Cruces migratorios desde Africa de hace 30000 años

Un investigador de la Universidad de Kansas ha dedicado años a estudiar lo que él denomina aquaterra, grandes extensiones de tierra que una vez estuvieron pobladas por humanos antiguos y que hoy están bajo el agua debido a las fluctuaciones del nivel del mar.

Jerome Dobson, profesor emérito de geografía, sostiene que estas regiones que suelen extenderse desde las costas continentales y alrededor de islas dispersas albergan tesoros arqueológicos y respuestas cruciales sobre los primeros asentamientos humanos, aunque han recibido poca atención científica.

Imagen por satélite de Berenice, un antiguo puerto, en la costa del Mar Rojo. Un investigador de la KU afirma que la nueva información sobre Berenice debería hacer reexaminar la migración al valle del Nilo antes o durante el Último Máximo Glacial. Según Jerome Dobson, los arrecifes de coral cercanos a la bahía de Foul podrían ofrecer más pistas. Crédito: NASA

En un reciente estudio publicado en la revista Comptes Rendus Géoscience de la Académie des sciences, Dobson y sus colaboradores italianos, Giorgio Spada de la Universidad de Bolonia y Gaia Galassi de la Universidad de Urbino, reevaluaron las rutas migratorias de los humanos modernos desde África utilizando un modelo mejorado de ajuste glacial isostático (GIA) que reconstruye los niveles históricos del mar.

Figure 1.

(A) Inferred human ancestral lineages over time and space. Each line represents an ancestor-descent relationship in inferred geneology of modern and ancient genomes. Line width corresponds to how many times the relationship is observed, and color intensities are based on the estimated age of the ancestor. (B) Visualization of the nonparametric estimator of ancestor geographic location, meaning the average location of the ancestors of each population from t = 0 to −2,000,000 ya. Widths of lines are proportional to the number of ancestors of each population over time. The ancestor is defined as an inferred haplotype with at least one individual in that population. Source: Wohns et al. (2022). Hide

Esto combinado con datos genéticos y arqueológicos permite una comprensión más precisa de cómo el deshielo de los glaciares —que continuó mucho después del Último Máximo Glacial, hace 21.000 años— transformó los corredores migratorios y moldeó el surgimiento de las primeras civilizaciones.

At LGM the route crossing directly between the Mediterranean Sea and Red Sea was a daunting portage (Figures 3 and 4). The Gulf of Suez remained dry land with little improvement in overland travel until after 14,000 BP. By 13,500 BP, lakes appeared, but they did not constitute a continuous waterway until about 13,000 BP. The gulf reached its full length in 8000 BP, and the shore of the Mediterranean Sea retreated by 7000 BP. From 30,000 BP, when our timeline begins, until 10,500 BP there was no Foul Bay. Indeed, the old coastline contained not even a natural harbor until about 16,000 BP. Approximately 80 km south of Ras Banas, the coast gently curved in a concave fashion but offered little shelter. The first reasonable harbor later formed 20 km south of the tip of Ras Banas and remained physically intact for the next 9000 years, reaching the dimensions envisioned by Strabo. Then suddenly, the rising sea reached the shallow base of Foul Bay’s floor, and the embayment filled rapidly, reaching its shape of today about 7000 BP.

Mapa de referencia que muestra las características naturales citadas, las ciudades y las rutas conocidas que conectan el río Nilo, la bahía de Foul, el golfo de Suez, el mar Rojo y el mar Mediterráneo a lo largo de la historia. Crédito: Dobson et al.

Lo emocionante es que muchos paisajes submarinos tienen relevancia arqueológica, y este mapeo brinda a los científicos una mejor oportunidad de encontrarlos, explicó Dobson. Esperamos que esto permita explorar los territorios que quedaron expuestos durante la última glaciación.

El estudio aporta nuevos datos sobre los niveles oceánicos, las líneas costeras antiguas y los corredores migratorios en África y Asia Occidental, y propone rutas alternativas que los humanos pudieron seguir al salir de África. Entre estas se incluyen el cruce por Suez (entre el Mar Rojo y el Mediterráneo), el paso del Golfo de Aqaba hacia el Levante, el estrecho de Bab el Mandeb hacia Arabia Saudita, la ruta desde Foul Bay hasta el Mediterráneo y el camino insular a través de los estrechos de Sicilia y Mesina.

Queríamos generar líneas costeras geofísicamente precisas, señaló Dobson. No basta con restar la altura del mar a la topografía; la corteza terrestre se deforma bajo el peso de las capas de hielo, y el modelo GIA es esencial para corregir esto.

Distributions of biological affinities described in Brace et al. (1993), Hanihara et al. (2003), Keita, Kryaniak, et al. (1996), Godde (2009), Godde (2018), Keita and Boyce (1996), Prowse and Lovell (1996), Lovell (1999), Chrisco (2022), Ehret (2023). All affinities represented here apply to predynastic Naqada except those otherwise noted on the map.

Los hallazgos indican que algunas de estas rutas estuvieron expuestas durante períodos más largos de lo que se creía hasta ahora, aunque variaron según las fluctuaciones regionales del nivel del mar. Además el equipo empleó bases de datos genéticos para rastrear los movimientos poblacionales identificando coincidencias con las rutas geográficas propuestas.

