Naufragios en Costa Rica identificados como barcos negreros daneses

Arqueólogos marinos han identificado dos naufragios conocidos desde hace mucho tiempo frente a la costa del Parque Nacional Cahuita en Costa Rica como restos de barcos negreros daneses que desaparecieron hace siglos.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre un capítulo significativo de la historia marítima, sino que también restaura el linaje ancestral de una comunidad local, afirmando sus raíces en una narrativa oculta por el tiempo.

Durante años, se creyó que los naufragios, situados en las aguas poco profundas de la costa caribeña sur de Costa Rica, eran barcos piratas debido a su estado disperso y deteriorado.

Esta suposición, sostenida por los pescadores que se asentaron en la zona en 1826, se debía a la creencia de que las embarcaciones podrían haber zozobrado durante una batalla.

 Sin embargo, la verdadera identidad de los barcos se puso en duda en 2015 cuando arqueólogos marinos estadounidenses desenterraron unos distintivos ladrillos amarillos dentro de uno de los pecios. Estos ladrillos fueron una pista crucial, ya que se produjeron en Flensburgo, Alemania, durante los siglos XVIII y XIX específicamente para Dinamarca y sus colonias, un estilo poco común en otras naciones europeas de la época.

 Los registros históricos documentaron el naufragio en 1710 de dos barcos negreros daneses frente a las costas de Centroamérica: el Fridericus Quartus, que fue incendiado, y el Christianus Quintus, que fue arrastrado por la corriente tras romperse el cabo del ancla.

 Sin embargo, la ubicación precisa de estos naufragios permaneció desconocida hasta investigaciones recientes.

 En 2023, arqueólogos marinos del Museo Nacional de Dinamarca y del Museo de Barcos Vikingos de Dinamarca realizaron una excavación submarina en los yacimientos costarricenses. Recuperaron muestras de madera, fragmentos de ladrillos y varias tuberías de arcilla. Análisis científicos posteriores realizados en el Museo Nacional y la Universidad del Sur de Dinamarca corroboraron los relatos históricos.

La datación por anillos de crecimiento de la madera de roble de uno de los restos del naufragio indicó su origen en la región occidental del mar Báltico, que abarca Dinamarca, el noreste de Alemania y el sur de Suecia, y que el árbol fue talado entre 1690 y 1695.

Los ladrillos amarillos coincidían con las dimensiones de los fabricados en Flensburgo para uso danés, y la arcilla utilizada en su producción se remontaba al sur de Dinamarca, concretamente a zonas conocidas por la fabricación de ladrillos en el siglo XVIII.

Además, el tamaño, la forma y los diseños de las tuberías de arcilla recuperadas las identificaron como artefactos daneses fabricados justo antes de los naufragios de 1710.

Declaró David Gregory, arqueólogo marino y director del centro de investigación marítima Njord del Museo Nacional de Dinamarca. Resaltó la madera carbonizada y cubierta de hollín, lo que concuerda perfectamente con los relatos históricos del incendio de un barco.

Los análisis son muy convincentes y ya no tenemos ninguna duda de que se trata de los restos de los dos barcos negreros daneses.

Aquí se observa un hoyo excavado con ladrillos y madera visibles del naufragio.  

 Andreas Kallmeyer Bloch, otro arqueólogo marino que dirigió las excavaciones, enfatizó la importancia del descubrimiento tanto para la historia danesa como para la población local de Costa Rica.

Relató el dramático viaje de los barcos desde Copenhague hasta África Occidental y su llegada a Cahuita, marcado por una rebelión de los esclavos, un error de navegación y un motín de la tripulación. Los archivos históricos revelan que aproximadamente 800 personas estaban a bordo de los dos barcos.

Debido al smog, las embarcaciones se desviaron de su rumbo y atracaron en Costa Rica el 2 de marzo de 1710.

El temor a los piratas y a los habitantes locales provocó desacuerdos entre los capitanes, que culminaron en un motín tanto de los marineros como de los africanos esclavizados, tras el cual quedaron alrededor de 650 personas.

Explicó Bloch:

Lo más dramático es el cambio de vidas que esto causó. Más de 600 africanos quedaron abandonados en la playa, en lo que hoy es el Parque Nacional Cahuita.

Subrayó el profundo impacto de este descubrimiento en la identidad de la comunidad afrocostarricense local, demostrando su presencia en la provincia de Limón un siglo antes de lo que indicaban los registros oficiales.

Este esfuerzo de una década para identificar los naufragios y conectarlos con el patrimonio de la comunidad fue encabezado por un grupo de jóvenes buceadores de ascendencia africana e indígena.

María Suárez Toro, fundadora del Centro de Buceo Comunitario Embajadores del Mar, destacó su inmenso orgullo por descubrir sus raíces.

Celia Ortíz, descendiente de Miguel Maroto, uno de los esclavos que desembarcó de un barco, compartió que este descubrimiento trajo nueva luz a la vida de su madre de 103 años.

El Museo Nacional de Dinamarca confirmó oficialmente la identificación el domingo.

Este hallazgo histórico, apoyado por el centro de investigación Njord de Dinamarca y en colaboración con diversas universidades y entidades de conservación costarricenses, marca la primera excavación arqueológica subacuática de Costa Rica.

Para proteger los artefactos y el entorno marino, los sitios de naufragio se limitarán a visitas no invasivas.

Los registros históricos sugieren que alrededor de 100 de los aproximadamente 690 africanos esclavizados a bordo de los barcos fueron posteriormente recapturados y enviados a plantaciones de cacao, mientras que otros escaparon.

Este descubrimiento proporciona nuevas perspectivas cruciales sobre la historia colonial de la región y la trata transatlántica de esclavos, y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) de Costa Rica planea integrar estos hallazgos en los programas educativos del Parque Nacional Cahuita.

Crédito de la imagen de portada: John Fhær Engedal Nissen, Museo Nacional de Dinamarca.

Arkeonews

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

Deja un comentario