En la moderna Melun, a unos 40 kilómetros al sureste de París, una excavación ha desenterrado los vestigios de la antigua Metlosedum, una ciudad romana estratégicamente asentada en un meandro del Sena. Metlosedum, parte de la civitas de los Senones (cuya capital era Sens), se desarrolló entre el siglo I a.C. y el siglo III d.C. a ambos lados del río, en una fértil zona donde se cruzaban importantes rutas terrestres y fluviales. Aunque no fue una capital administrativa, su posición era crucial en el extremo noroeste del territorio Senón, colindando con otras civitates como los Meldes, los Parisii y los Carnutos.

Los arqueólogos localizaron la excavación en el cruce del decumanus (calle este-oeste, bajo la actual rue de Belle Ombre) y el cardo (calle norte-sur, que coincide con la rue de Dammarie), dos de los ejes principales de la antigua ciudad. Entre los descubrimientos destaca un gran edificio rectangular de al menos 700 metros cuadrados, orientado norte-sur. Aunque gran parte de su estructura fue desmantelada en la Antigüedad, los cimientos de piedra con mortero de cal permiten reconstruir parcialmente su planta. Con unos 28 metros de longitud y organizado alrededor de un patio central que se abría hacia el cardo, se ha identificado como una domus, una residencia urbana señorial, similar a otra encontrada en Melun en 2008.

En el extremo noroeste de esta domus, se halló una impresionante cava subterránea, conservada hasta 2,20 metros de profundidad. Cuenta con muros bien construidos, un respiradero, nichos y una escalera de tres tramos. La reutilización de un fragmento de columna lisa en su estructura sugiere tanto la riqueza de sus habitantes como su habilidad para la adaptación arquitectónica.
A unos cuarenta metros al este, se descubrió un segundo conjunto de edificios de unos 600 metros cuadrados. A pesar de los daños por infraestructuras contemporáneas, se identificaron elementos como una sala excavada, un posible foco de combustión con tegulae (tejas romanas) y una conducción de agua de cerámica, indicando la probable existencia de una cocina o espacio doméstico.
Ambas áreas construidas estaban separadas por zonas abiertas con estructuras excavadas como fosas de almacenamiento, pequeños sótanos y ocho pozos antiguos revestidos con piedra caliza. Este conjunto revela un complejo tejido urbano con espacios residenciales y de servicio, sin que hasta el momento se haya documentado actividad artesanal específica.
Debido al estado fragmentario de los restos, aún no se puede determinar si estos dos sectores pertenecían a edificios distintos o si formaban parte de una única residencia de más de 2.000 metros cuadrados. Adicionalmente, la excavación también desenterró trincheras defensivas en zigzag de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo el hallazgo de un casco militar tipo Adrian modelo 1926.
Institut National de Recherches Archéologiques Préventives (Inrap)
Brujula Verde
