Tras diez años de investigación el equipo de arqueológico de la Universidad de Alicante (UA) ha puesto fin a las excavaciones en las Termas Orientales de La Alcudia, el yacimiento que alberga los restos de la colonia romana Iulia Illici Augusta, (la actual Elche), un enclave clave en el entramado urbano y comercial del Mediterráneo durante la Antigüedad.

EL proyecto Patrimonio Virtual-ASTERO ha desenterrado uno de los complejos termales más suntuosos de la Hispania romana, además de revelar evidencias de un asentamiento ibero previo que desafía las narrativas tradicionales sobre el origen de la ciudad.

Las Termas Orientales, erigidas en el periodo de mayor esplendor de Ilici –entre los siglos I y II d.C.–, se extendían sobre 1.300 metros cuadrados y exhibían un lujo reservado a las urbes más prósperas del Imperio. El edificio, equipado con todas las estancias características de los balneum romanos, incluía un frigidarium con una natatio (piscina fría) de dimensiones solo comparables a las de contados ejemplos en la península.

Los mosaicos descubiertos –uno simulando losas de mármol y otro adornado con motivos vegetales–, junto a los sistemas de calefacción por hipocausto y los vestuarios (apodyterium), reflejan el poderío económico de una ciudad que sirvió de enclave estratégico entre Carthago Nova (Cartagena) y Valentia (Valencia).

Subraya Molina, director del proyecto :
Estamos ante un testimonio material del prestigio que tuvo Ilici como colonia de veteranos de las Guerras Cántabras, refundada por Augusto.

El ocaso del complejo comenzó en el siglo III d.C. coincidiendo con la crisis del Imperio, aunque los arqueólogos han documentado reformas parciales que prolongaron su uso hasta el siglo V, cuando las termas, ya reducidas y reconvertidas, fueron abandonadas definitivamente.

Según los investigadores:
Este proceso de muerte lenta, se vincula al colapso de las estructuras administrativas romanas y al despoblamiento progresivo de la región.
Iddentificamos un barrio íbero del siglo III a.C. oculto bajo los estratos romanos. La excavación de una calzada de 55 metros –con su sistema de alcantarillado y accesos– ha permitido trazar la evolución urbana del sitio desde época prerromana hasta la dominación visigoda, confirmando que el asentamiento íbero previo era mucho más extenso de lo que se creía.
Con la campaña de 2025, financiada por la UA y el Ayuntamiento de Elche, se cierra la fase de excavación aunque el equipo insiste en la urgencia de consolidar los restos –actualmente protegidos con mallas antihierba– y garantizar su musealización.
Dice Molina:
El siguiente paso es publicar los datos y diseñar un plan de visitas que permita apreciar la magnitud de este patrimonio, seria deseable un compromiso institucional para evitar el deterioro de las estructuras.
La Brujula Verde
