Hallan en Marvdasht, sur de Irán, una rara inscripción de la época sasánida sobre lealtad y justicia

Una rara inscripción de la época sasánida ha sido desenterrada en la región de Marvdasht, ubicada en la provincia iraní de Fars, que dejar ver una profunda comprensión de cómo los antiguos persas veían la lealtad, la justicia y las consecuencias de la traición.

Marvdasht ocupa un lugar destacado en la historia persa antigua. Situada cerca de Persépolis, la capital ceremonial del Imperio aqueménida, fue un importante centro cultural y religioso durante el período sasánida (224-651 d. C.).

Coinage of Kushan ruler Kanishka I with Miiro (Μιιρο), “Mithra”. c. 120–150 CE.

La región albergaba inscripciones reales, templos del fuego y centros administrativos clave. Su paisaje montañoso proporcionaba lugares ideales para esculturas monumentales y lugares religiosos, convirtiéndola en un escenario simbólico para la proclamación de la ley y la conducta moral.

 Se cree que el descubrimiento, anunciado por el historiador  Abolhassan Atabaki, refleja sólidos valores éticos arraigados en las creencias zoroástricas y el culto a Mitra, el guardián de los juramentos y la verdad.

Según el Dr. Atabaki,

 La inscripción sirve como advertencia moral en consonancia con el antiguo código ético iraní. Profundamente arraigado en las enseñanzas espirituales de Mitra (Mehr), la divinidad zoroástrica de los pactos, la verdad y la justicia, el texto condena la ruptura de juramentos como una grave transgresión, tanto social como cósmica.

Esta inscripción es un ejemplo notable de cómo los antiguos iraníes consideraban la lealtad un valor sagrado y la traición uno de los pecados más graves

La visión sasánida de la traición: una amenaza para el orden y la naturaleza Durante el período sasánida (224-651 d. C.), el último gran imperio persa antes de la llegada del islam, la lealtad era más que un ideal moral: era una expectativa divina.

Influenciado por el zoroastrismo, la religión dominante de la época, se creía que romper juramentos invocaba la ira de Mitra, lo que provocaba desastres naturales como sequías e inestabilidad social.

Recientemente desenterrada en las montañas de Marvdasht, se cree que esta rara inscripción de la era sasánida enfatiza el valor sagrado de la lealtad y las consecuencias divinas de la traición, reflejando los antiguos principios éticos zoroastrianos asociados con la deidad Mitra.

Dice Atabaki:

Cuando una persona rompe un juramento, Mitra se enfurece y la tierra del infractor sufre, enfrentándose a la sequía, el desorden y la decadencia. Esta cosmovisión no se limitaba a la religión, sino que se extendía al gobierno y la justicia. Los gobernantes deshonestos o los jueces corruptos eran vistos como contribuyentes directos al desequilibrio cósmico. En una sociedad donde la ley divina y el orden civil se entrelazaban, la confianza pública no era solo una necesidad política, sino un mandato espiritual. Un vistazo a la filosofía jurídica zoroástrica Los sasánidas, que revivieron la antigua tradición imperial persa, hicieron gran hincapié en la ley y el orden. Esto se sustentaba en las enseñanzas zoroástricas del Avesta, que enfatizaban la importancia de la verdad (asha) y condenaban la mentira (druj). Los textos sagrados advertían que los mentirosos y los que rompían juramentos corrían el riesgo de ser privados del favor divino y la confianza comunitaria. Incluso los pactos míticos, como la eterna batalla y el equilibrio entre Ahura Mazda y Angra Mainyu, se consideraban acuerdos vinculantes inviolables. Romper un juramento equivalía a rechazar el propio orden cósmico. Quien rompe un voto o miente bajo juramento se compara con quien renuncia al Avesta y a las enseñanzas de Zoroastro

Mitra era el divino protector de la armonía social. El descubrimiento también subraya la perdurable influencia de Mitra en la meseta iraní.

Venerado inicialmente en inscripciones aqueménidas y posteriormente por monarcas sasánidas como Ardashir I y Ardashir III, Mitra servía como guardián de los guerreros, protector de los contratos y supervisor de los vínculos matrimoniales y sociales.

Tanto en la tradición iraní como en la védica, la deidad simbolizaba un compromiso inquebrantable con la verdad y la armonía.

En una tierra diversa y vasta como el antiguo Irán, el orden social entre reyes, agricultores, nómadas, comerciantes y artesanos se basaba en la sacralidad de las promesas.

Un testimonio del pensamiento ético sasánida Más allá de sus dimensiones espirituales, la inscripción refleja la avanzada filosofía ética y legal que caracterizó al Imperio sasánida. La época es conocida por la codificación de las leyes, la tolerancia religiosa dentro del marco zoroástrico y un sistema judicial estructurado que enfatizaba el papel de la justicia divina en los asuntos civiles.  

A medida que los historiadores y arqueólogos continúen analizando el texto, se espera que el hallazgo profundice nuestra comprensión de cómo la antigua sociedad persa manejaba el delicado equilibrio entre el mandato divino, la autoridad legal y las relaciones humanas.

Arkeonews

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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