Imagen por satélite de Berenice, un antiguo puerto, en la costa del Mar Rojo. Un investigador de la KU afirma que la nueva información sobre Berenice debería hacer reexaminar la migración al valle del Nilo antes o durante el Último Máximo Glacial. Según Jerome Dobson, los arrecifes de coral cercanos a la bahía de Foul podrían ofrecer más pistas. Crédito: NASA

Contamos con un nuevo mapa de centros de ADN que retrocede hasta dos millones de años, detalló Dobson. Muestra un único origen ancestral en el sur, cerca de Meroe en Kush, profundamente en África. La evidencia arqueológica es escasa, pero los datos genéticos son sólidos y consistentes.

El estudio se centró en dos posibles rutas principales, una septentrional a través de la península del Sinaí, y otra meridional cruzando el Mar Rojo por Bab el-Mandeb. Contrariamente a lo que se creía hasta ahora la investigación revela que la ruta del norte está mejor respaldada, mientras que el paso por Bab el-Mandeb pudo ser una barrera significativa debido a la falta de tecnología náutica en aquel período.

Los expertos en ADN ya sospechaban que el centro haploide más antiguo estaba en el noreste de Sudán, comentó Dobson. Lo que sorprende es que, aunque los mapas arqueológicos suelen enfatizar la ruta sur, hay poca conexión entre ambas orillas del Bab el-Mandeb en los registros.

El equipo también analizó otras posibles vías, como el valle del Nilo y el sitio de Berenice, en Foul Bay (Egipto), que pudo funcionar como un puerto clave. Foul Bay era una alternativa crucial cuando el nivel del mar bajaba», explicó Dobson. «El Istmo de Suez implica un trayecto árido de más de 500 km, mientras que Foul Bay acortaba la ruta a 300 km, evitando los peligrosos arrecifes del Mar Rojo.

Los investigadores creen que los arrecifes de coral cerca de Foul Bay podrían guardar más pistas sobre estas migraciones. Los corales necesitan una base sólida para crecer, y su presencia en zonas ahora sumergidas es un indicio circunstancial fascinante, aunque se requiere más investigación para confirmar restos de construcciones humanas, agregó.

Los datos del estudio, de acceso abierto, podrían impulsar investigaciones en geografía, arqueología, estudios migratorios y conservación de especies. Esta es una herramienta para la comunidad científica, concluyó Dobson. Ahora otros investigadores pueden explorar cómo vivían nuestros ancestros y cómo cambiaron estos paisajes.

This study constitutes a strategic reassessment of changes in sea level and associated pathways in and out of Africa since 30,000 BP. We retrospectively map sea level fluctuations and their effects on coastal landscapes in the Middle East, especially in terms of likely migration routes. Using an improved Glacial Isostatic Adjustment (GIA) model, we refine the spatial and temporal precision of ocean levels and coastlines from 30,000 BP to the present. We acknowledge uncertainties in the GIA model, particularly regarding ice history reconstructions, earth’s viscosity structure, and bathymetric data. These factors can influence predicted sea levels and shoreline positions, highlighting the need for continued refinement of models and data sources.

Global sea levels fluctuated by 125 m over the past 120,000 years. They reached their lowest level during the LGM about 20,000 years ago, thereby exposing an additional 11.6% of land area globally and significantly enhancing migration and travel opportunities in coastal zones. The research examines the Suez crossing and Foul Bay\Nile River\Mediterranean Sea crossing and considers the Gulf of Aqaba route to the Levant, Bab el Mandab crossing to Saudi Arabia, and Straits of Sicily and Messina. Key findings include:

  • Berenice Aquaterra is hypothesized as a crucial port on Foul Bay, based on geographic principles of regional development and analogous archaeology of 2000-year-old Berenice Troglodytica and its transportation infrastructure.
  • An unusual profusion of patch coral formations in Foul Bay raises new questions about potential human settlements and warrants further exploration.
  • Uncertainty in cartographic representation of Berenice Troglodytica’s location fits a proposed inundation scenario well enough to encourage exploration of Foul Bay and the patch coral formations in it.
  • The study indicates south-to-north and east-to-west directions of sequent occupance in the Nile Valley, challenging conventional wisdom about ancient Egyptian migration patterns.

The methodology integrates DNA evidence, archaeological literature, and retrospective GIA mapping to reconstruct past landscapes, providing insights into ancient human migrations and settlements. This multidisciplinary approach offers a robust framework for understanding human geography, especially historical mobility and maritime networks. The authors emphasize the importance of investigating Foul Bay’s paleogeography and underwater archaeological remains, suggesting that such research could provide transformative insights.

This study demonstrates the significant impact of sea level changes on human migration patterns and coastal settlements during the late Pleistocene and early Holocene. It underscores the value of integrating geophysical modeling with archaeological and genetic evidence to enhance collective understanding of human prehistory. The findings open new avenues for exploration and research, particularly in submerged coastal areas, and enhance existing narratives about human migrations out of Africa.

University of Kansas

Jerome Eric Dobson, Giorgio Spada, Gaia Galassi, Alternative crossings into and out of Africa since 30,000 BP. Comptes Rendus. Géoscience, Volume 357 (2025), pp. 1-24. DOI: dx.doi.org/10.5802/crgeos.273

La Brujula Verde

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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