Una membrana resguardará una de las tumbas romanas más ricas de Carmona (Sevilla)

La tumba de Postumio es un importante sepulcro romano que se encuentra en la necrópolis de Carmona, cerca de Sevilla. Data de mediados del siglo I d.C. y destaca por su buen estado de conservación y las pinturas que decoran su interior.

Fue construida por Quinto Postumio como un lugar de descanso para él y su familia.

Se sitúa en la zona del Campo de los Olivos de la necrópolis de Carmona.

 La tumba consta principalmente de un gran patio excavado en la roca al que se accede por una escalera en el lado occidental. En una esquina del patio se encuentra un altar, y en el lado opuesto, un quemadero o ustrinum, utilizado para la incineración. Desde este patio se abre la cámara funeraria.

La Cámara Funeraria alberga siete nichos y se encontró un enterramiento por inhumación, lo que sugiere un cambio en las prácticas funerarias de la época.

 Las paredes y el techo de la cámara estaban adornadas con frescos de gran belleza. Aunque se conservan algunos restos, lo más notable es que uno de los artistas, C. Silvanus, firmó su obra en una de las esquinas, algo muy inusual en el arte romano…

La tumba de Postumio es un testimonio valioso de las costumbres funerarias romanas del siglo I d.C. y la importancia de la necrópolis de Carmona como uno de los conjuntos arqueológicos funerarios más relevantes de la península ibérica. Recientemente, se han llevado a cabo trabajos para construir una cubierta innovadora con el objetivo de proteger la tumba del deterioro causado por la lluvia. Además, se ha realizado una recreación en 3D para mostrar cómo era originalmente este singular sepulcro…

Es un complejo funerario datado en el siglo I de nuestra era, caracterizado por un amplio patio excavado en la roca a cielo abierto, al que se accede a través de una escalera. El patio da acceso a una cámara tallada en la roca en la que se encuentran los nichos para recibir las hornacinas que contenían los restos cremados de los difuntos.

Gracias a una inscripción encontrada durante su excavación, a finales del siglo XIX, se sabe que el nombre de su propietario era Quinto Postumio.

La cámara está adornada con pinturas murales en paredes y techos. Aunque ha habido reiteradas restauraciones en los últimos años, su estado de conservación es precario. Por ello, se han llevado a cabo obras de restitución en las paredes de la cámara para mantener la proporcionalidad original.

La solución arquitectónica, realizada por Manuel Ordóñez en el marco del proyecto universitario ‘cobArQact’, presenta una cubierta de doble membrana que deja una cámara intermedia de aire que, convenientemente monitorizada y gestionada, permite mover las masas de aire caliente y frío en el interior del complejo funerario para garantizar su conservación.

El Conjunto Arqueológico de Carmona -primer yacimiento en abrirse a la visita pública en España en 1885- conserva un amplio elenco de tumbas de época romana, la mayor parte de las cuales datan del siglo I de nuestra era.

Responden a una tipología que saca partido de la facilidad presentada por el sustrato rocoso donde se ubican, la región de los Alcores (denominado calcarenita) para realizar cámaras subterráneas a las que se accede mediante un pozo vertical o un patio, por lo que con la entrada de agua la roca se degrada hasta convertirse en arena.

La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, ha explicado:

la Necrópolis de Carmona enfrenta con esta solución innovadora, fruto de un proyecto de investigación patrimonial, el reto de su conservación dado que, desde sus excavaciones, en 1885 y 1910, las tumbas han estado expuestas a duras condiciones ambientales.

Pese a que en otros momentos se han tomado una serie de medidas para evitar que la lluvia entre directa o indirectamente en los complejos se necesitan soluciones más avanzadas que garanticen su conservación tanto para el disfrute de los andaluces de hoy como para el de las generaciones venideras.

Este proyecto está financiado por la Junta y dirigido por Juan Carlos Gómez de Cózar y Ángel Luis León.

Tras un año de ensayo, el equipo de investigación afrontó el reto de diseñar y ejecutar una cubierta para una de las tumbas de la Necrópolis que no solo tuviera pinturas murales de época antigua, sino que sea igualmente visitable y esté requerida de una actuación de conservación preventiva, y la candidata más adecuada fue la de Postumio.

La solución arquitectónica se materializa en un sistema original de cobertura ligera de gran adaptabilidad a la geometría y condiciones de contorno del yacimiento, diseñado a partir de un proceso de generación geométrica mediante software paramétrico.

La cubierta, prácticamente, no produce huella física en el yacimiento, ya que su apoyo en el suelo arqueologico se produce mediante elementos ocultos de lastre de escasa profundidad y total reversibilidad, y supone también una innovación desde el punto de vista medioambiental ya que es autosuficiente, siendo su impacto en todo su ciclo de vida mínimo.

EFE

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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