Hallan en México esculturas de arcilla de 1000 años de una cultura desconocida

En la Sierra Mixe de Oaxaca en México un equipo internacional de investigadores analizó decenas de esculturas y relieves de barro sin cocer modelados hace más de mil años en una cueva considerada sagrada por los pueblos indígenas.

El estudio, publicado en Journal of Archaeological Science: Reports, aporta nuevos datos sobre las técnicas artísticas de las culturas mesoamericanas y ofrece pistas sobre el significado ritual de este espacio subterráneo.

La Cueva del Rey Kong-Oy (también conocida como Cueva del Diablo) ha sido durante siglos un lugar de importancia mitológica para los Ayuuk ja’ay o mixes, un pueblo indígena de Oaxaca, pero no fue hasta 2011 que exploradores documentaron por primera vez las sorprendentes figuras de barro que adornan sus galerías.

Desde entonces un equipo dirigido por la arqueóloga Leslie F. Zubieta Calvert ha registrado hasta 72 figuras que incluyen representaciones de hombres, mujeres (algunas con genitales marcados) y niños, en posiciones sentadas o reclinadas; animales como jaguares, monos, reptiles y hasta una rana, modelados con gran detalle. Y estructuras arquitectónicas como una miniatura de cancha de pelota de 3.8 metros de largo. Explican los investigadores:

Estas figuras no fueron hechas para perdurar en el sentido tradicional, como la cerámica cocidaSu fragilidad sugiere que su valor estaba en el acto mismo de crearlas, posiblemente como parte de rituales en este espacio sagrado.

Lo más sorprendente es que las figuras, que están hechas de barro crudo, han resistido más de un milenio en condiciones de humedad y temperatura estables. Las cuevas son como cápsulas del tiempo. Su ambiente semi-cerrado protegió las figuras de la erosión externa.

Los científicos analizaron muestras de las figuras, el suelo de la cueva y depósitos de arcilla y descubrieron que quienes crearon las figuras no usaron materiales externos sino que el barro proviene de la misma cueva, sin añadidos como arena o cenizas. 

Los artesanos aprovecharon los sedimentos naturales, ricos en minerales como cuarzo y mica, que actuaron como ‘esqueleto’ para dar firmeza a las figuras.

Las manchas negras en algunas figuras (como cabezas de jaguares) son óxidos de manganeso, pigmentos naturales extraídos directamente de depósitos en la cuevaEl manganeso se molía y aplicaba como pintura, revelando un conocimiento profundo de los recursos locales, apunta el estudio.

Para dar volumen, los artistas utilizaron técnicas ingeniosas mezclando barro con piedras o estalactitas rotas. En un caso, usaron losas de roca para sostener la cabeza de una figura femenina.

El equipo dató fragmentos de carbón asociados a las figuras obteniendo fechas entre el 607 y 881 d.C., que corresponden al período Clásico Tardío en Mesoamérica. Un carbón hallado bajo una escultura de mono es aún más antiguo, datando del 151 a.C. al 8 d.C. y sugiriendo que la cueva ya era usada siglos antes.

Esto indica que el sitio tuvo una ocupación prolongada, quizá con diferentes episodios de creación artística.

Las fechas coinciden con el auge y caída de grandes ciudades como Monte Albán (Oaxaca) y Teotihuacán (centro de México), aunque aún no está claro qué cultura concreta realizó las figuras.

El estudio concluye que las terrazas donde se modelaron las figuras son depósitos naturales, no plataformas construidas, y el carbón encontrado probablemente proviene de antorchas usadas para iluminar la cueva.

El barro con que están hechas las figuras se trabajó con presión mínima, los artistas no amasaron intensamente el material, sino que lo moldearon aprovechando su plasticidad natural en el ambiente húmedo, estas figuras son testigos de un diálogo entre los pueblos antiguos y su entorno, no son solo arte, sino expresiones de creencias vinculadas al inframundo, donde el acto de modelar barro pudo ser tan importante como el resultado final.

Leslie F. Zubieta Calvert, Raffaela De Luca, et al., Earthen modeling in the depths of the Sierra Mixe of Oaxaca, Mexico: investigating the production process of unfired clay reliefs and sculptures in Mesoamerica’s underworld. Journal of Archaeological Science: Reports, Volume 66, October 2025, 105277. doi.org/10.1016/j.jasrep.2025.105277

La Brujula Verde

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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