Arqueólogos descubren una red de más de 4000 canales y 700 granjas en Eridu, la primera ciudad de la historia según las fuentes mesopotámicas

Sumer fue una antigua civilización y región histórica en el sur de Mesopotamia, que ahora forma parte del actual Irak. Floreció entre los milenios V y III a.C.

Representa un período crucial, marcando la transición a sociedades complejas y urbanizadas y el desarrollo de muchas tecnologías y conceptos fundamentales.

Estaba situada en las fértiles llanuras entre los ríos Tigris y Éufrates, en la parte más meridional de Mesopotamia, cerca del Golfo Pérsico, dentro de las fronteras del actual Irak.

Se le atribuye el desarrollo de las primeras ciudades del mundo, como Uruk, Ur, Eridu, Lagash y Kish, ciudades-estado independientes, cada una con su propio gobernante y deidad patrona.
Desarrollaron la escritura cuneiforme, el sistema de escritura más antiguo conocido. Utilizaban estilos de caña para hacer impresiones en forma de cuña en tablillas de arcilla para llevar registros, literatura y más.
Inventos, La rueda, El arado, Los barcos de vela, Un calendario lunar, Un sistema numérico sexagesimal (de base 60), que influyó en nuestro sistema moderno de cronometraje (60 segundos en un minuto, 60 minutos en una hora) y la división de un círculo en 360 grados, Matemáticas, incluyendo aritmética y geometría básicas, Religión organizada con templos (zigurats) y una clase sacerdotal, Sistemas legales y administrativos tempranos.
La sociedad sumeria era jerárquica, con reyes, sacerdotes, nobles, comerciantes, artesanos y agricultores. También existían esclavos en la parte inferior de la escala social.
La religión sumeria era politeísta, con un panteón de dioses y diosas que controlaban diversos aspectos de la vida y la naturaleza. Cada ciudad tenía su propia deidad patrona.
Había ciudades-estado a menudo, gobernadas por reyes-sacerdotes (ensi), pero más tarde surgieron gobernantes seculares (lugal).
Expertos en técnicas de irrigación para gestionar los ríos para la agricultura, construyen estructuras impresionantes como los zigurats.
A pesar del eventual declive y la absorción de las ciudades-estado sumerias en imperios posteriores como Acad y Babilonia, sus contribuciones sentaron una base fundamental para muchos aspectos de la civilización occidental. Su sistema de escritura, matemáticas, leyes e ideas religiosas tuvieron un impacto duradero en el mundo antiguo…
Eridu se conoce hoy como Tell Abu Shahrain. Es excavado por primera vez en 1855 por John George Taylor.
Eridu, en sumerio como NUN.KI y en acadio como Irîtu, es una antigua ciudad sumeria en la Baja Mesopotamia, cerca de la actual ciudad de Basora, en Irak. Tradicionalmente, se considera la ciudad más antigua del sur de Mesopotamia, según la Lista de Reyes Sumerios.
En la mitología sumeria, Eridu es considerada la primera ciudad creada en la Tierra por los dioses. Se decía que el reinado descendió del cielo a Eridu.
Era el centro de culto del dios Enki (conocido como Ea por los acadios), el dios de las aguas dulces, la sabiduría, la magia y la creación. Su templo principal se llamaba E-Abzu.
Las excavaciones arqueológicas indican que Eridu fue fundada en el 5400 a.C. durante el período de El Obeid, lo que la convierte en uno de los asentamientos urbanos más antiguos conocidos. Es habitada de forma continua durante 5000 años, hasta aproximadamente el 600 a.C.
También figura en el mito sumerio del diluvio (conocido como el Génesis de Eridu), como una de las cinco ciudades que existieron antes de la gran inundación.
Las excavaciones revelaron una secuencia de templos de adobe superpuestos, que muestran la evolución de la arquitectura religiosa durante el período de El Obeid. El templo dedicado a Enki fue creciendo en tamaño y complejidad con el tiempo, culminando en un zigurat…
Arqueólogos descubrieron una extensa red de canales en Eridu. Esta red incluye más de 4000 canales y 700 granjas. Los canales contaban con estructuras de control hidráulico, como diques, para regular la distribución del agua, lo que permitía un manejo eficiente de los recursos hídricos.
