Encuentran en Alemania un asentamiento de la Edad de Bronce

Bajo los terrenos donde se construirá el nuevo estadio deportivo de Wolmirstedt en el céntrico estado alemán de Sajonia-Anhalt, un equipo de arqueólogos ha desenterrado vestigios de un extenso asentamiento de la Edad de Bronce Tardía, confirmando que esta zona estratégicamente ubicada junto al río Ohre y cerca de su antigua confluencia con el Elba, ya era un lugar de importancia hace más de 3.000 años.

Vista de la zona de excavación en Wolmirstedt. Crédito: Barbara Fritsch / Landesamt für Denkmalpflege und Archäologie Sachsen-Anhalt

Las excavaciones, dirigidas por la Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt (LDA) en estrecha coordinación con el ayuntamiento local, han sacado a la luz estructuras habitacionales y hornos junto con el caparazón de una tortuga de estanque europea en un pozo que pudo servir como horno, planteando la posibilidad de que el animal fuera consumido como alimento.

Enterramiento de asentamiento «irregular» de finales de la Edad del Bronce. Crédito: Juliane Huthmann / Landesamt für Denkmalpflege und Archäologie Sachsen-Anhalt

Desde principios de junio de este año, los arqueólogos han examinado un área de 21.000 metros cuadrados en las afueras occidentales de Wolmirstedt, trabajando en paralelo a los preparativos para la nivelación del terreno destinado al complejo deportivo. Hasta el momento, en los 5.000 metros cuadrados ya explorados se han documentado 322 estructuras arqueológicas y recuperado más de un millar de objetos, la mayoría fragmentos cerámicos pero también anillos de bronce, punzones de hueso y restos óseos de animales como vacas, cerdos y ovejas o cabras, evidencia clara de una ocupación humana prolongada.

La ubicación del yacimiento no es casual. Durante la Edad de Bronce Tardía (entre el 1300 y el 750 a.C.), esta región cercana al curso bajo del Ohre fue un punto de encuentro entre dos grandes grupos culturales: el Círculo Nórdico de la Edad de Bronce y la cultura lusatia, cuyas influencias se mezclaron en grupos locales como la llamada Elbe-Havel-Gruppe (Grupo Elba-Havel) y la Saalemündungsgruppe (Grupo de la Desembocadura del Saale). Los restos hallados en Wolmirstedt reflejan esta diversidad con cerámicas de almacenamiento de paredes gruesas, ollas para cocinar y cuencos decorados, típicos del periodo.

Entre las estructuras descubiertas destacan varios pozos de almacenamiento revestidos originalmente con entramado de mimbre —reutilizados después como basureros— y tres hornos cuyas paredes reforzadas con arcilla quemada conservan marcas de troncos redondeados que delatan su antigua estructura. Pero es el tercer horno el que ha despertado mayor interés: en su borde, junto a fragmentos de cerámica, apareció el caparazón de una tortuga de estanque, un descubrimiento excepcional que los análisis de laboratorio intentarán confirmar si se trata de restos de consumo humano.

Las marcas de postes permitieron reconstruir parcialmente un edificio residencial de al menos seis metros de largo y cuatro de ancho, además de estructuras menores como graneros y un taller textil. Este último, una construcción semienterrada de 4 por 3,3 metros, albergaba pesas de telar piramidales que sugieren la producción de tejidos de unos 60 centímetros de ancho en un telar vertical.

También se encontró el esqueleto de un hombre adulto de complexión robusta y aproximadamente 1,7 metros de altura, enterrado en posición flexionada y con la cabeza girada en el interior de un pozo de basura. A diferencia de las prácticas funerarias habituales de la época —la cremación y el depósito de cenizas en urnas fuera de los poblados—, este entierro atípico carece de señales de violencia o carencias nutricionales. ¿Fue un ritual? ¿Un entierro secundario? ¿O acaso refleja diferencias sociales? Las preguntas, por ahora, quedan abiertas.

Las excavaciones, en las que trabajan ocho especialistas del LDA, continuarán hasta el 15 de octubre de 2025. Posteriormente, el minucioso estudio de los materiales y la documentación permitirá reconstruir con mayor detalle la vida de esta comunidad fronteriza. Mientras tanto, el proyecto del estadio —que incluirá un campo de juego, una pista tipo B y un edificio auxiliar— avanza según lo previsto.

Para Wolmirstedt, el estadio supone la mayor inversión municipal desde 1990. Pero bajo sus cimientos, el pasado ha reclamado por un tiempo su propio espacio. Y aunque las máquinas retomarán pronto su labor, los secretos de aquel asentamiento olvidado junto al Ohre ya han comenzado a rescribir su página en la historia.

Landesamt für Denkmalpflege und Archäologie Sachsen-Anhalt

Brujula Verde

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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