El que algunos de estos manuscritos sean más antiguos de lo que se creía implica que los estilos de escritura asociados a transformaciones sociopolíticas en Oriente Medio podrían haberse desarrollado mucho antes de lo que se pensaba. Este hallazgo, si se confirma, podría llevar a una reescritura de algunas narrativas históricas que se daban por sentadas. Aunque los expertos solo han examinado aproximadamente una décima parte de todos los Manuscritos del Mar Muerto, también conocidos como los Rollos de Qumrán, confían en que la inteligencia artificial continuará abriendo nuevas ventanas al pasado y revelando más secretos sobre la historia de estos enigmáticos documentos. Parece que ha abierto una nueva puerta al mundo antiguo.

Así un equipo de investigación ha utilizado un programa de inteligencia artificial para analizar los Manuscritos del Mar Muerto, muchos de los cuales son copias de libros de la Biblia. Los resultados obtenidos sugieren que estos documentos podrían ser más antiguos de lo que se estimaba, con algunas dataciones que los sitúan antes del rango que tradicionalmente se les había asignado (entre 250 a.C. y 66 d.C.). Este estudio, publicado en la revista PLOS One por Mladen Popović y sus colaboradores de la Universidad de Groningen, Holanda, ofrece una novedosa estrategia para determinar la antigüedad de manuscritos sin fecha explícita dentro del contexto histórico.

A menudo, algunos manuscritos antiguos carecen de fechas escritas, lo que dificulta a los arqueólogos establecer con precisión su momento de creación. Aunque es posible estimar la edad aproximada de estos documentos a partir de la evolución de los estilos de escritura, este método requiere una cantidad considerable de manuscritos fechados con exactitud para construir una cronología fiable de la caligrafía.

Para esta investigación, se determinó la antigüedad de varios manuscritos históricos de Israel y Cisjordania mediante datación por radiocarbono. Posteriormente, se empleó aprendizaje automático para analizar el estilo de escritura de cada documento. Al combinar ambos conjuntos de datos, el equipo desarrolló un programa de inteligencia artificial, llamado Enoch en honor a la figura bíblica. Este programa es capaz de utilizar el estilo de escritura de otros manuscritos de la región para estimar objetivamente un rango de edad.

La efectividad del programa se puso a prueba evaluando las estimaciones de Enoch sobre la antigüedad de 135 Rollos del Mar Muerto. Los expertos en escritura antigua determinaron que aproximadamente el 79% de las predicciones de la inteligencia artificial eran consistentes con las expectativas, mientras que el 21% restante fue considerado demasiado antiguo, demasiado reciente o no concluyente.

Enoch ya ha contribuido a revelar nueva información sobre estos manuscritos antiguos. Tanto Enoch como los métodos de datación por radiocarbono sugirieron edades más tempranas para muchos de los Rollos del Mar Muerto en comparación con el análisis tradicional de la escritura. Los autores señalan que, si bien se requiere más investigación para comprender completamente la cronología, este trabajo ofrece perspectivas novedosas sobre la posible época de creación de estos documentos.
Los investigadores opinan:
Con la herramienta Enoch hemos abierto una nueva puerta al mundo antiguo, como una máquina del tiempo, que nos permite estudiar las manos que escribieron la Biblia, especialmente ahora que hemos establecido, por primera vez, que dos fragmentos de rollos bíblicos provienen de la época de sus presuntos autores. Es muy emocionante dar un paso significativo hacia la resolución del problema de datación de los Rollos del Mar Muerto y también crear una nueva herramienta que podría utilizarse para estudiar otras colecciones de manuscritos parcialmente fechados de la historia. ¡Esto no habría sido posible sin la colaboración entre tantas disciplinas científicas diferentes, un verdadero trabajo en equipo!.
Gracias a la combinación de la inteligencia artificial y las técnicas modernas de datación por carbono, ahora disponemos de nuevos datos sobre la época en que se redactaron. Algunos de estos hallazgos sugieren que ciertos manuscritos podrían haber sido creados por los autores originales de la Biblia. Las pruebas confirmaron que el modelo de inteligencia artificial fue notablemente preciso al determinar la antigüedad de los documentos basándose en el tipo de caligrafía.
Datar objetos muy antiguos es un proceso complejo, y aunque existen varios métodos, estos tienen limitaciones que, sin información adicional, dificultan una determinación exacta. En el caso de los manuscritos del Mar Muerto, los arqueólogos tuvieron la suerte de que muchos de ellos incluían la fecha de creación directamente en algunas páginas. Sin embargo, no todos están fechados, y es aquí donde la tecnología actual es de gran utilidad.
Los investigadores dataron por radiocarbono 27 muestras y luego utilizaron aprendizaje automático para analizar los estilos de escritura de cada documento. Las pruebas demostraron que el modelo fue notablemente preciso al determinar la antigüedad de los documentos basándose en la caligrafía. Descubrieron que, aunque dos eran más recientes de lo que sugería el análisis manual de la escritura, muchos eran aún más antiguos.
Una muestra del manuscrito 4Q114, que contiene versículos del Libro de Daniel, resultó ser más antigua de lo que la paleografía tradicional había indicado. La inteligencia artificial sugiere que algunos de estos manuscritos, como los del Eclesiastés, podrían ser copias realizadas durante la vida de los autores originales de los libros, según Mladen Popović. Esto implica que algunos de estos manuscritos podrían haber sido escritos por los mismos autores de la Biblia.
La inteligencia artificial indica que algunos de los Manuscritos del Mar Muerto datan del siglo IV a.C., hace casi 2.500 años. Los expertos sugieren que estos hallazgos podrían poner en cuestión las ideas actuales sobre cuándo, dónde y quién los produjo, ya que algunos de estos manuscritos podrían ser hasta un siglo más antiguos de lo que se pensaba.
Los investigadores dicen:
Aunque más datos e investigaciones adicionales podrían ayudar a comprender la cronología, nuestro trabajo proporciona nuevas perspectivas sobre cuándo pudieron haberse creado estos documentos
Popović M, Dhali MA, Schomaker L, van der Plicht J, Lund Rasmussen K, La Nasa J, et al. (2025) Dating ancient manuscripts using radiocarbon and AI-based writing style analysis. PLoS One 20(6): e0323185. doi.org/10.1371/journal.pone.0323185