Han logrado la identificación y cartografía de una vasta red de canales de irrigación en la región de Eridu, en el sur de Irak, la más meridional de todas las grandes ciudades mesopotámicas y, según la Lista Real Sumeria, la más antigua ciudad de la historia.
La investigación, realizada por un equipo multidisciplinar de arqueólogos y geólogos de diversas universidades e instituciones internacionales, confirma que la región de Eridu, ocupada desde el sexto hasta el primer milenio antes de Cristo, conserva una de las redes de irrigación más antiguas y mejor preservadas de Mesopotamia.
Históricamente, la Mesopotamia ha sido dependiente del río Eufrates y sus afluentes para la irrigación de cultivos. La capacidad de desviar el agua de estos ríos a través de canales fue esencial para la sostenibilidad de los asentamientos urbanos. Sin embargo, la mayoría de las estructuras de irrigación antiguas han sido sepultadas bajo sedimentación fluvial o reemplazadas por redes de períodos posteriores, lo que ha dificultado el estudio detallado de los primeros sistemas agrícolas.
A diferencia de otras zonas, la región de Eridu quedó deshabitada tras un cambio en el curso del Eufrates, lo que permitió que su paisaje arqueológico permaneciera intacto. Esto ha permitido a los investigadores identificar y mapear con precisión una compleja red de canales artificiales que preceden al primer milenio antes de Cristo.
Para este estudio, los arqueólogos utilizaron un enfoque interdisciplinario que combinó análisis geomorfológico, revisión de mapas históricos y tecnología de teledetección. Se emplearon imágenes satelitales de alta resolución, incluyendo imágenes del programa CORONA de la década de 1960, drones y fotografía terrestre para validar los hallazgos.
Uno de los métodos para diferenciar canales naturales de los artificiales fue el análisis de los patrones de flujo del agua, la topografía, la dirección de las corrientes y la presencia de estructuras de control hidráulico como diques y brechas naturales o artificiales en los diques de los ríos que permitían la distribución controlada del agua sobre la llanura aluvial.
Los resultados revelaron una red de irrigación muy desarrollada, compuesta por más de 200 canales principales, algunos de hasta 9 km de longitud y de 2 a 5 metros de ancho, conectados directamente con el antiguo cauce del Éufrates. Además, se identificaron más de 4000 canales menores, de entre 10 y 200 metros de longitud, que servían para distribuir el agua a las parcelas agrícolas.
El equipo también documentó la existencia de alrededor de 700 granjas organizadas alrededor de estos canales secundarios. Estas granjas, que variaban en extensión entre 500 y 20,000 metros cuadrados, reflejan un sistema agrícola intensivo y bien estructurado, basado en la distribución equitativa del agua.
Un aspecto notable del hallazgo es que, a diferencia de otras regiones mesopotámicas donde el curso de los ríos cambió drásticamente a lo largo de los siglos, en la región de Eridu el Eufrates mantuvo una relativa estabilidad, lo que permitió que los canales principales conservaran su funcionalidad durante siglos.
El estudio confirma que la agricultura en Mesopotamia no solo dependía de la fertilidad natural del suelo, sino también de una planificación hidráulica sofisticada. La construcción y mantenimiento de estos canales requería un conocimiento avanzado de ingeniería hidráulica y una organización social que asegurara su funcionamiento.
Uno de los desafíos actuales es determinar con precisión la cronología de los diferentes segmentos de la red de irrigación. Para ello, los investigadores planean realizar excavaciones estratigráficas en puntos clave y analizar restos de sedimentos para fechar con mayor precisión el uso de los canales.
Además, se buscará comparar estos hallazgos con inscripciones cuneiformes de la época, con la esperanza de correlacionar los registros escritos con las evidencias físicas. Esta comparación podría arrojar nueva información sobre la administración del agua en los antiguos estados mesopotámicos.
Jotheri J, Rokan M, Al-Ghanim A, Rayne L, de Gruchy M, Alabdan R. Identifying the preserved network of irrigation canals in the Eridu region, southern Mesopotamia. Antiquity. Published online 2025:1-7. doi:10.15184/aqy.2025.19
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