Los romanos conquistaron a las tribus ilirias y celtas de la región, un proceso que se consolidó en el año 9 d.C. con la creación de la provincia de Dalmacia y la división del antiguo Illyricum en Dalmacia y Panonia. Estas provincias fueron vitales para el control romano, ya que Dalmacia ofrecía una importante salida al mar Adriático, mientras que Panonia era un baluarte en la frontera del Danubio. Las ciudades se desarrollaron y se latinizaron gradualmente, convirtiéndose en centros administrativos y comerciales clave.

Arqueólogos en Croacia han descubierto los restos de una torre de vigilancia romana de 1.800 años de antigüedad que antiguamente custodiaba la frontera norte del imperio.

Ubicada en la aldea de Mohovo, a orillas del río Danubio, esta estructura informa sobre el vasto sistema de defensa fronteriza del Imperio romano —el limes danubiano— y su respuesta militar a las amenazas externas durante el reinado del emperador Marco Aurelio.
La torre de vigilancia, construida a finales del siglo II d. C., desempeñó un papel crucial en la protección del Imperio romano durante las Guerras Marcomanas (166-180 d. C.). Este turbulento período vio al ejército romano enfrentarse a tribus germánicas como los marcomanos y a los sármatas nómadas de regiones que hoy pertenecen a la actual Rusia y Europa del Este. El conflicto condujo a la construcción de numerosas instalaciones militares a lo largo del Danubio, incluyendo esta torre recién excavada, que formaba parte de una red que protegía cruces fluviales vitales y rutas comerciales.
Según Marko Dizdar, director del Instituto de Arqueología de Zagreb e investigador principal del proyecto,
La torre de vigilancia se construyó en una ubicación estratégica, en uno de los cruces del río Danubio. Desde esta posición, se disponía de un excelente control visual de una amplia zona, y estaba protegida de forma natural por tres de sus lados por profundos barrancos.
La excavación del yacimiento de Mohovo comenzó en abril de 2025, tras años de estudios geomagnéticos realizados entre 2003 y 2023. Estas técnicas no invasivas habían sugerido la presencia de múltiples estructuras militares romanas en al menos diez lugares del este de Croacia. Sin embargo, la torre de Mohovo constituye la primera torre de vigilancia romana investigada sistemáticamente en el limes croata, lo que confirma las antiguas suposiciones sobre la función defensiva de la región. Con unas dimensiones aproximadas de 40 x 30 metros (130 x 100 pies), la torre estaba fortificada por profundos fosos defensivos y rodeada por una empalizada de madera. En su centro se alzaba un edificio de madera, probablemente utilizado por los soldados romanos estacionados allí. Dizdar señala que el yacimiento experimentó tres fases de construcción, lo que indica repetidas mejoras o reparaciones, y que para el siglo IV d. C., podría haber sido reemplazado por una fortificación más pequeña equipada con una torre.
Entre los artefactos recuperados en el yacimiento se incluyen equipo militar, vasijas de cerámica y broches, todos ellos indicativos de la presencia romana activa hasta bien entrado el siglo III d. C. El descubrimiento no solo confirma la función militar de la zona, sino que también demuestra la evolución arquitectónica de la defensa fronteriza romana.
La atalaya de Mohovo probablemente funcionaba como parte de una red de comunicación visual, ubicada para transmitir mensajes rápidamente a los puestos de avanzada cercanos en Sotin e Ilok, a unos 12 kilómetros de distancia. Con otras torres ubicadas a una distancia aproximada de 2 a 3 kilómetros, los soldados podían enviar advertencias a través de la frontera en caso de avance enemigo.
Afirmó Dizdar:
Este sistema permitió a los romanos movilizar fuerzas rápidamente en respuesta a las amenazas. Cruzar las zanjas alrededor de la torre habría sido muy difícil para los atacantes, lo que les habría dado un tiempo precioso a los defensores para reaccionar.
Curiosamente, el yacimiento de Mohovo posee una importancia histórica aún mayor. Además de los restos romanos, los arqueólogos han descubierto vestigios de asentamientos de la Edad del Cobre, la Edad del Bronce, la Edad del Hierro y la Edad Media, lo que demuestra la importancia histórica de la zona como encrucijada de civilizaciones.
El trabajo del equipo croata forma parte de una iniciativa más amplia para proteger y promover el limes danubiano como posible incorporación a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El descubrimiento subraya no solo el vasto alcance militar del Imperio romano, sino también la continuidad cultural que moldeó la región a lo largo de milenios. Descifrando el legado militar del Imperio
La excavación de la torre de vigilancia romana en Mohovo ofrece una visión de los complejos sistemas de seguridad fronteriza del imperio y de la vida cotidiana de los soldados estacionados lejos de Roma. A medida que avanza la investigación, los arqueólogos esperan comprender mejor cómo evolucionaron estas estructuras fronterizas en respuesta a los cambiantes panoramas políticos y militares.
Con nuevas excavaciones planeadas para investigar la transformación del sitio en el siglo IV, la torre de Mohovo se erige como un monumento notable a la ingeniería, la estrategia y la resiliencia romanas, y un centinela silencioso de un imperio que una vez estuvo decidido a mantener la línea contra el mundo exterior.
Udruga Dolina Mamuta
Institute of Archaeology in Zagreb
