del Centro PEGASO de la UPV Laura Gilabert, y que es fruto de una colaboración con Tulane University (Nueva Orleans, Estados Unidos) y el consorcio internacional Pacunam Lidar Initiative.
En él se analizan más de 2.600 kilómetros cuadrados de selva en las Tierras Bajas Mayas, entre Guatemala y México, donde se han detectado más de 100.000 estructuras antiguas, de las cuales un 30 % han sido identificadas como abovedadas (vinculadas a un mayor estatus).
Según explican desde la UPV, el proyecto, financiado por la Generalitat Valenciana, ha descubierto cómo rastrear la riqueza y el estatus en la sociedad maya antigua utilizando tecnología Lidar, mediante la detección de estructuras abovedadas y el análisis de su distribución territorial en entornos urbanos y rurales.
Para ello, el equipo ha desarrollado un modelo predictivo, validado con un 93% de fiabilidad, que permite clasificar los antiguos edificios según su sistema constructivo, identificando aquellos construidos con muros y bóvedas de piedra, un rasgo vinculado a una mayor riqueza y prestigio social.
La posibilidad de diferenciar los edificios abovedados de otras construcciones más sencillas permite formular nuevas hipótesis sobre la organización social y económica de la antigua civilización maya, explican desde la institución académica.
El estudio ofrece así nuevas claves sobre la vida cotidiana de miles de personas que habitaron en las ciudades mayas durante el periodo Clásico (250-900 d.C.).
Uno de los hallazgos más relevantes es que las élites mayas tendían a ubicarse distribuidas entre la población general, tanto en zonas urbanas como rurales, para supervisar el uso e intercambio de recursos.
Afirma Francisco Estrada-Belli arqueólogo e investigador de Tulane University y director del estudio, quien señala que:
Hasta ahora ha sido difícil definir los barrios mayas poder ver la distribución de residencias élite y no élite a gran escala da la clave para entender el urbanismo maya.
Dice Marcello A. Canuto, director del Middle American Research Institute de Tulane University:
En este artículo mostramos cómo la combinación de excavación arqueológica, análisis arquitectónico y datos Lidar permite obtener nuevas perspectivas sobre la organización de la sociedad maya antigua.
Además de las edificaciones, la tecnología Lidar ha permitido detectar infraestructuras agrícolas y de gestión del agua, como terrazas de cultivo, canales y aguadas, unos hallazgos que refuerzan la idea de un alto grado de planificación del territorio y una compleja organización política.
Indica Laura Gilabert:
La teledetección con Lidar permite optimizar el uso de los recursos económicos y humanos dedicados a la investigación arqueológica, pues las excavaciones pueden planificarse previamente de forma muy precisa.
Lidar abre nuevos horizontes en la conservación y la gestión del patrimonio arqueológico, especialmente cuando éste se encuentra bajo áreas naturales protegidas.
