Nut o la primera representación de la Vía Láctea en el arte egipcio

Nut tiene conexión, un vinculo cosmico con la Vía Láctea. Nut es La Diosa Celeste que Abraza el Universo

The astronomical ceiling in the tomb of Seti I (KV 17) features undulating black curves running between rows of yellow half-circles that frame both halves of the ceiling. Credit: Dr. Or Graur

En la mitología del antiguo Egipto, Nut  o Nuit era una de las deidades primordiales, personificando la vasta extensión del cielo. Se la representaba como una mujer de piel oscura, a menudo adornada con estrellas, arqueándose sobre la tierra, que era personificada por su esposo y hermano, el dios Geb. Sus dedos y pies se decía que tocaban los cuatro puntos cardinales, simbolizando su abrazo cósmico.

La Vía Láctea sobre las dunas de arena del desierto occidental egipcio, cerca de El-Fayoum, tomada el 5-7 de agosto de 2022 a las 12:00 AM (exposición total: 1,2 horas). Nótese la similitud entre el Gran Rift y la curva negra ondulada que biseca el cuerpo de Nut. Crédito: Osama Fathi

Nut desempeñaba un papel crucial en la cosmogonía egipcia. Se creía que cada noche tragaba al sol, Ra, al oeste, y lo daba a luz de nuevo cada mañana al este, renovando así el ciclo diario. Las estrellas eran consideradas parte de su cuerpo, brillando a través de su piel oscura durante la noche.

Los egiptólogos y astrónomos han explorado la posible conexión entre la diosa Nut y la Vía Láctea, la banda luminosa de estrellas que cruza nuestro cielo nocturno. Investigaciones recientes, como los estudios del astrofísico Or Graur, han aportado argumentos convincentes a esta teoría:

Representación Visual: La forma arqueada en la que Nut era comúnmente representada en sarcófagos, techos de tumbas y otros artefactos se asemeja a la apariencia de la Vía Láctea cruzando el cielo.

Su piel oscura salpicada de estrellas podría interpretarse como una representación del cielo nocturno lleno de innumerables astros, tal como percibían la Vía Láctea los antiguos egipcios.

Graur sugiere que la orientación de la Vía Láctea en diferentes estaciones podría haber influido en la iconografía de Nut. En invierno, la Vía Láctea se extiende a lo largo del cielo, asemejándose a los brazos extendidos de la diosa. En verano, su orientación cambia, y podría haber sido vista como la columna vertebral de Nut.

Al comparar las representaciones de Nut con las interpretaciones de la Vía Láctea en otras culturas antiguas, se han encontrado similitudes sorprendentes en cómo diferentes civilizaciones entendían esta banda de luz en el cielo.

Si bien la identificación directa de Nut con la Vía Láctea sigue siendo una teoría, la evidencia sugiere una fuerte conexión conceptual. Para los antiguos egipcios, el cielo nocturno era un reino misterioso y poderoso, y la figura de Nut encarnaba esa inmensidad y el ciclo constante de la noche y el día. La Vía Láctea, como el rasgo más prominente del cielo nocturno, pudo haber sido una manifestación visual natural que se asoció con la gran diosa celeste.

 Nut no solo era la diosa del cielo, sino que también podría haber sido una representación cósmica de la propia Vía Láctea, uniendo la mitología terrestre con la inmensidad del universo tal como lo conocían los antiguos egipcios. Es fascinante cómo la observación del cielo nocturno influyó en su comprensión del mundo y su panteón de dioses…

Esta fascinación por comprender el papel que la Vía Láctea pudo haber desempeñado en la cultura y religión del antiguo Egipto ha llevado al astrofísico Dr. Or Graur, profesor asociado de la Universidad de Portsmouth, a identificar lo que podría ser la primera representación visual conocida de nuestra galaxia en el arte egipcio. En su estudio, publicado en el Journal of Astronomical History and Heritage, sugiere que la diosa egipcia del cielo Nut podría estar vinculada a la Vía Láctea a través de un detalle iconográfico hasta ahora pasado por alto.

La diosa Nut, cuyo nombre se pronuncia Noot, aparece con frecuencia en los textos y decoraciones funerarias egipcias como una mujer arqueada, desnuda y cubierta de estrellas, extendiéndose sobre la tierra para protegerla de las aguas del caos. Su cuerpo celeste simboliza la bóveda del cielo, y su papel en el ciclo solar es fundamental: cada noche, se traga al Sol al ponerse, para dar a luz de nuevo al amanecer.

Sin embargo, en el ataúd exterior de Nesitaudjatakhet, una cantora del dios Amón-Ra que vivió hace unos 3.000 años, Nut presenta una característica inusual: una curva negra y ondulante que atraviesa su cuerpo desde los pies hasta las manos, con estrellas distribuidas a ambos lados de esta línea.

Graur, tras analizar 125 representaciones de Nut en un corpus de 555 sarcófagos, propone que esta línea podría ser una representación de la Vía Láctea, específicamente de la Gran Grieta, una franja oscura de polvo interestelar que divide el brillo difuso de nuestra galaxia.

Al comparar esta imagen con fotografías astronómicas modernas, la similitud es sorprendente, explicó el investigador. La forma ondulante coincide con la estructura que observamos en el cielo nocturno.

Este hallazgo no es el único ejemplo de su tipo. En cuatro tumbas del Valle de los Reyes, incluyendo la de Ramsés VI, aparecen figuras similares de Nut acompañadas por líneas doradas y sinuosas que emergen de su cabeza y se extienden a lo largo de su espalda.

Estas representaciones, ubicadas en los techos de las cámaras funerarias, dividen escenas del Libro del Día y el Libro de la Noche, textos funerarios que describen el viaje del Sol a través del inframundo.

No obstante,  Graur advierte que la conexión entre Nut y la Vía Láctea no implica que la diosa sea la galaxia, sino que esta última podría ser uno más de los fenómenos celestes que adornan su cuerpo como personificación del cielo.

La rareza de estas líneas ondulantes refuerza una conclusión a la que llegué en un estudio previo: aunque existe un vínculo entre Nut y la Vía Láctea, no son lo mismo, señaló.

En abril de 2024, el astrofísico publicó un análisis basado en los textos antiguos —como los Textos de las Pirámides, los Textos de los Sarcófagos y el Libro de Nut— junto con simulaciones del cielo nocturno egipcio. Aquel trabajo proponía que, según la época del año, la Vía Láctea podía iluminar distintas partes del cuerpo de Nut: en invierno, sus brazos extendidos; en verano, su columna vertebral. Admitió Graur:

Sin embargo, el estudio de las imágenes ha añadido una capa de complejidad. Los textos apuntaban en una dirección, pero el arte funerario nos muestra otra perspectiva,

University of Portsmouth

Or Graur, The Ancient Egyptian Cosmological Vignette: First Visual Evidence of The Milky Way and Trends in Coffin Depictions of The Sky Goddess Nut. Journal of Astronomical History and Heritage (2025), doi.org/10.3724/SP.J.140-2807.2025.01.06

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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